La risa que cura

Los payasólogos sociales son psicólogos que, desde el rol del payaso, intervienen en contextos de desamparo y utilizan el juego como terapia. Este año estuvieron por primera vez en la Feria del Libro, con muestras de magia, circo y teatro, entre otras actividades lúdicas.

Antonella Baldi

Colores, pelucas y sonrisas pueden encontrarse en el stand 3234 del Pabellón Ocre, el espacio dedicado a los Payasólogos Sociales que cumplen diez años como organización y están de fiesta en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que mañana cierra de 45° edición. Estos payasos forman parte de una asociación civil sin fines de lucro que utiliza “el juego como terapia” ante situaciones de “desamparo” de niños, abuelos y comunidades aborígenes, explicó a AUNO su directora, Miriam Albergat.

El grupo está compuesto por psicólogos profesionales que en forma voluntaria se capacitan desde el rol del payaso para intervenir en contextos donde exista el “emergente del desamparo” y responder a través de actividades lúdicas ante escenarios “de pobreza, soledad y abandono”, indicó Albergat, también conocida por su nombre de fantasía, Paya Porota.

Payasólogos Sociales participó este año por primera vez en la Feria, lo que fue “parte de la celebración” por los primeros diez años de servicio, destacó la directora de la institución y a propósito de la ocasión se lanzaron en búsqueda de reclutar a nuevos voluntarios interesados en convertirse “factores de cambios”, como definió.

Muestras de magia, circo, superhéroes, teatro y hasta fabricación de instrumentos musicales con papel pasaron por “la casa del payaso” durante los días de Feria que permanecerá abierta al público hasta hoy a las 22 con cientos de presentaciones. Para la directora la participación de la organización durante el evento literario se trató de “una fiesta. Estamos sumamente felices”.

“Vemos realidades crudas que a veces no se muestran que es la pobreza, la soledad, el abandono. Hay mucha gente que muere de tristeza, de soledad en un geriátrico y el hecho de ir nosotros, el estar ahí, dejarles esa impronta de alegría, ese poquito ayuda muchísimo”, reflexiona Paya Porota en diálogo con AUNO en referencia al trabajo de los payasólogos.

La asociación tiene epicentro en Buenos Aires pero cuenta con voluntarios en todo el país y alrededor del mundo. “Capacitamos voluntarios para trabajar en la institución o para que trabajen en otras instituciones y puedan desarrollarlo en su país”, contó la referente y detalló que han formado a más de diez mil personas con el método del payaso. Para el resto del año, la organización viajará a Colombia y Uruguay para continuar con la preparación de voluntarios con la idea de que después “ellos mismos capaciten a otros”.

Si bien, la institución está compuesta casi en su totalidad por profesionales de la psiquis Albergat aclaró que no aplica terapia, sino que lo que hacen los payasólogos es “ir a jugar”. “Consideramos que desde lo lúdico hay mucho cambio porque lo que es la risa, el juego, tiene un efecto terapéutico, la risa también cura, sana y restaura. Desde ese lugar generamos mucho cambio”, expresó.

Además destacó el “crecimiento interior” que se genera en la persona que en forma solidaria se suma a participar ya que la intervención tiene “un valor agregado” para la o el voluntaria. “Uno cree que la misión a la que uno va se enfoca solo en el niño o el abuelo y todo lo que ellos sienten, pero al voluntario le genera también un cambio interior”, agregó.

AUNO-12-5-19
AB-SAM

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