Voluntarios de la Fundación Un Techo para mí País trabajaron junto a familias de la comunidad mocoví en la construcción de 100 nuevas viviendas en la localidad chaqueña de Las Tolderías.
Con una ceremonia en la que las familias de la comunidad incendiaron sus viejos ranchos de adobe –hábitat ideal para la proliferación de la vinchuca-, se inauguró un centenar de casas en la localidad ubicada a 30 kilómetros de Charata, el fin de semana del 6 al 8 de agosto. Hasta allí viajaron 500 voluntarios de Buenos Aires, Córdoba (Capital y Río Cuarto), Misiones, Neuquén y Salta.
Un Techo para mí País trabajó en conjunto con la Fundación “Cuerpo y Alma”, que lleva más de cinco años en el Chaco prestando atención médica y trabajando por la erradicación de una de las grandes problemáticas de la región: el Mal de Chagas. Se trata de una enfermedad trasmitida por la vinchuca a través de un parásito que se introduce en la sangre de la persona con el rascado.
En la iniciativa, Un Techo para mí País realizó adaptaciones a la vivienda tipo que construye para hacerla más apta a las condiciones del lugar. En los techos de las casas, de 18 metros cuadrados y construidas en madera prefabricada, se empleó lana de vidrio donada por Isover, como aislación térmica para mantener temperaturas más confortables.
La construcción significó, además, un paso más en la meta anual de la organización de llegar a los “2010 Techos para el 2010”.
La Fundación lleva construidas 1.600 viviendas, junto a 8.000 voluntarios, en 30 barrios de diversos puntos del país.