Por Romina González
Lomas de Zamora, octubre 12 (AUNO).- A cumplirse el centenario de las famosas conferencias que dio Leopoldo Lugones en el Teatro Odeón, el especialista y profesor de literatura Luis Faldo aseguró que “sin duda la argentinidad se construyó para hacer frente a la inmigración” que había llegado en masa a la Argentina entre las últimas décadas del siglo XIX y las primeras de la centuria siguiente.
Las conferencias después, al cumplirse el centenario de la Independencia, se publicaron como libro bajo el título de El Payador, en que Lugones eleva a mito al Martín Fierro de José Hernández.
En diálogo con la Agencia AUNO, Fanlo explicó que “a la argentinidad hubo que inventarla para que sea posible producir ese famoso ‘crisol de razas’ para fundir las diferencias y consolidar desigualdades sociales, étnicas y culturales”.
“Pero hay que tener en cuenta que también el gaucho lugoniano, y el prototipo de argentino gauchesco, se construyen por oposición a los pueblos originarios”, destacó.
¿Qué actualidad tiene el payador?
Puede resultar paradójico pero las conferencias no solo no tienen ninguna actualidad sino que nadie las recuerda o siquiera conoce su existencia más allá de quienes se dedican a su estudio académico, sin embargo, y en esto residen los efectos de poder de estas conferencias en tanto dispositivo de saber y poder, todos los argentinos tenemos incorporado ese arquetipo del gaucho como el auténtico exponente de la argentinidad inventado por Lugones. Un gaucho ficcional que va mas alla del Martín Fierro, la literatura gauchesca y la poesía del gaucho de carne y hueso si es que alguna vez existió, pero que modela nuestra subjetividad nacional y le da sentido a nuestra identidad colectiva como argentinos.
¿Por qué no se estudia en las escuelas?
Las escuelas reproducen ese arquetipo del gaucho como el auténtico argentino, en particular en los textos escolares, el estudio de la poesía gauchesca y la lectura del ensayo de interpretación modernista cultural. No se estudia a Lugones, es cierto, pero sin duda es Lugones quien ha estructurado los modos de pensar, imaginar y concebir el gaucho en la educación escolar.
¿Cree que Lugones elevó a epopeya el Martin Fierro para hacer frente a la inmigración?
Sin duda, la argentinidad se construyó para hacer frente a la inmigración, hubo que inventarla para que sea posible producir ese famoso “crisol de razas” para fundir las diferencias y consolidar desigualdades sociales, etnicas y culturales. Pero hay que tener en cuenta que también el gaucho lugoniano, y el prototipo de argentino gauchesco, se construyen por oposición a los pueblos originarios.
¿Ese hecho se inscribe en el contexto nacionalista y nativista del momento?
No, ese es otro efecto de la poderosa influencia de Lugones y otros nacionalistas culturales como Gálvez o Rojas sobre la educación pública, el periodismo y la literatura popular. Los que iniciaron la educación patriótica fueron los positivistas-liberales como Sarmiento, Zeballos, Ramos Mejía, Carlos Octavio Bunge, José Ingenieros, Ernesto Quesada, ellos son los primeros en problematizar la cuestión de la argentinidad en términos de oposición entre lo nativo y lo cosmopolita; desde luego que para los positivistas el gaucho era expresión de barbarie pero paulatinamente también lo son los inmigrantes. Quesada iniciará los estudios críticos sobre Rosas e inaugurará la cuestión del “criollismo”, Bunge reivindicará al gaucho desde la perspectiva del derecho y la poesìa gauchesca como marcas identitarias. Es un proceso complejo y signado por contradicciones de todo tipo que atraviesan el campo cultural, literario y político en esa época del Centenario.
AUNO 12-10-13
RG-HRC