“Feminazi de mierda”, “mamarracho político”, “hada virginal” y “gnomo”. Estas son sólo algunas de las agresiones machistas que recibieron a través de las redes sociales las mujeres y disidencias que fueron candidatas en las elecciones de 2019, según un estudio hecho por Fundeco, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) y la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina (Copppal).
Durante la campaña electoral de 2019, un equipo de investigadorxs monitoreó los comentarios que recibieron 22 mujeres y disidencias que fueron candidatas a cargos ejecutivos y legislativos a nivel nacional y provincial.
Fueron monitoreadas las cuentas de Twitter, Instagram y Facebook de Cristina Fernández de Kirchner, María Eugenia Vidal, Victoria Donda, Ofelia Fernández, Cynthia Hotton y Myriam Bregman, entre otras dirigentes de diversos partidos políticos.
De más de 340 mil tweets analizados, 16.748 contenían agresiones machistas. La mayoría fueron expresiones discriminatorias vinculadas a los roles de género, mensajes para menospreciar las capacidades de las candidatas o alusiones a su cuerpo y su sexualidad.
En el relevamiento también fueron encontrados mensajes de acoso, campañas de desprestigio y amenazas físicas, psicológicas, económicas y sexuales.
La investigadora e integrante de Fundeco Agustina Gradin resaltó que las candidatas que sufrieron “mayor nivel de violencia” fueron aquellas que “además de ser mujeres son jóvenes, feministas o tienen una posición tomada sobre la interrupción voluntaria del embarazo”, como por ejemplo, Ofelia Fernández.
Un mensaje aleccionador
Según Gradin, las constantes agresiones machistas a través de las redes sociales genera un “mensaje aleccionador que busca disciplinar a las candidatas y al colectivo general de mujeres y disidencias” que quieren desarrollar una carrera política.
“El mensaje que les llega a las mujeres y disidencias es que no se metan en política porque van a quedar expuestas a este tipo de violencia. Esto inhabilita y dificulta el goce de los derechos políticos de las candidatas y desestimula la posibilidad de las mujeres de participar en política”, sostuvo la investigadora, en diálogo con AUNO.
¿Cómo frenar esta situación?
La referente de Fundeco subrayó que es necesaria la visibilización de la violencia machista que sufren las mujeres y disidencias en la política. Asimismo, destacó que es necesaria una “concientización de las propias mujeres, que muchas veces naturalizan estas situaciones y las entienden como parte de las reglas del juego, entonces no las denuncian ni las combaten”.
“También hay que trabajar con los mismos partidos políticos, que muchas veces reproducen estas prácticas por no contar con protocolos intervención ante casos de violencia política hacia dentro de sus propios espacios”, señaló a este medio. Aunque lo fundamental, indicó Gradin, “es un cambio de la cultura política que incluya una mirada más amplia, integradora y feminista”.
AUNO-26-8-20
PC-SAM