El locutor, escritor y músico Alejandro Dolina subrayó que la radio hoy en día está vinculada al periodismo y «no tanto al arte como en los tiempos clásicos”, durante una charla abierta por los 100 años de la radio, organizada por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
“En los tiempos clásicos, la radio era una cosa artística, teatro, radio teatro, humoristas, cantantes músicos, y el periodismo tenía un lugar que era de dos minutos o media hora, pero ahora se ha invertido, porque lo artístico no ocupa lugar y todo el tiempo estamos oyendo noticias que se producen”, explicó el conductor de «La venganza será terrible».
El artista señaló que “la música muchas veces es infravalorada en la radio», ya que se reduce a cortina o de fondo, y además remarcó que «los conductores de radio tienen vergüenza de poner un disco entero, porque los discos a veces duran cuatro minutos y cuatro minutos les parece una eternidad”.
En el marco del centenario de la radio, Dolina aseguró que no hubo tantos cambios como parece, sino que hubo «cambios tecnológicos» que no sólo abarcaron a la radio. “El cambio en los contenidos no ha variado tanto, no ha aparecido el equivalente poético a la revolución que significó la red y la nube, y no aparecieron formas nuevas de comunicación y de ejercicio artístico en la radio”, explicó.
En cuanto a la magia de la radio, consideró que la radio no es “mágica” sino son las palabras, y comentó que “la radio te permite imaginar todo” ya que al no verse uno puede “imaginar lo que quiere, pero en realidad lo que te permite imaginar todo es la persona que habla”.
“Las palabras son el lenguaje del pensamiento, y las palabras se han refugiado en lo que el medio se refiere en la radio; la televisión también tiene sus palabras, pero son siempre subsidiarias de la imagen”, aclaró durante la actividad organizada por radio Conurbana junto al Área de Medios de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ.
Los silencios en la radio, comentó el conductor, “sirven para ordenar, como estrategia de comunicación” y como “elemento de actuación, pero aclaró que un programa de radio hecho de silencios sería «un fracaso”.
Para Dolina, el humor es “un mecanismo» que uno deja que aparezca de «manera casual y sin libreto” y explicó que “estos ejercicios a veces no resultan y hay que tener un segundo camino menos ambicioso”.
“Cuando hay improvisación debe haber reglas” y agregó que “algunos programas son muy delirantes y lo que se usa es la relajación”.
AUNO-28-8-20
MC-SAM