El 20 por ciento de las personas que están bajo tratamiento contra la tuberculosis abandonan los controles médicos y la medicación, cuando el máximo admisible es del 5 por ciento, confirmaron a AUNO fuentes de la Región Sanitaria VI, que comprende el sur del Conurbano bonaerense.
El abandono de la medicación genera un riesgo adicional para los pacientes ya que cuando lo retoman, la enfermedad está mucho más avanzada y “se hace resistente a las drogas básicas”, con lo cual el tratamiento se hace “más costoso y menos eficaz”.
Con el fin de revertir esta situación, las autoridades sanitarias lanzaron un programa para hacer un seguimiento estricto de los pacientes y descentralizar la atención de los hospitales a los centros de atención primaria.
Uno de los problemas fundamentales del abandono del tratamiento es que “genera resistencia a las drogas de primera línea como la rifampicina, estreptomicina, isoniacida y estambutol, que son muy eficaces y en seis meses el paciente puede terminar el tratamiento”, explicó Patricia Bidondo, responsable del Programa de Tuberculosis de la Región Sanitaria VI..
Para la especialista “cuando se lo abandona y sobre todo, si se lo abandona varias veces, los bacilos se hacer resistentes y tenemos que pasar a drogas de segunda línea, como etionamida, cicloserina y kanamicina, que no son tan eficaces, no están disponibles de manera rápida y son muy caras”,
Para lograr un mayor control de la situación se les está dando participación a los municipios para que “desde las secretarias de salud se elabore un listado con todos los enfermos que estén en la categoría de abandono del tratamiento, no se tenga noticias de su situación o se pueda saber si se trasladaron a otro lugar”, afirmó Bidondo.
“La idea es descentralizar el tratamiento –continuó la profesional—, porque es una patología que hoy se atiende en los hospitales y uno de los problemas es que, en muchos de los hospitales tenemos cifras de abandono de tratamiento muy altas, cercanas al 20 por ciento y lo máximo aconsejable es del 5 por ciento”.
El objetivo del Ministerio de Salud provincial es que se trabaje bajo una estrategia denominada Tratamiento Abreviado Estrictamente Supervisado (TAES), y que tiene varios pasos, entre los que está “el tratamiento observado, que los pacientes se traten en el primer nivel de atención cuando ya tiene el diagnóstico del hospital”. En una segunda etapa el objetivo es que los profesionales que trabajan en el primer nivel de atención estén capacitados para diagnosticar.
“Para lograr el diagnóstico en el primer nivel, tenemos que capacitar a los médicos con nuevos cursos, aunque como en la Región tenemos nueve municipios se complica un poco, mas allá de que desde la Nación se propusieron dos cursos que por problemas administrativos todavía no pudimos hacerlos”, explicó Bidondo.
El programa comenzó a aplicarse en la Región Sanitaria VI, que comprende a los municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Ezeiza, Esteban Echeverría, Florencio Varela, Lanús, Lomas de Zamora y Quilmes.
Con respecto a las características de esta enfermedad, Bidondo señaló que no sobre todo está vinculada con “razones de tipo social, como es el caso de las personas que tienen las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) por lo que tienen altas probabilidades de inmunodepresión o también las personas que tienen cáncer u otro tipo de situaciones que provocan bajas en las defensas, como puede el contagio del VIH o el hambre”.
Acerca de la situación actual de la enfermedad en la Región VI, la profesional sostuvo que “aunque la cifra de pacientes se mantiene estable, es probable que cuando el tratamiento se descentralice el número de pacientes aumente”, ya que decrecería la deserción de pacientes.
Uno de los problemas que tiene esta enfermedad es que la población debería conocer los síntomas. Según explicó Bidondo, la tuberculosis “solo es noticia cuando surgen casos en una escuela o en algún lugar parecido, pero la difusión de los síntomas debería ser constante, para que la gente afectada pueda recurrir al médico en forma temprana e iniciar un tratamiento”.
“Lo importante para la población —explicó Bidondo— es que se ponga atención en los síntomas respiratorios. Para nosotros, los síntomas principales se dan en pacientes que expectoran y tosen por mas de quince días. Esas personas tienen que hacerse un estudio que se llama baciloscopía. Lo ideal sería que este control del tiempo que dura la tos lo haga la propia persona que la padece.”
“No hay una época del año en la que pueda haber un brote y sobre todo porque la población más afectada esta en edad reproductiva”, aclaró. Otra de las características que tiene la enfermedad son las edades que tienen mayor prevalencia ya que, según señaló la Doctora Bidondo “la curva de nuestro país se parece a la de África: la enfermedad debería prevalecer en gente adulta pero, sin embargo, la mayoría de los casos se dan entre los 25 y 45 años y también en niños.”
Con respecto a los motivos de la existencia de adultos jóvenes con la enfermedad, esto tiene que ver con que cuando la persona tiene defensas bajas, el mal se desarrolla muy rápido mientras que, si la persona esta bien alimentada, aunque sea portador del bacilo de Koch, el agente transmisor, la tuberculosis no se desarrolla por lo que es muy importante la nutrición de las personas.
En nuestro país la proporción de personas con Tuberculosis es de 39 o 40 cada 100.000 habitantes mientras que en Uruguay y Chile las tasas son mucho más bajas.
AUNO 228-12-08 MS EV