El programa de partidos del campeonato de Primera División que comienza el 4 de agosto venidero plantea una exigencia extrema en las fechas iniciales para el conjunto orientado por Ramón Cabrero.
El equipo ‘granate’ debutará el domingo 6 del mes próximo frente a River, que acaba de quedar eliminado de la Copa Libertadores de América y comenzará el torneo con la imperiosa necesidad de maquillar la pálida imagen que dejó ante Libertad de Paraguay en Asunción.
Después de recibir al ‘Millonario’ en el estadio de Guidi y Arias, Lanús, que mantiene la base del joven equipo que se consagró subcampeón en el Clausura 2006 –el tercer segundo puesto de su historia–, visitará nada más ni nada menos que a Banfield.
Sí, el esperado clásico del Sur del Gran Buenos Aires se disputará en la segunda fecha, pero aquí no termina el desafío para los muchachos de Cabrero, que en este segundo semestre del año afrontarán –además– la Copa Sudamericana, con un plantel bastante reducido.
Por la tercera fecha Lanús será huésped de Newell’s en el Parque de la Independencia de Rosario, donde el certamen pasado se anotó una victoria impresionante por 2-1 antes de perder con Banfield como local.
Luego de dos encuentros fuera de casa, el ‘Granate’ recibirá a Central, que se perfila para convertirse en uno de los animadores del torneo por las contrataciones que ha realizado, entre ellas la del
atacante estrella de Costa Rica en el Mundial de Alemania 2006, Paulo Wanchope.
¡Qué seguidilla de partidos! ¿Será hora de tomarse un respiro? No, en absoluto, por la quinta jornada del Apertura Lanús jugará en Avellaneda con el Racing de Reinaldo Merlo y trascartón se las verá con el Independiente de Jorge Burruchaga, que era uno de los grandes
candidatos a transformarse en el próximo entrenador de la Selección, en reemplazo de José Pekerman.
El encuentro contra Independiente será en Guidi y Arias, y más tarde Lanús viajará al barrio porteño de La Paternal para medir fuerzas con Argentinos, su primer rival “accesible” del torneo, por la séptima fecha.
Pero a no relajarse, porque luego será el turno de San Lorenzo, como local, y en la jornada siguiente el “Granate” deberá ir a Sarandí para enfrentar al siempre complicado Arsenal. Para entonces, habrá transcurrido casi medio torneo y sólo quedarán Vélez y Boca como adversarios de riesgo por delante, en un epílogo de campeonato casi tan adverso como el comienzo.
Lanús recibirá a Vélez por la penúltima fecha y cerrará su participación en el certamen enfrentando a Boca en La Bombonera, el 10 de diciembre próximo, luego de 19 encuentros.
Después de Arsenal (novena fecha) y antes de Vélez (decimoctava), el equipo de Cabrero jugará con Estudiantes, Quilmes, Gimnasia La Plata, Gimnasia de Jujuy, Godoy Cruz, Colón, Nueva Chicago y Belgrano.
Es decir, Lanús enfrentará en un mes (noviembre) a los tres conjuntos recién ascendidos a Primera A y en el medio viajará a Santa Fe para jugar contra Colón, que también sueña con redondear un destacado torneo y mantenerse arriba hasta el final, tras varios intentos frustrados.
Hace años que el fixture de la categoría más importante del fútbol nacional se realiza “a dedo” y no por sorteo, para garantizar que la televisión logre poner en pantalla una determinada cantidad de partidos atractivos por fin de semana, con Boca y River como
principal atracción.
La empresa Torneos y Competencias, dueña de los derechos de transmisión por TV de los certámenes locales, aporta anualmente 93.500.000 pesos, de los cuales Boca y River embolsan 12.500.000 pesos cada uno. La entidad “granate”, al igual que Banfield, recibe apenas 3.000.000 de pesos.
Estas son las reglas del juego. Los clubes chicos lo saben y Lanús también. Nada benignas fueron las manos mágicas de la AFA con el conjunto de Cabrero, cuyos objetivos podrían quedar truncos de movida, antes de la mitad del torneo, debido al bombardeo de partidos complicados que afrontará en el comienzo del Apertura 2006.
Está claro que el equipo deberá esforzarse bastante para sustentar el proyecto que impulsa el entrenador y la Comisión Directiva: tener un plantel competitivo con jugadores en su mayoría del club.
Encima, también habrá que disputar la Copa Sudamericana, después de haber arañado la clasificación para la Copa Libertadores de América. Las 58 unidades de la temporada pasada no alcanzaron para llegar a esa meta, pero sí brindaron un gran alivio en la tabla de los promedios del descenso.
Con muchos chicos en el equipo, más la experiencia de Cabrero y compañía, será cuestión de sacar pecho ante la adversidad, jugar al fútbol y aprovechar las ocasiones que se presenten para sumar puntos y avanzar, en busca de llegar a la décima fecha lo más entero posible.
AUNO 20-07-06 EFR