Una liga de organizaciones bonaerenses, en defensa de la diversidad sexual

Formada por 13 entidades, la mayoría con asiento en el conurbano, la Liga de Diversidad Sexual refuerza sus campañas por los derechos de gays, lesbianas y transexuales. “Necesitamos convivir con el otro diferente”, expresó uno de sus directores a AUNO-Tercer Sector.

Buscando fortaleza en la unión y metas comunes, una docena de organizaciones no gubernamentales con asiento en diversos puntos de la provincia de Buenos Aires trabaja en conjunto en la Liga de Diversidad Sexual Bonaerense. La agrupación, contaron sus referentes a AUNO-Tercer Sector, tiene una columna vertebral que sirve de sostén y de objetivo: la defensa de los derechos humanos. “Tenemos que entender que la convivencia entre los diferentes es lo que estamos obligados a hacer en el mundo”, puntualizaron.

Si bien las organizaciones tiene sus sedes fundamentalmente en el sur del conurbano bonaerense y en grandes ciudades del interior de la provincia, la problemática trasciende fronteras. Trabajan fundamentalmente en la prevención del VIH dentro de grupos de gays, lesbianas y transexuales, y los informan también sobre los cuidados de la salud en general.

“Nosotros pensamos que para que pueda tener derechos, un sector social se tiene que organizar y reconocer para pelear y reclamar políticas. Una vez que se reconocen políticas, existen presupuestos para ellas. Vivienda, salud, que por ejemplo la pareja de una chica lesbiana también pueda ser asistida por el servicio de su pareja. Es una población muy subsumida y muy expuesta”, detalló a AUNO-Tercer Sector Lorenzo Vargas Cornejo, director de una de las agrupaciones, “Intilla”, y codirector de la Liga junto a Raúl Espinola y Dana Trinidad.

La Liga nació en 1991 cuando “Intilla”, una entidad nacida en San Isidro, decidió formar varios grupos que atendieran a las demandas de los sectores de diversidad sexual más vulnerables.

Así, se fueron armando distintas agrupaciones: “Grupo Remedios de Escalada”, “Grupo Hipoacúsico”, “ALUVIH Sur”, “Travesía”, “PARE’ SIDA-S a todos por igual”, “Grupo de Troncos del Talar” (Mamá Cunn), “Prevensur”, “APID” (uno en La Plata y otro en Mar del Plata), “Grupo Las Flores” y dos más que están en formación y que no tienen nombre aún.

La organización es parte de la “Mesa Interministerial” integrada por otras cuatro redes más y por representantes gubernamentales de la provincia de Buenos Aires. Inaugurada hace tres años, busca trabajar la problemática del VIH.

Entre otras iniciativas, la Liga trabaja en boliches bailables en los que se realizan shows de transformismo y otros espectáculos similares, con campañas de prevención y de información. Cuentan a la vez con un programa global de prevención del SIDA.

En la agenda de la organización para las personas homosexuales, las máximas prioridades pasan por el trabajo, la dignidad, la igualdad y la participación política política y cultural en la sociedad. No así el matrimonio, ya que, entre otras razones, argumentan que “hay muchas maneras de formar una familia”. Otra de las peleas es por la identidad: la posibilidad de los transexuales de cambiar su nombre en el DNI.

“Hay que visibilizar a todos los sectores y hay que generar una sociedad mucho más diversa. Lo que nosotros queremos es lograr que las diversidades participen de la comunidad con los mismos derechos que todos, porque hacemos los mismos esfuerzos que la sociedad. Nadie habla de los desaparecidos gay que hubo durante la dictadura. Nosotros ‘aportamos’ muchas víctimas. En la época de la crisis salimos a la calle como el resto. Tenemos responsabilidades pero no derechos”, agregó Cornejo.

El dirigente expresó a AUNO-Tercer Sector que las diversidades sexuales han sufrido durante los diversos gobiernos “un acto de discriminación institucionalizada”. Y lanzó: “No estamos ni existimos en las leyes, ni ellas existen para nosotros”.

En el plano legislativo, por ejemplo, la equiparación de derechos para las parejas homosexuales a nivel nacional sólo existe en forma de proyectos. En una escala menor, sí hay leyes en la provincia de Río Negro y en la Ciudad de Buenos Aires. Esta última es la que ha tenido mayor resonancia, ya que permite la inscripción de las parejas dentro de un registro y concede ciertos beneficios sociales, como cuidado de la pareja por enfermedad o vacaciones para ambos, pero sólo engloba a quienes trabajan para el gobierno porteño.

Cornejo resume la razón de ser de la entidad: “El elemento que cruza todo esto se llama derecho. Tenemos que entender que la convivencia entre los diferentes es lo que estamos obligados a hacer en el mundo. Necesitamos convivir con el otro diferente, con las diferencias de todos. Pensar en otra cosa es autoritarismo y, obviamente, eso ya fue”.

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