Recapturaron al ex jefe del Pozo de Banfield

El ex comisario bonaerense Juan Miguel Wolk, que comandó el centro clandestino de detención desde 1976 hasta 1979, estaba prófugo desde mayo de 2012, cuando la Justicia fue a buscarlo tras la revocación de la prisión domiciliaria.

Lomas de Zamora, mayo 20 (AUNO).- El ex comisario mayor de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Juan Miguel Wolk, quien fuera jefe del centro clandestino de detención denominado Pozo de Banfield, fue recapturado y trasladado a la cárcel de máxima seguridad de Marcos Paz un año después de que se fugara de su casa de Mar del Plata, donde cumplía arresto domiciliario, procesado por delitos de lesa humanidad.

Apodado “el nazi”, el represor estuvo a cargo del Pozo de Banfield, ubicado en Siciliano y Vernet, desde 1976 hasta 1979, accionar por el cual está acusado de los delitos de privación ilegítima de libertad y torturas a más de 300 víctimas, así como también por la apropiación de bebés nacidos allí.

En el Juicio a las Juntas Militares, tras el retorno de la democracia, Wolk fue condenado a 25 años de prisión, pero por las leyes de Punto Final y Obediencia Debida sorteó el cumplimiento de la pena. En 1998, el destituido juez español Baltazar Garzón solicitó la extradición del ex comisario, pero el gobierno desatendió el pedido.

Una vez derogadas las “leyes del perdón”, que habían indultado a los represores, la Justicia quiso tomarle declaración a Wolk, pero su defensa presentó un certificado de defunción. Sin embargo, no pudo evadir a los tribunales por mucho tiempo, ya que en 2010 la hermana de Horacio Ungaro, uno de los jóvenes secuestrados en la Noche de los Lápices, descubrió que vivía en Mar del Plata y lo notificó a los jueces.

Luego de aquella investigación llevada a cabo por Marta Ungaro, el ex jefe del Pozo de Banfield pasó un tiempo detenido en su casa en la ciudad de la costa (era vecino del ex jefe de la policía bonaerense Miguel Etchecolatz y del ex médico de la misma fuerza Osvaldo Falcone) hasta que la Corte Suprema de Justicia revocó el beneficio de la prisión domiciliaria y, cuando la policía fue a buscarlo para trasladarlo al penal de Marcos Paz, se había fugado.

Recapturado Wolk, la Justicia aún continúa buscando a otros represores prófugos, como Teodoro Gauto, Ricardo Luis Von Kyaw, Néstor Ramón Buzzato, Alberto Candioti y Jorge Luis García, quienes deberían estar siendo juzgados por la comisión de delitos de lesa humanidad en la jurisdicción de La Plata.

El Pozo de Banfield funcionó en la Brigada de Investigaciones de Delitos Contra la Propiedad y Seguridad Personal desde octubre de 1974 hasta octubre de 1978, por lo que está considerado uno de los primeros centros clandestinos de detención en funcionar, ya que fue dos años antes del golpe cívico-militar.

Por sus celdas pasaron algunos de los jóvenes estudiantes secuestrados durante la Noche de los Lápices, así como también militantes sudamericanos detenidos en el marco del Plan Cóndor. También funcionó como maternidad clandestina controlada por el médico policial Jorge Antonio Bergés, quien era el “único médico policial dependiente de la Dirección General de Investigaciones y circulaba por los diversos Centros Clandestinos ocupándose tanto de la atención médica de los detenidos salvajemente heridos en las torturas y en los operativos de secuestro, así como también de las revisaciones periódicas de las mujeres embarazadas y la asistencia de sus partos”, de acuerdo a las investigaciones de Abuelas de Plaza de Mayo.

En agosto de 2006, el decreto provincial 2204 transfirió el edificio a la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos bonaerense para que sea destinado a un “espacio para la Memoria, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos”. Sin embargo, pesa sobre el una medida de no innovar ya que la estructura sigue siendo una de las pruebas en las causas que investigaciones los delitos allí perpetrados.

PT-AFD
AUNO-20-05-13

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