Temperley enfrentó una de sus pruebas más difíciles en el torneo al medirse con Gimnasia de Mendoza, aspirante a la punta de la Zona B de la Primera Nacional, en un duelo clave disputado en el Alfredo Beranger, donde los de Turdera no estuvieron a la altura y cayeron 2-0 en una noche para el olvido.
Dos horas antes del comienzo del partido ya se podían escuchar los bombos y a la gente cantando sobre la calle Dorrego, haciendo sentir la importancia del partido. Desde los pasillos del club, la euforia se repetía y podía escucharse a los jugadores cantando y con música alta en la concentración.
Faltaba menos para el comienzo del encuentro cuando al canto de los hinchas y el ruido de los bombos se les sumaron fuegos artificiales, que, tal vez prematuramente, celebraban a un equipo que desde la primera fecha ilusionó con sus nombres y con su buen rendimiento de local.
A las 21.45 Daniel Zamora dio el pitido inicial. El “Gasolero” buscó ser el protagonista en los primeros minutos y consiguió algunas aproximaciones por medio de Fernando Brandán y Javier Toledo.
Pero el “lobo mendocino” no se quedaría atrás y buscó hacer lo suyo con contraataques rápidos, a través de los cuales, a los 24 minutos del primer tiempo, llegaría el primer gol de la noche gracias a Jeremías Puch, quien solo tuvo que definir frente al arquero tras un centro atrás.


Apenas cuatro minutos más tarde, la noche se pondría más oscura para el “celeste” por la expulsión de Federico Milo, debido a un supuesto insulto al árbitro. Posteriormente, en conferencia de prensa, el director técnico, Anibal Biggeri, expresaría su preocupación por el desorden del equipo luego de esta sanción.
Al finalizar la primera mitad, los locales no habían podido revertir la mala actuación, por lo que en la tribuna ya se podían escuchar algunos murmullos y el “Movete, celeste, movete” buscando despertar a los jugadores.
El segundo tiempo fue más de lo mismo, Temperley siguió sin encontrar la forma de llegar al arco rival y, para colmo, recibió el segundo gol, esta vez de Brian Ferreyra, a los seis minutos. Si crear ocasiones claras ya era una odisea, veinte minutos después se volvería algo imposible, dado que Bruno Duarte, defensor central, recibiría su segunda amarilla.
Los últimos 20 minutos fueron absolutamente del visitante que le hizo precio al “gasolero” al no convertir más goles en lo que fue un partido amargo, que empezó a poner en duda la continuidad de Biggeri, al menos entre los hinchas.
El entrenador reconoció en rueda de prensa que Temperley tiene que “mejorar todo” y analizó: “Ante el gol nos desordenamos y empezamos a hacer cosas que no podemos hacer, debemos mejorar eso rápidamente”.
¿Qué sigue? El equipo deberá viajar al interior por cuarta vez consecutiva en condición de visitante, donde solo consiguió un punto, en lo que será el partido ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy el sábado a las 17.
19-3-25
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