Fue un año movido para Banfield. En el arranque la pesada mochila del título conseguido por Lanús en diciembre de 2007, elevó demasiado la vara de exigencia del equipo, que por ese entonces comandaba Juan Manuel Llop. Tanto fue así, que ni el 5-0 logrado por el “Taladro” en el clásico del Sur alcanzó para que el actual entrenador de Racing cumpliera su contrato con la entidad albiverde.
Luego del irregular interinato de Miguel Jerez y con un ambiente político que se recalentaba a medida que se acercaban las elecciones de octubre, se produjo a llegada de Jorge Burruchaga, que tomó un plantel totalmente renovado; sin su mejor pieza, Darío Cvitanich, pero con la incorporación de varios jugadores de cartel como pelear bien arriba.
Hoy, los 23 puntos del Apertura, que lo dejaron en la decimotercera ubicación, tienen sabor a poco y el año que se va parece no haber dejado demasiado por ponderar.
En este contexto, el presidente del club, Carlos Portell, analizó en un mano a mano con* AUNO* la actualidad de la institución y puso en la balanza lo bueno y lo malo de 2008.
-¿Cómo fue el año de Banfield?
-Muy bueno. Banfield sigue creciendo en todos los aspectos: en lo institucional, en la infraestructura, en lo deportivo, sobre todo en el fútbol amateur, donde muchos clubes nos ven como un espejo.
-¿Qué análisis hace de las elecciones que su lista ganó en octubre?
-Estoy muy contento porque hubo un 50 por ciento de los votos que fueron genuinos. Después hubo otros votos que fueron contra alguien.
-Imagino que lo dice por los votos de la oposición en contra suyo.
-Sí, fijate que hubo muchas agrupaciones que a último momento no se presentaron y esos votos seguramente fueron en contra del oficialismo, pero no a favor de alguien. Además, cerca de la mitad del padrón no se presentó a votar y posiblemente con esos votos el resultado hubiese sido otro. Si esas personas hubiesen estado disconformes con la gestión lo hubieran expresado. Acá, en la Argentina, mostramos más el disconformismo que el conformismo. Por eso digo que el gran mérito fue que el 50 por ciento de los votos que recibimos fueron genuinos.
-¿En algún momento pensó que perdía?
-En el momento del escrutinio final. Ahí vi que la cosa se complicaba.
-A la distancia, ¿no cree que haber ganado por sólo 24 votos se debe a que muchos socios evaluaron en forma negativa varios aspectos de su gestión?
-Sí. La gente está disconforme con el fútbol y es lógico porque las campañas en los últimos años no fueron buenas.
-¿En qué fallaron?
-El fútbol es un juego. River, por ejemplo, con el mismo plantel fue campeón y a los seis meses terminó último. Muchas veces hay jugadores y cuerpos técnicos que no rinden lo que uno espera de ellos.
-¿Usted esperaba más del ciclo de Burruchaga?
-Esperábamos una campaña mucho mejor porque hay material como pelear mucho más arriba. Todos estamos disconformes: los dirigentes, el cuerpo técnico, los jugadores, los hinchas.
-¿Cómo está el club a nivel económico?
-Muy bien. Muy sólido. Esta vez lo que se buscó fue comprar los derechos federativos de varios jugadores e invertir para asegurarnos un plantel propio por tres años. Es la primera vez que Banfield está tan bien económicamente.
-Por lo que dice hoy no necesita vender a ningún jugador.
-No, Banfield no está necesitado de vender, lo hará sólo si aparece una gran oferta.
-Se habla de la posible salida de (Luciano) Civelli, (Nicolás) Bertolo, (Walter) Erviti…
-No, hasta el momento no hubo ninguna oferta concreta. Obviamente hay empresarios que se interesan o sondean por algún jugador, pero por ahora nada en concreto.
-¿Por qué no se pudo presentar el balance de la temporada 2007-2008?
-Fue un problema técnico. Faltaba un dinero de un porcentaje por la venta de (Darío) Cvitanich al Ajax de Holanda que estamos por cobrar. Pero no hay nada raro… No va a haber problemas para presentarlo el año que viene. Fue un error del contador, nada más.
-¿Burruchaga le pidió refuerzos?
-Si hay un muy buen delantero, sí. Esa es la prioridad. Si no se arreglará con lo que tiene. Se tiraron cientos de nombres, pero la realidad es ésa.
-Se dijeron muchas cosas sobre una charla que tuvo con los jugadores en el vestuario, después del partido contra Huracán (Banfield igualó 0-0). ¿Qué pasó? ¿Cambió a partir de allí su relación con el plantel?
-No, no cambió para nada. No pasó nada. Hubo una charla y todo lo que sucede adentro de un vestuario entre los jugadores, el técnico o el presidente no debe salir de ahí.
MV-LDC
AUNO-29-12-08
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