Los boliches y bares piden ayuda para sobrevivir a la pandemia

Estos comercios cerraron sus puertas apenas inició la pandemia y aún no están habilitados para retomar la actividad. Los dueños de negocios bailables bonaerenses pidieron ayuda al Estado para sobrepasar la crisis económica ante la cuarentena por Covid-19. “La evaluación es crítica, estamos atravesando la peor crisis de todos los tiempos”, remarcó Carlos López, presidente de CEDIBBA.

Los boliches y bares bonaerenses se encuentran en “estado de emergencia y crisis” ante el cese de actividades frente a la pandemia de coronavirus, por lo que muchos locales  “quedarán en el camino y cerrarán, mientras que otros adaptarán los espacios transformándolos”, aseguró a AUNO el presidente de la Cámara Empresaria de Discotecas y Bares de la provincia de Buenos Aires (Cedibba), Carlos López.

La cámara, que agrupa a unos 750 bares y discotecas, solicitó a las autoridades provinciales alguna ayuda económica o salvataje en líneas de crédito para evitar el cierre definitivo de las empresas, pero aún están a la espera de poder concretar una solución y así evitar el cierre definitivo de las empresas. 

Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio han bajado sus persianas varios locales bonaerenses, y en la zona sur, se registró el cierre de los locales Look, Osiris, Antigua Tierra y Enigma, en el partido de Quilmes, y de los boliches Zoom, Quijano y Berracos en Esteban Echeverría.

López aseguró que la pandemia provocó una “crisis comercial” que los coloca en un “riesgo total” teniendo en cuenta las tarifas y la falta de consumo ya que el sector venía “golpeado duramente”. “Nos siguen llegando boletas por montos que son imposible de pagar, aún no teniendo actividad, nuestro tipo de tarifa regulatoria es alta, y sobre este tema estamos a la espera de respuestas”, explicó el presidente de la cámara.  

Para mejorar la actividad, la cámara solicita que se evalúen todos los casos para conseguir créditos de salvataje a tasa 0, que se corrijan las tarifas de consumo eléctricos, servicios y cánones que recaen sobre la actividad mientras estén cerrados, y se evalúe la regulación de las tasas contributivas en todos los municipios, como así también el aplazamiento de todos los apremios por el tiempo mínimo de un año una vez que la actividad comience a funcionar, y que a su vez, se corrija la legislación previsional e impositiva, respecto al rubro y la forma de trabajo.

“Todas estas situaciones deben ser evaluadas a la hora de hacer un verosímil relevamiento, de lo contrario estamos ante una extinción comercial, ya que lo que abunda es lo clandestino e indocumentado, como las fiestas y locales que no poseen documentación alguna para ejercer la actividad”, subrayó López.

Cómo trabajan en Lomas: redes sociales, promociones y delivery

Adrián Mattiauda, uno de los dueños del boliche Mi Club en Banfield, señaló a AUNO que la situación está “muy complicada” ya la actividad será la última en abrir, porque “dependerá de la evolución de la pandemia, vacunas y protocolos”.

Mi Club utiliza las redes sociales para mantener a las personas lo más conectadas posible, con actividades compartidas, shows o vivos que se hacen actualmente en las redes. “Este 8 de julio íbamos a hacer una fiesta grande por los 70 años del lugar, pero la dejaremos para cuando se pueda hacer”, consideró. 

Mattiauda contó que se “se están diseñando protocolos” en base a lo que algunas discotecas en el mundo hicieron al abrir nuevamente sus puertas, por ejemplo, medición de la temperatura de los concurrentes, arcos sanitizantes, reducción de la capacidad, entre otro puntos. “Se está tomando la experiencia de los pocos países que ya abrieron, se irá viendo qué resultados hay“, agregó. 

Desde el boliche Rosko, Gustavo Bellini, dueño del espacio en Lomas de Zamora, señaló que están haciendo “todos los esfuerzos” en este contexto, ya que tienen “mucha fe” que en septiembre se pueda levantar y empezar a trabajar con protocolos. Mientras tanto, para mantenerse en contacto con su público, organizan promociones y actividades por redes sociales, por ejemplo, los fines de semana hacen “un vivo” con algún DJ en Instagram.

El dueño de Rosko coincidió con Mattiauda en que si se llegara a habilitar el lugar utilizarán varios protocolos como “el uso del alcohol en gel, termómetros y manejar el tema de los espacios”, aunque reconoce que “es muy difícil con esta clase de negocio” transitar la pandemia. 

Al igual que los boliches, los bares tuvieron que implementar nuevas formas para sobrevivir a la cuarentena y al aislamiento. Germán Aisenberg, dueño del bar Chin-Chin de Lomas de Zamora, señaló a este medio que en este contexto tuvieron que utilizar WhatsApp para la atención y pedidos sólo con delivery que “nunca lo tuvieron” en cuenta antes. 

“El mes pasado nos metimos en el programa ATP (Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción), donde la ANSES nos otorgó después de mucha burocracia, el beneficio aprobado para la ayuda para una parte de los sueldos”, aseguró el comerciante, que en caso de regresar con la atención al público seguirán un “protocolo municipal, limitarán la capacidad y continuarán con delivery”. 

En esta misma sintonía, el dueño de bar Gutten Bier, Joaquín Sevillano, explicó que eran “restaurantes con salones” donde tenían camareros y camareras, pero que ahora tienen “el 30 por ciento del personal activo” y la facturación es “muy baja” a comparación de lo que ganaban antes. Ante este panorama, los gastos fijos son muy altos ya que tienen muchos empleados, servicios y el alquiler que hay que pagar. 

Trabajaban con la modalidad take away, con las medidas de seguridad correspondientes, y utilizan las redes sociales que consideran como “fundamentales” para mantener el contacto con los clientes. 

Como remarca Sevillano, los bares y boliches necesitan volver a abrir, pero cree que “falta bastante” para que eso suceda en el Conurbano ya que la situación está “muy complicada”.

AUNO-20-6-20
MC-SAM

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