Vivas: “El juvenil es mucho más difícil de manejar que antes”

Ya comenzadas sus funciones como coordinador de las Divisiones Inferiores de Banfield, el entrenador explicó la importancia de la formación en el jugador e indicó los puntos clave para que la fama y el dinero no obnubilen la visión del profesional y dificulten su desarrollo.

Agustín Szafranko

Lomas de Zamora, marzo 18 (AUNO).- El coordinador de las Divisiones Inferiores de Banfield, Claudio Vivas expuso las expectativas y la metodología de trabajo prevista para los tres años de contrato que lo vinculan al club del Sur del Gran Buenos Aires.

Si bien arregló su llegada el 12 de noviembre pasado, Vivas, que entre 2005 y 2009 tuvo un significativo ciclo como coordinador de las categorías formativas en Estudiantes de La Plata, instauró su metodología a inicios de enero, en busca de aportar promesas juveniles al primer equipo conducido por Matías Almeyda.

A continuación, los pasajes más interesantes de la charla exclusiva que mantuvo con AUNO:

-Asumiste el cargo dos meses antes de que termine el año pasado pero afirmaste que la parte fuerte del proyecto comenzaba en enero de 2015. ¿Cómo viste al club en este período de dos meses que en tu presentación calificaste como “etapa de diagnóstico”?

-En realidad fue un período de un mes porque la competencia futbolística terminó el 12 de diciembre y yo había empezado el 12 de noviembre. Todo lo que siguió fueron preparativos, organización, pedidos, cumplimiento de pedidos. Lo primero que notamos fue una gran predisposición de la dirigencia a la hora de colaborar y realizar los cambios que habíamos pedido. Hubo un avance muy grande. Hemos dejado todo cerrado para que el año 2015 sea un año con buenas condiciones de trabajo. El primer paso, que fue la pensión, ya lo terminamos. El segundo paso, que fue el fichaje de algunos jugadores que pudimos ver en los meses de noviembre y diciembre, lo hemos realizado. Hemos dado un vuelco muy grande en la metodología de trabajo, en cuanto a lo que necesitamos para poder mejorar futbolísticamente a los jugadores. Hemos renovado el staff técnico con la incorporación de gente de abajo y haciendo que gente de arriba esté abajo para potenciar un poco lo que es el ingreso de pre-novena a novena. Estamos trabajando en conjunto con el cuerpo técnico de primera, también con la reserva en las necesidades que ellos requieran. Estamos adaptándonos al cambio de las canchas que están paulatinamente recuperándose del desgaste de tantos años. Estamos en pedido permanente con la directiva para tratar de hacer la cancha de césped sintético grande y moderna para que los jugadores puedan entrenar sin ningún problema. Estamos evolucionando. No estamos quizá como uno pretende, pero hay que saber adaptarnos a los momentos y hay que saber y entender que hay un esfuerzo muy grande detrás de todo este proyecto.

-¿Cuan importante es ese trabajo en conjunto entre la Primera, la reserva y las divisiones inferiores?

-Nosotros tenemos un solo objetivo que es sacar jugadores de inferiores para nutrir el primer equipo de Banfield. Nuestro primer paso es tratar de lograr que los equipos de Banfield tengan una idea de juego similar en lo futbolístico a la primera división. Obviamente nunca vamos a poder jugar como la primera, porque el futbolista de primera tiene muchas cosas que el juvenil no tiene. El juvenil requiere un proceso de formación. Estamos formando jugadores para la primera. Entendemos que hay una modernización en el fútbol, que hay situaciones que son habituales en el fútbol. Nosotros sabemos que los arqueros de las divisiones inferiores de Banfield tienen que ser altos y con buena presencia en el área. Quizás hay arqueros que tienen grandes condiciones pero que por su estatura no van a tener futuro. Hemos sacrificado algunos chicos, lamentablemente uno tiene que informar situaciones a una edad muy temprana. Atrás de todo esto hay un proyecto. El futuro de Banfield se está construyendo. Si lo anterior fue bueno o malo, no lo sé. Hay una metodología nueva, hay gente nueva, hay recambio de entrenadores, hay gente que ha estado también en otro proceso. Nosotros venimos, con mi equipo, a colaborar con el crecimiento de la institución, la cual a través de esta dirigencia encabezada por Eduardo Spinosa (presidente) y con la colaboración de Gabriel Mariotto, está cumpliendo el tercer ciclo del proyecto. El primer ciclo era retornar rápidamente a primera. El segundo era mantenerse y formar un equipo competitivo para la primera división. El tercer ciclo es reorganizar y refundar las divisiones inferiores. No hay un objetivo inmediato, es imposible. Tal vez lo más inmediato es colaborar para que el primer equipo tenga armas para que la institución siga creciendo. Y a mediano plazo brindar jugadores a la primera para que el club no tenga que salir al mercado a buscar futbolistas, donde definitivamente ha sido muy escaso. Y el objetivo final es que dentro de tres o cuatro años la primera de Banfield tenga en un alto porcentaje jugadores de la cantera.

-Muchas veces se acusa que en la formación del juvenil se priorizan las condiciones físicas por sobre las técnicas, ¿qué hay de cierto en esto?

-En lo que respecta a mi metodología, tenemos organizados dos bloques de trabajo: uno físico y otro técnico-táctico. Nosotros no formamos jugadores para que solamente corran. Los bloques de trabajo son todos abocados a la parte futbolística. Obviamente el jugador necesita una preparación física y necesita ser competitivo a la hora de entrar a la cancha, para lo cual necesita una buena contextura, un buen estado físico y que sea fuerte. Pero no nos podemos olvidar de lo futbolístico. Tenemos que lograr que nuestros equipos sean competitivos, modernos y vistosos. No sé si lo podremos lograr, pero es la idea que tengo y la que inculco a mis entrenadores. A mí el resultado no me interesa tanto, me interesa que compitamos. Ganar siempre es bueno y agradable, pero la competencia es parte de la formación, y para mí es fundamental formar jugadores competitivos.

-Hay una disputa clásica dentro del fútbol entre dos posturas: una, más resultadista, que sostiene que los juveniles deben ganar desde las categorías infantiles para acostumbrarse al triunfo, y la otra que considera que se debe priorizar el funcionamiento sobre el resultado, ¿sos más cercano a esta segunda postura?

-Podría decirse que sí. Ojo, no es que no me interese ganar. A mí, como a todos, me gusta ganar, pero para mí no es la prioridad. Hay gente de la escuela vieja que quiere ganar a toda costa, porque creen que con eso mantiene su trabajo y su lugar. A mí particularmente me ha ido bien como coordinador de inferiores, pero no así en primera división. El resultado de mi proyecto anterior en Estudiantes de La Plata sigue dando frutos, proyecto que por supuesto no hice solo, sino que con mucha gente. A los jugadores que formamos intentamos inculcarles jugar bien al fútbol y también ganar. Lo que pasa es que si les inculco primero ganar, dejaría de lado otras cuestiones. Y para ganar van a tener tiempo, porque en primera sí que hay ganar. Las maneras tienen mucho que ver. A mí me gusta que mi equipo gane jugando bien, pero no siempre se logra. Hay que saber dividir lo que es Primera y lo que es divisiones inferiores. En inferiores hay que entrar a la cancha a intentar jugar bien. Si se logra forjar una idea futbolística, seguramente estaremos más cerca de lograr el resultado deseado.

-Hace años que estás en el fútbol, ¿qué diferencias notás entre los procesos de formación de hace unos años con los de ahora de la actualidad?

-Ha cambiado mucho el fútbol. Yo cuando jugaba se jugaba de una manera, y ahora que soy entrenador y formador se juega de otra. Se ha logrado más intensidad, se han cambiado los sistemas de juego. Se ha logrado quizás una formación diferente. A nosotros cuando jugábamos en divisiones inferiores en Newell’s teníamos una formación muy tradicional. La virtud que tenía Jorge Griffa (coordinador de divisiones inferiores de Newell’s entre 1972 y 1995) era que poseía un buen ojo para buscar jugadores. Había una cantidad enorme de juveniles porque los equipos de Buenos Aires no estaban alertados de la importancia de las inferiores, salvo Ferro con su DT, Carlos Griguol. En Newell’s vendían a (Gustavo) Dezotti y entraba (Abel) Balbo; salía Balbo y entraba (Ariel) Cozzoni; salía Cozzoni y entraba (Gabriel) Batistuta. Al haber tanta competitividad, los logros son superlativos. Las décadas de Griffa en Newell’s fue única. Al ser hincha he sabido asimilar y admirar esa cuestión. Es cierto también que la competencia es más grande. Si hoy uno se demora en fichar a un jugador un día, ya está en otro club probándose. Hay que estar dispuestos a ejecutar las cosas en el momento exacto.

-¿Y notás algún cambio en el aspecto mental del juvenil actual con respecto a los juveniles de hace unos años?

-Hoy el juvenil es mucho más difícil de manejar que antes. Hay muchas distracciones dando vueltas en la cabeza de los chicos. Antes quizá las drogas sociales no existían, y hoy hay que estar atentos a eso. Nosotros queremos formar jugadores y personas. Nuestro trabajo va a ser incompleto si no formamos personas además de futbolistas. Desde ese lugar estamos trabajando mucho. Tenemos un psicólogo, una asistente social, un departamento médico, profesores de educación física abocados a la tarea. Tenemos mucha gente que está detrás de este proyecto. No lo estoy haciendo solo. Tenemos un buscador de talentos que a lo largo y a lo ancho del país hace sus periplos. Esto ha crecido, en mi época de jugador los entrenadores de arquero no existían, salvo en Europa. Ahora hay uno en cada cuerpo técnico. Eso quiere decir que el fútbol se ha profesionalizado mucho más, y eso es bueno.

-¿Es relevante lo que realice el jugador en su vida privada mientras rinda en la cancha y cumpla con los entrenamientos?

-Yo creo que sí, en especial en las categorías formativas. Nosotros empezamos a dar unos talleres para enseñarles a los chicos a hablar, a manejarse, a que puedan presentar un currículum el día de mañana. Cuando digo que tenemos que formar personas, me refiero a que tenemos que formar buena gente, con buenas intenciones, con sentido de pertenencia, con mucha predisposición al esfuerzo, que sean cumplidores no solamente en lo futbolístico sino también en lo escolar. El jugador que juegue en Banfield va a tener que estudiar sí o sí, sobretodo el jugador que viva en la pensión. Pretendemos que un jugador tenga una educación acorde a su edad y estilo de vida. No vamos a aceptar ningún jugador que no vaya a la escuela. Desde ese lugar tenemos que colaborar en su educación y en su vida personal, porque no todos pueden ser jugadores de fútbol, muchos tienen un techo, un límite. Tenemos que agregarle diferentes alternativas para que puedan salir a la vida a buscar su vocación en caso de que no sean futbolistas.

-¿Cómo ves el trabajo que está realizando Marcelo Bielsa en Marsella?

-Creo que está haciendo un gran trabajo, como nos tiene acostumbrado a todos los que amamos su escuela y su forma de ver las cosas. Además de ser un gran entrenador, fue un gran formador de juveniles. No me sorprende que esté peleando la liga, siempre es bueno que Marcelo esté dentro del mundo del fútbol. Es mi referente en el mundo del fútbol, tanto por metodología como por sus ideas.

AUNO-18-03-15
AS-MFV

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