Concejales kirchneristas de Lanús analizan la posibilidad de pedir la interpelación a funcionarios del Gobierno municipal del intendente Manuel Quindimil, a raíz de la muerte de Martín Castelucci, a manos de patovicas del boliche La Casona de esa ciudad.
El 1 de diciembre, Castelucci fue golpeado brutalmente luego de que se le prohibiera la entrada de un amigo a ese local bailable.
En la bancada de ediles K consideran que “todos fueron responsables de lo sucedido, tanto los que callaron por cómplices o por error”.
La posibilidad de abrir una investigación en el Concejo y de pedir una interpelación, cuya sesión para tal fin se haría antes de fin de año, surgió durante la presentación de una página web del edil Alfredo Giorno (FpV), acto en el que tomaron parte también el diputado provincial K Darío Díaz Pérez y otros dirigentes y el ex legislador Ismael Alé, entre otros dirigentes del sector.
En el acto, realizado en el Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús Avellaneda, se realizó un balance del 2006 y se habló sobre la estrategia a seguir en materia de controles y pedidos de explicación por la muerte de Castelucci.
Fuente del bloque K hicieron saber a la Agencia Auno que en caso de pedir una interpelación, pedirán que vaya al Concejo a dar explicaciones el secretario general de la Municipalidad, José Luis Bianchi.
En tanto, Oscar Castelucci, padre de Martín, aseguró hoy que los incidentes registrados el sábado frente al boliche La Casona, en oportunidad de una movilización para pedir justicia “fueron provocados”.
“Lo que desató la locura fue la salida de esta gente que trabaja y vive en La Casona. Salieron con palos pidiendo que paren la protesta porque iban a perder sus trabajos. Entiendo la causa de esa violencia, pero no la comparto”, afirmó Castelucci en declaraciones radiales.
En la tarde del sábado, un grupo de jóvenes que protestaba frente al local bailable ubicado en avenida 25 de mayo 79 de Lanús Oeste, ingresó por la fuerza al local y prendió fuego parte de las instalaciones, lo que motivó la intervención del Cuerpo de Infantería de la Policía bonaerense que reprimió a los manifestantes con balas de gomas y gases lacrimógenos.
La furia se generó tras la decisión del juez de Lomas de Zamora Daniel Viggiano, que interviene en la causa, de dejar en libertad a Jorge Luis Romano, uno de los dos patovicas acusados de matar a Martín.
Mientras que José Segundo Linqueo Catalán, el único de los custodios que permanece arrestado, el sábado siguió el consejo de su defensor oficial y se negó a declarar ante el fiscal correccional de Lomas de Zamora Fernando Semisa, quien en los próximos días le entregará la causa a un fiscal criminal.
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