El ex policía José Antonio Peloso, más conocido como el “Mataguachos” de Fiorito, fue sentenciado a 13 años de prisión luego de ser declarado culpable del disparo que recibió por la nuca Julio Matías Barzola, de 17 años, mientras caminaba por su barrio. Aún así, la querella admitió que espera la apelación de parte de la defensa, pero que de todas formas “para el Estado, (Peloso) es el culpable”.
Por decisión unánime, el Tribunal Oral en lo Criminal 1, de Lomas de Zamora, integrado por Rodolfo Lanza, Guillermo Rolón y Fernando Bueno, encontró al ex policía de la Comisaría 5º de Lomas de Zamora “autor plenamente responsable del delito de homicidio simple por el hecho ocurrido el 3 de junio del 2003 en la localidad de Fiorito”.
En diálogo con AUNO, la mamá del joven, María Estela Velázquez, calificó la condena como “bastante prudencial, ya que podrían no haber conseguido nada o mucho menos y porque dependía de que si (los jueces) creían o no en la declaración del ‘Cuni’”, el joven que estaba con Matías en el momento en que recibió el disparo y que señaló a Peloso como autor del crimen.
Por su parte, una de las abogadas querellantes y representantes de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), María del Carmen Verdú, manifestó a esta agencia su conformidad e indicó que “la condena es importante porque ahora es el Estado argentino, para el que Peloso trabajaba, el que lo declaró culpable del asesinato, no sólo la familia o la Correpi”.
“Lo importante es saber que se llegó a esta instancia por la decisión de la familia, el trabajo que se realizó en el barrio y lo que se hizo para que la gente se animara a hablar; porque si esto quedaba en manos de la Fiscalía, podía no pasar nada”, señaló Verdú.
Según relatos de vecinos en lo que se basó el tribunal, el ex policía formaba parte de un “escuadrón de la muerte” integrado, también, por el ex sargento Isidoro Concha y Ramón Quevedo, condenado en 2005 por el asesinato de Jorge “Chaco” González, otro joven de Fiorito.
Además, Concha está implicado en la causa por ser “cómplice” del “Oso” Peloso debido a que habría sido él quien labró el acta policial e hizo firmar a dos testigos que Matías se había suicidado.
Por este motivo, Velásquez apuntó que con la sentencia de Peloso “el barrio va a estar más tranquilo y va a ayudar para que sepan que cuando uno lucha las cosas no quedan impunes”.
En tanto, la defensa del “Mataguachos” no emitió ningún tipo de juicio ni de declaración, pero dejó entrever por otras vías que apelará la sentencia.
En medio de banderas y cantos en contra de la represión policial, familiares, vecinos, víctimas de “gatillo fácil” y militantes de la Correpi se encontraron desde las 9:30 en la puerta de los Tribunales de Lomas de Zamora, ubicado en Larroque y Camino Negro, a la espera de la sentencia que dio a las 10:45 el veredicto.
De acuerdo a lo resuelto por los jueces, el día en que ocurrió el crimen, Matías caminaba por la calle Recondo con unos amigos —uno de ellos, Fabián “Cuni” Segovia, principal testigo de la causa— y volvía de jugar al fútbol en el club del barrio.
Sobre el hecho fueron diversas las versiones que se difundieron, tanto de parte de la policía como de los vecinos, por ejemplo hubo quienes evitaron señalar a Peloso como el autor del asesinato por el miedo que imponía el en el barrio.
Las pericias que fueron expuestas durante el desarrollo del juicio a cargo del médico forense, Alfredo Romero, que realizó la autopsia, y el perito balístico Miguel Angel Agudo, determinaron que la bala que mató a Matías entró “de arriba hacia abajo y de atrás hacia delante” y que fue desde un auto, el Ford falcón marrón que manejaba Peloso.
CP-AFD
AUNO-16-07-08
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