Una de cada diez muertes maternas son por hemorragias posparto

Las cifras, suministradas por la Organización Mundial de la Salud, corresponden a la Argentina, donde constituyen la tercera causa de mortalidad materna. La mitad de los casos se produce en las primeras cuatro horas después del parto. En su mayoría, puden evitarse con una adecuada atención médica.

(AUNO.-) Parto prolongado, anestesia general, sobredistensión uterina, manipulación excesiva del útero, un feto demasiado grande para la edad de gestación, anemia, cesárea o infección uterina son, para los especialistas, los principales factores desencadenantes de los casos de hemorragia post parto, la tercera causa de muerte materna en la Argentina y la primera a nivel internacional, según los últimos datos difundidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el organismo, mueren en el mundo unas 500 mil mujeres como consecuencia de complicaciones ocurridas durante el embarazo o pocas horas después de efectuado el parto; y de ellas, el 99 por ciento reside en países en vías de desarrollo.
En la Argentina, se suceden aproximadamente 690 mil partos por año, y 1 de cada 10 muertes maternas son por hemorragias post parto. Más de la mitad de estos fallecimientos tiene lugar en las primeras cuatro horas posteriores al nacimiento del bebé. “Hay que tener en cuenta que si la persona que atiende el parto carece de medios, el lugar no es pertinente y el traslado de la paciente a un centro adecuado es complejo, la posibilidad de muerte es muy alta; por eso la mayoría de estos fallecimientos ocurre dentro de los primeros 7 días luego del parto”, explica el informe de la OMS.
Son muchos los factores de riesgo. Entre los biológicos, se destacan la alta incidencia de anemia (mayor al 30 por ciento entre las mujeres que viven en países no desarrollados) puesto que una mamá con déficit nutricional no puede tolerar una pérdida de sangre tanto como una mujer saludable podría hacerlo. La atonía uterina, las laceraciones cervicales y vaginales, y la retención de restos placentarios, son otros de los factores determinantes de muertes maternas.
Las condiciones socioculturales también constituyen un detonante de estos decesos. Según la investigación de la OMS, una proporción significativa de partos en los países en vías de desarrollo ocurre en un domicilio particular, debido a preferencias culturales, motivos económicos, prestaciones médicas de baja calidad o servicios con difícil acceso.
A la pérdida de sangre durante las primeras 24 horas post parto se la conoce como hemorragia temprana, en tanto que la clasificada como tardía ocurre después del primer día, pero siempre durante el lapso de las 6 semanas de transcurrido el nacimiento del bebé. La mayoría de las hemorragias post parto ocurren como consecuencia del manejo no efectivo de un sangrado continuo.
¿Cómo evitar esta situación? “Es muy difícil antes del parto poder predecir una hemorragia”, aseguró Daniel Gutiérrez, obstetra del Hospital Rivadavia, de la ciudad de Buenos Aires. No obstante, advirtió que respetar la naturalidad del parto, no realizar maniobras ni procedimientos bruscos o intempestivos y estar muy alerta y atento a que se cumplan todos los tiempos del parto en una forma correcta son factores clave que contribuyen a disminuir las situaciones de hemorragia.
Pero si el sangrado en exceso se produjo, “hay que actuar lo mas rápidamente posible para evitar que esa perdida de sangre sea lo suficientemente grave para descompensar a la paciente y se le pueda suministrar transfusiones de sangre”.
Según el especialista, siempre que se produce una hemorragia post parto desmedida, debe buscarse un origen específico. “Si la causa es una atonía uterina, el útero se va a encontrar fláccido y carente de firmeza a la palpación. Uno debe masajear el útero para que se produzca la retracción. Se administra medicación que ayuda a esta función”.
Si el útero está firme (retraído) y continúa la hemorragia –afirmó Gutiérrez- se debe verificar si hay desgarros del cuello uterino o del periné (los más frecuentes). Para estas situaciones, es menester revisar muy cuidadosamente la vagina, cuello uterino y útero para reconocer los mismos. En caso que se encuentren, se deben suturar y reparar correctamente. En tanto, si la causa es la retención parcial de la placenta, se debe explorar el útero para extraer esa porción. Todos estos procedimientos se deben realizar con la adecuada anestesia y analgesia de la paciente, recomendó el obstetra.
“Cualquier mujer puede tener complicaciones inesperadas e impredecibles durante el embarazo, el parto e inmediatamente después de él. Aunque la atención de la salud de alta calidad ha hecho que la mortalidad materna sea un hecho esporádico en los países industrializados, las complicaciones pueden resultar fatales en las naciones en desarrollo. Es evidente que nos encontramos ante un problema al que muchas veces no se le da la importancia”, subrayó Gutiérrez.

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