Los restos del Che y los pedidos de la ONU

En la búsqueda de la verdad, el Equipo Argentino de Antropología Forense logró la identificación de alrededor de 400 víctimas de violaciones a los derechos humanos, desaparecidas por la última dictadura militar. Miles de militantes sufrieron este accionar terrorista. También aquellos que buscaban la verdad, como las primeras Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, […]

En la búsqueda de la verdad, el Equipo Argentino de Antropología Forense logró la identificación de alrededor de 400 víctimas de violaciones a los derechos humanos, desaparecidas por la última dictadura militar.

Miles de militantes sufrieron este accionar terrorista. También aquellos que buscaban la verdad, como las primeras Madres de Plaza de Mayo, Azucena Villaflor, María Eugenia Bianco y Esther Careaga, secuestradas de la Parroquia de la Santa Cruz en 1977, torturadas en la ESMA y arrojadas al mar.

Sus restos fueron depositados como “NN” en fosas del cementerio General Lavalle, en la provincia de Buenos Aires. Allí, se identificaron los restos de la monja francesa Leonie Duquet, de 60 años, que colaboraba con las Madres.

El 12 de julio de 1997 el mundo conoció el hallazgo de los restos de “Che” Guevara. El EAAF participó de esa búsqueda, como así también en otras misiones a pedido del Tribunal Criminal Internacional para la ex Yugoslavia; la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas; la Comisión de la Verdad de Filipinas, y distintas misiones en Perú, El Salvador y Sudáfrica, Etiopía, México, Colombia, Sudáfrica, Rumania, y Chipre.

El compromiso de los miembros del equipo los condujo a realizar sus tareas en varios países. Y en cada uno, brindaron asistencia técnica con el fin de formar grupos locales. “Nadie mejor que la gente del país para entender la problemática social”, contó Daniel Bustamante, miembro del EAAF, en Buenos Aires.

Años después, del grupo inicial continúa la mayoría Luis Fondebrider, Anahí Ginarte, Darío Olmo, Patricia Bernardi, entre otros aportando pruebas a la Justicia habitualmente a pedido de organizaciones locales o internacionales, cuerpos judiciales, comisiones de la verdad o tribunales internacionales.

El EAAF trabaja en colaboración con las comunidades y familias de las víctimas. “Seguimos yendo a algunos países por pedido de los familiares, te conocen y te piden de ir a trabajar”, contó. El Equipo asiste a los familiares en su derecho a la recuperación de los restos de sus seres queridos, así como en la reconstrucción histórica del pasado, en varios casos, sepultado por los mecanismos del terror.

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