Un empate con sabor a triunfo

Un viejo refrán del fútbol reza que “cuando no se puede ganar, lo importante es no perder”. “El Gasolero” rescató una igualdad (1-1) de manera agónica ante Deportivo Armenio, como visitante, que le permite seguir en levantada en busca de una identidad futbolística. “Es un resultado que sirvió. Había que traerse algo, y por suerte lo logramos. Poco a poco vamos mejorando y armando un plantel para pelear cosas importantes”, enfatizó Macalik.

Lomas de Zamora, septiembre 8 (AUNO).- El defensor de Temperley Iván Macalik aseguró estar “muy contento” por aportarle al equipo el gol que le dio el empate agónico (1-1) ante Deportivo Armenio como visitante. A su vez, ponderó “el esfuerzo y la garra” de sus compañeros para remontar un resultado adverso, y resaltó la importancia de “seguir en el buen camino” en el Torneo de la Primera B Metropolitana.

Iban 91 minutos de juego, y “El Cele” volvía con las manos vacías de su expedición a Ingeniero Maschwitz. Sin embargo, en la última jugada del partido, tras un centro de Andrés Manzanares, el lungo ex Ferrocarril Oeste conectó de cabeza a la red, y decretó un empate, que por cómo se dio el partido, tuvo sabor a victoria.

El marcador central de 22 años valoró el punto obtenido sobre la hora, ya que “era necesario traerse algo de esa cancha”, al mismo tiempo, que aseguró que “El Gasolero” “poco a poco va creciendo con el objetivo de pelear en los primeros lugares”.

“Por suerte arañamos un empate. Fue un poco sufrido, pero por suerte el gol llegó. No se pudo ganar, pero había que traerse algo de esa cancha sí o sí. El punto ayuda para seguir afianzándonos e ir mejorando poco a poco”, remarcó el goleador del encuentro.

Si bien los dirigidos por Guillermo Duró no tuvieron una gran actuación, en gran medida por el deplorable estado del campo de juego, fueron constantes en la presión ofensiva y lograron asfixiar al adversario en varios pasajes del encuentro.

“Hubo mucha garra y sacrificio. Es algo que pide la categoría, y más en este tipo de campos de juego, que están un poco descuidados. Como no podíamos trasladar el balón al ras del suelo, optamos por obstaculizar el juego rival, e ir arrinconándolo con una presión constante. En los últimos minutos lo fuimos a buscar, tanto (Andrés) Manzanares como yo nos quedamos permanentemente arriba y por suerte funcionó”, apuntó el zaguero.

El laborioso trabajo realizado por los defensores y mediocampistas en el complemento en busca de la paridad, provocó que el equipo quede expuesto en reiteradas ocasiones a réplicas locales, lo que convirtió al arquero Alejandro Medina, en pieza clave para sostener el marcador y mantener las esperanzas intactas.

Respecto a esto, el ex marcador central de Lanús, se deshizo en elogios hacia su compañero, al calificarlo como “un monstruo”, y resaltó la importancia que tiene el golero para “El Gasolero”.

“Alejandro (Medina) es un mounstro, un arquerazo. Tuvo un partido fenomenal. Con un equipo jugado en ataque en procura del empate, salvó no menos de tres situaciones claras del rival. Es un valuarte del equipo y estamos muy contentos del nivel que exhibe fecha tras fecha”, elogió el defensor.

Con el empate ante “El Tricolor”, “El Celeste” ya lleva tres cotejos sin conocer la derrota (victorias ante Villa San Carlos y General Lamadrid), una racha que no se hacía presente en el elenco del Sur del GBA desde más de nueve meses.

“Es sumamente importante para nosotros no perder partidos seguidos y comenzar a sumar puntos fecha tras fecha. Esto es lo que nos lleva a ir formándonos como un equipo sólido, lo que a la larga nos va a dar más chances de pelear cosas importantes”, reiteró Macalik.

Por otro lado, el joven defensor expresó su felicidad por haber compartido cancha algunos minutos con otros de los refuerzos que trajo Duró para esta temporada; nada más ni nada menos que su hermano Mauro.

“La verdad que fue una doble alegría. El gol te da confianza y te pone contento, pero jugar un rato con tu hermano en un mismo equipo en la primera es una sensación hermosa. Por suerte hicimos bien el trabajo que nos pidió el entrenador. La familia está muy feliz por todo esto. Se lo dedicó a mi hijo recién nacido y a mi viejo que nos alienta desde arriba”, señaló.

Por último, Macalik ya piensa en el próximo rival de Temperley: Barracas Central, el sábado a partir de las 14, en el Estadio Alfredo Beranger, en el marco de la 6° fecha del campeonato de la Primera B Metropolitana, para posteriormente recibir a Yupanqui el miércoles 14 por la Copa Argentina.
“Se viene un partido difícil. En realidad, el torneo es en realidad muy duro.

Esperemos estar a la altura de las circunstancias. Brown (Adrogué) es el que está más firme, pero nosotros miramos al próximo partido que es el más importante, y es en casa, con Barracas. La gente nos va a acompañar como siempre y esperemos seguir en esta racha que nos está permitiendo cambiar la historia paso a paso”, concluyó.

AUNO-08-09-11
MEJ-LDC

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