Lomas de Zamora, febrero 7 (AUNO).- En tiempo de sobredemanda energética y alto consumo de electricidad y cortes de luz, un equipo de investigadores comprobó que la tierra puede actuar como refrigerante en verano o calefactor en invierno. Se trata de la utilización de la denominada energía geotérmica, que se obtiene mediante la circulación de aire por cañerías subterráneas.
Un equipo de especialistas realizó la experiencia en una casa “prototipo”, ubicada en la localidad de Tortuguitas, mediante la instalación de una tubería de 20 centímetros de díámetro, a 1,80 metros de profundidad, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
A partir de la premisa de que la tierra se comporta como un gran colector y acumulador de energía, debido a que su baja conductividad térmica hace que la penetración del calor en el suelo sea muy lenta, se intentó aprovechar esa característica para acondicionar ambientes, logrando a la vez un importante ahorro energético.
La experiencia estuvo a cargo de especialistas del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y del INTI. Estudio fue realizado en una vivienda prototipo proporcionada por la Empresa BASF Argentina que se encuentra radicada en la localidad de Tortuguitas, provincia de Buenos Aires.
Los investigadores determinaron que en la provincia de Buenos Aires, a unos pocos metros de la superficie, la temperatura del suelo es estable todo el año y próxima a los 17°C, muy cercana a la temperatura de confort. A partir de ese dato, intentaron aprovechar ese reservorio térmico para construir un acondicionador de aire natural, que reduzca el uso de energía y consecuentemente las emisiones de gases de efecto de invernadero. Y concluyeron que el sistema puede generar ambientes confortables térmicamente tanto en invierno como en verano.
En la casa prototipo, que tiene una superficie de 65 m2, se utilizaron tubos de 20 centímetros de diámetro, con 78 metros de longitud y se ubicaron a 1,8 metros de profundidad. Con el aire fluyendo a una velocidad de 5m/s se observó –a lo largo de los 49 días que duró el ensayo– la temperatura de salida del tubo osciló entre 19ºC y 24ºC, que es un rango de temperatura confort.
Para que este esquema de acondicionamiento sea eficiente, es necesario que se minimicen las pérdidas de calor. Por lo tanto, la vivienda debe tener condiciones de aislación térmica adecuada.
Según los especialistas, la utilización de este método de acondicionamiento térmico puede resultar “un aporte importante para disminuir importaciones de energía, preservar los recursos naturales y fomentar la construcción de casas bioclimáticas”.
AUNO 07-02-14 EV