No se pudo. La gira del sí se puede por el país no le alcanzó al Presidente Mauricio Macri para revertir los resultados de las PASO. No obstante, la fórmula de Juntos por el Cambio obtuvo una cantidad mayor de votos que los cosechados en agosto y al que las encuestas, otra vez erradas, pronosticaron.
“¿Vos viniste pensando que ganábamos?”, le preguntó una militante a otro por la tarde en la puerta del pabellón 5 de Costa Salguero. No le dio tiempo a responder y se autocontestó: “Venimos para festejar el resultado más digno posible”.
Hacía unos minutos habían cerrado los comicios y la gente comenzaba a llegar al búnker del oficialismo. En esa primera oleada, llegó el Mago sin dientes, quien rápidamente cobró notoriedad y repartió su tiempo entre selfie y notas con los medios.
Afuera del pabellón, la mayoría hablaba por teléfono e intercambiaban mensajes con los diferentes de votación. Pocos creían en el balotaje, pero recibían buenas noticias de Entre Ríos y Córdoba. Aunque también se escuchaban críticas hacia los medios, que según los militantes de Juntos Por el Cambio, estaban operando contra el Gobierno desde las 17.
A partir de las 20, empezaron a llegar los funcionarios, que se preparaban para el único festejo de la jornada por la victoria en la Ciudad. El dj ya había subido el volumen, aparecieron los globos y comenzaron los bailes.
Una hora más tarde, Diego Santilli, vicejefe del Gobierno porteño, anunció la victoria por más de 20 puntos porcentuales con el candidato Matias Lammens. Luego, salieron al escenario los diputados y senadores electos por la Ciudad. Pero faltaba la figura principal.
Entre la multitud, que ya había llenado el salón, resultaban las remaras con la leyenda “dale pelado, no pares nunca más”. Finalmente empezó a sonar Tan Biónica y Larreta irrumpió para dar su discurso. “Hoy hicimos historia en la ciudad de Buenos Aires. Hoy hicimos una elección histórica. Gracias a todos los vecinos que nos acompañaron, que valoran esta transformación que estamos llevando adelante todos juntos en la ciudad”, dijo Larreta al confirmar su reelección. Que significa gobernar la Ciudad hasta 2023. Es decir, 16 años de un mismo signo político gobernando Buenos Aires.
El entusiasmo duró poco. La derrota de la gobernadora María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires estaba conformada y pasadas las 10 salió a reconocerla. “Las urnas no matan los sueños. En todo caso nos dicen que este no es nuestro momento, que tenemos que mejorar. Pero no matan lo que creemos, no matan lo que pensamos. Por eso voy a seguir estando ahí”, aseguró visiblemente emocionada y acompañada por parte de su gabinete y algunos de sus diputados electos, como María Luján Rey. Luego, destacó algunos puntos de su gestión como la implementación del Same y la lucha contra el narcotráfico. Desde el público, le gritaban halagos y aseguraban que la “Provincia no la merecía”. Hasta una persona estaba sorprendida con la derrota agregó: “Recorrió todas las villas, pensé que ganaba”.
Aunque teniendo teniendo en cuenta la diferencia con el candidato favorito a la Gobernación de la provincia de Buenos Aires Axel Kiciloff, el electorado bonaerense no tuvo la misma consideración para con la gobernadora. El exministro de economía superó los 50 puntos porcentuales y según palabras de Vidal, en los próximos días comenzarán “una transición democrática como corresponde y en conjunto”. Casi de inmediato, fue el turno de Mauricio Macri, quien estuvo acompañado por su
compañero de Fórmula, Miguel Ángel Pichetto, y sin la vicepresidenta, Gabriela Michetti, a quien dijo perdieron en el camino al escenario. Rápidamente reconoció la victoria de Alberto Fernández e informó que lo invitó a desayunar para comenzar la transición.
“Quiero decirles que transformar nuestro maravilloso país depende de los argentinos, de cada uno de nosotros y nadie más. Sabemos que gracias al trabajo que hemos realizado, hoy estamos parados sobre bases más sólidas. Pero tenemos que cuidar lo que hicimos porque son cosas muy valiosas”, dijo en un tono mesurado que le duró durante todo el discurso. Destacó la victoria de Rodríguez Larreta y subrayó el paso de Vidal por la gobernación.
Luego dio unos pasos hacia adelante, giró e hizo señales de alabanzas a su gabinete que lo escoltaba. Algunos abrazos más y paulatinamente todos fueron dejando vacío en escenario y comenzó la desconcentración, tanto de funcionarios como de los militantes.
Eran recién las 22.30 y la diferencia era de 7 puntos entre Fernández y Macri. Una cifra más que digna para el primer presidente que no logra la reelección y deja la gestión en medio de una fuerte crisis económica.
AUNO-28-10-19
SO-SAM