Lomas de Zamora, may 17 (AUNO) – Los peripecias por las que atravesó a lo largo del tiempo el ex dictador Jorge Rafael Videla, fallecido hoy, empezaron en 1984 con el inicio del juicio a las Juntas procesistas hasta su exposición realizada el martes último como parte del proceso por el Plan Cóndor.
El cinco de marzo de este año se inició el juicio en el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 por crímenes de lesa humanidad cometidos en el contexto del llamado Plan Cóndor, un acuerdo en el que las dictaduras sudamericanas persiguieron a opositores políticos fuera de sus propios países.
En ese juicio oral se encontraba imputado Videla y siguen en esa condición los ex militares Santiago Omar Riveros, Eduardo Samuel De Lío, Carlos Humberto Caggiano Tedesco, Antonio Vañek, Carlos Tragant, Luciano Benjamín Menéndez, Bernardo José Menéndez, Jorge Carlos Olivera Róvere, Eugenio Guañabens Perelló y Carlos Miguel Landoni.
La causa 1.504 estaba caratulada como “VIDELA, Jorge Rafael y otros s/privación ilegal de la libertad personal” –“Plan Cóndor I”- (Expediente n° 13.445/1999 del registro del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7).
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de Capital Federal terminó el martes último de escuchar las declaraciones indagatorias en el juicio oral y público en esa causa en la que se juzga a 25 imputados por crímenes de lesa humanidad, informó la Agencia de Noticias del Poder Judicial.
Ese día los jueces jueces Adrián Federico Grünberg, Oscar Ricardo Amirante, Pablo G. Laufer y Ricardo Angel Basílico (éste último, como juez sustituto) escucharon, entre otros, la exposición del acusado Videla, quien no aceptó preguntas.
Tambien fue sentenciado a cincuenta años de prisión el cinco de julio de 2012 luego de que el tribunal lo encontrara culpable por el delito de secuestro y sustracción de identidad a menores de edad durante su gobierno de facto.
El mismo tribunal sentenció el 22 de diciembre de 2010 en la ciudad de Córdoba a prisión perpetua a los represores Jorge Rafael Videla y Luciano Benjamín Menéndez, por delitos de lesa humanidad en una cárcel común.
Antes de esa sentencia, el represor Videla volvió a reivindicar el terrorismo de Estado y justificó los crímenes de lesa humanidad que se le imputaban, al asegurar que libró “no una guerra sucia, sino una guerra justa que aún no ha terminado”.
Repitió también que “los enemigos derrotados de ayer cumplieron su propósito y hoy gobiernan el país e intentan un régimen marxista a la manera de Gramsci”, refiriéndose implícitamente a los Gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández.
No hay que olvidar que también tuvo que responder ante el denominado “Juicio a las Juntas”, que lo condenó a reclusión perpetua el nueve de diciembre de 1984, hasta el 29 de diciembre de 1990, cuando Carlos Menem sancionó el decreto 2741/90 de indulto a los ex miembros de las juntas militares condenados.
Antes, durante el gobierno del radical Raúl Alfonsín, se aprobaron las leyes de Punto Final (1986) y de Obediencia Debida (1987) que benefició a represores, normas que fueron anulados en 2003, cuando gobernaba Néstor Kirchner.
Ocho años después el juez Roberto Marquevich ordenó el ocho de junio la prisión de Videla por su vinculación en los casos de menores secuestrados durante su mandato.
Y en 2003 la fiscalía de Nuremberg dictó una orden internacional de captura contra el ex presidente de facto y otros militares, por la desaparición y asesinato de dos ciudadanos alemanes.
AUNO 17-05-13
FTS – HRC