Una amplia condena a la dictadura

Dirigentes políticos de diversos sectores se pronunciaron contra la dictadura a raíz del fallecimiento de quien encabeza la primera junta procesista en 1976. Destacaron además el accionar de la justicia al castigar los crímenes de lesa humanidad.

Gisella Gatta

Lomas de Zamora, may 17 (AUNO) – La muerte del genocida Jorge Rafael Videla abrió las puertas a reflexiones y repudios de políticos, sindicalistas, dirigentes y representantes de diferentes sectores, que de diversas maneras renovaron expresiones de rechazo a la dictadura y de celebración el triunfo de la justicia.

Dos de las voces que no tardaron en hacerse escuchar fueron, por un lado, la de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que destacó que el dictador fue “un ser despreciable que ha dejado este mundo”.

Por su parte, la integrante de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora Nora Cortiñas, que pidió que tras la muerte de Videla “se abran los archivos” y resaltó que no festejó el fallecimiento sino que valora que la justicia haya actuado.

Las reflexiones se manifestaron desde todas las corrientes políticas e ideológicas, por ejemplo, desde la UCR, el diputado Ricardo Alfonsín subrayó el “coraje de la sociedad argentina” y destacó que el juicio a las Juntas de 1985 “permitió aprender que nada hay más cruel, más perverso y corrupto que una dictadura”.

El presidente del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, escribió en Twitter: “Murió Videla: lloramos las 30.000 víctimas de su dictadura”.

Algunos representantes de la lucha social también hicieron llegar su mensaje, como el hermano de Mariano Ferreyra, Pablo Ferreyra, que destacó que “no hay infierno para el genocida. El infierno fue el asesinato, tortura, apropiación y desaparición. Para nosotros hay justicia”.

En tanto, la agrupación Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS) que resumió en un tuit que decía “se murió y no nos dijo dónde están”.

Desde la cartera de Cultura porteña, el ministro Hernán Lombardi definió al fallecido dictador como un “tirano sangriento” al que “la democracia argentina tuvo el valor de juzgar y condenar”, mientras que, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, resaltó vía Twitter que “Videla murió juzgado, condenado, preso en una cárcel común y repudiado por todo el pueblo argentino”.

Una opinión que conglomera casi todas las posturas de los diferentes actores sociales, sean del partido que fueren fue la de Frente Grande (Frente para la Victoria y en Unidos y Organizados), que es presidido por Adriana Puiggrós, que subrayó que la muerte del genocida “lejos de significar el cierre a uno de los periodos de la historia argentina más cruel y oscura de la Nación, refuerza la certeza de que hoy más que nunca Memoria, Verdad y Justicia son los ejes fundamentales de nuestra política de Derechos Humanos como pueblo”.

AUNO 17-05-2013
GRG-HRC

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