-¿Qué te pareció el desempeño de la Selección Sub 20 en el Campeonato Sudamericano disputado en Montevideo?
-Me gustó, la vi muy competitiva. Tiene muy buenos jugadores. Este equipo viene desde hace mucho tiempo trabajando con (Humberto, director técnico) Grondona, desde la Sub 17 e incluso antes de esa etapa. Se conocen muy bien, hay un recambio importante en algunos puestos. Eso es importante para el fútbol argentino. Para nosotros está bien y es mejor que a la selección le vaya bien y celebramos que sea así. Ojalá que hagan un buen papel en el Mundial Sub 20 de Nueva Zelanda y en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Seguramente en los JJOO no jueguen estos chicos, porque al ser Sub 23 es otra categoría. Me parece que eso habría que modificarlo a futuro, porque le dan la responsabilidad de clasificar a jugadores que después no van a competir el torneo. Habría que buscar alternativas.
-¿Qué rescatás de tu paso por la dirección técnica de la selección sub-20 de Chile?
-Fue una experiencia incompleta porque las expectativas no fueron cumplidas. A mí me contrataron por un año y no pude finalizarlo. Particularmente creo que estábamos haciendo un trabajo muy bueno aunque después no pudimos plasmarlo en los resultados deseados. No quiero hablar mucho más al respecto porque seguramente lastimaría algunas susceptibilidades, no quisiera ahondar en la respuesta.
-¿Qué diferencias notás entre los juveniles chilenos y los argentinos?
-En este caso y en estas circunstancias, la diferencia entre ambos seleccionados es el tiempo de trabajo. No hay muchas más diferencias. La selección argentina sub-20 viene manteniendo el mismo plantel desde hace cinco años, mientras que la de Chile ha tenido más recambio. El fútbol chileno ha crecido mucho en los años recientes gracias a la llegada de Bielsa y después de Jorge Sampaoli. Los torneos de Chile son atractivos, están bien organizados por la ANFP (Asociación Nacional de Fútbol Profesional). Desde ese lugar seguramente el fútbol chileno seguirá evolucionando. Se han profesionalizado muchas áreas y podrán cumplir sus objetivos. Que no se hayan clasificado al Mundial de Nueva Zelanda no significa que no se haya crecido, es un traspié en una categoría que quizá no merecía estar en una copa del mundo.
-En estos últimos años el fútbol alemán ha crecido mucho desde sus categorías formativas, ¿qué opinás sobre este vuelco rotundo que dio?
-El fútbol alemán cambió mucho desde el año 2000, en especial la formación de jugadores. Hace quince años los equipos juveniles de Alemania estaban compuestos solamente por jugadores de buena talla física, en los que buscaban constantemente con pelotazos a un centrodelantero grandote para que los baje. Pero hoy hay jugadores con mucha más técnica y con más conceptos tácticos. Esto tiene que ver con la inversión que ha realizado la federación alemana y que también han realizado todos los clubes con la selección y formación de juveniles.
-¿Se puede imitar algo así en el fútbol argentino?
-Creo que no podemos compararnos con el fútbol europeo, es imposible. No tenemos la infraestructura, ni el dinero ni los lugares para desarrollar una tarea así. Hay que separar las cosas y vivir otras cosas. A lo mejor se podría realizar algo en conjunto con la AFA para no vender los jugadores a una edad tan temprana para que puedan exprimir su potencial en el fútbol argentino, pero eso también involucra a la FIFA. Si la FIFA, porque si la FIFA no toma cartas en el asunto seguirá existiendo la emigración de juveniles.
-¿La imprevisibilidad en los manejos de la AFA dificulta la tarea de los formadores a la hora de delinear un proyecto a largo plazo en un club?
-Creo que hay muchas cosas que se pueden mejorar. Un jugador no puede estar parado cuatro meses en la competencia. El juvenil termina de competir en noviembre y retoma a fines de marzo del año siguiente. Ese es uno de los errores que hay que corregir. También se podría establecer alguna normativa que impida a los jugadores marcharse al exterior antes de que cumplan los 18 años. Pero que los juveniles jueguen en primera o no ya no es asunto de la AFA. Hay clubes que no están interesados en utilizar sus divisiones inferiores o que los entrenadores que contratan prefieren comprar futbolistas de otros equipos. Hay diferentes facetas en el fútbol. Hay técnicos a los que sí les gusta trabajar con juveniles, como a Matías Almeyda, afortunadamente. Hay que destacar que en el último torneo han surgido muchos entrenadores jóvenes que han armado equipos competitivos.
AUNO-18-03-15
AS-MFV