Para la mujer:
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Se recupera más pronto después del parto, ya que su útero se contrae más y vuelve a su tamaño normal más rápido.
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Vuelve a su peso ideal más rápidamente después del parto.
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Retrasa su retorno a la fertilidad, pues detiene la ovulación si amamanta 100% sin suplemento durante los primeros 6 meses.
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Completa el ciclo natural de hormonas que comenzó con su embarazo y así no sufre cambios hormonales súbitos que desequilibran su sistema.
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Reduce sus riesgos del cáncer en el epitelio ovárico.
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Tiene menos probabilidades de contraer cáncer de mama antes de la menopausia.
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Tiene menor riesgo de osteoporosis después de la menopausia con una reducción acompañante de fracturas de caderas.
Para el niño:
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Tiene un 50% menos probabilidad de enfermarse durante su primer año de vida.
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Tiene un riesgo 10 veces menor de requerir hospitalización durante su primer año de vida.
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Tiene un tercio del riesgo de sufrir muerte repentina de cuna.
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Tiene menos incidencia de infecciones gastrointestinales.
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Tiene un riesgo 5 veces menor de contraer Giardia (enfermedad diarreica) durante el tiempo que está lactando.
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Tiene la mitad de la incidencia de otitis media en relación a los niños alimentados con leche artificial para bebés y 64% menos de recurrencia.
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Tiene 5 veces menos riesgo de infecciones del sistema urinario durante los 6 primeros meses.
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Por un año o más, tiene la mitad del riesgo de llegar a ser diabético tipo 1.
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Si es amamantado tiene 4 veces menos riesgo de contraer infecciones que causan meningitis.
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Si es amamantado exclusivamente durante los primeros 6 meses, tiene un riesgo 50% menor de desarrollar linfoma y leucemia antes de los 15 años que los niños que no fueron lactados.
AUNO 29-11-02 MAR
