Imagen de portada: Juan Valeiro
El martes 2 de julio, el colectivo Periodistas Argentinas presentó el Informe “La cultura del acoso: punto y aparte” en el Senado de la Nación Argentina. El documento, que se leyó en conferencia de prensa, contiene 19 testimonios de mujeres que denuncian haber sido acosadas por Pedro Brieger. Lejos de reducir este tipo de violencia a una persona, la agrupación pidió terminar con “la maquinaria abusadora” de una vez y para todas.
Colegas, alumnas e incluso vecinas pudieron hablar al resquebrajarse un silencio que se prolongó durante 30 años en el sistema de medios e instituciones públicas y privadas. Desde ya, sus vivencias son singulares, pero todas coinciden en algo: el abuso de poder exacerbado por el prestigio, la naturalización acompañada de la inacción y el despojo como correlato del sometimiento.
“Renuncié a mi columna”, “Decidí no dedicarme a la política internacional”, “Me mudé del edificio”, “Me fui de una cobertura”, sintetizan en pocas palabras una investigación que inició el periodista Alfredo Alfie, quien publicó en “X” (ex Twitter) cinco casos de profesionales que sufrieron la conducta abusiva de Brieger.
Fueron seis hilos de tuits que, además de ponerle fin a la complicidad que refugió al acosador a lo largo de décadas, animaron a otras mujeres a levantar su voz y dejaron latente la pregunta ¿Y ahora qué sigue?
No es escrache, es reparación
Inés Hayas, integrante de Periodistas Argentinas y delegada de SiPreBA en Página 12, afirmó en diálogo con AUNO que la realización del informe tuvo como objetivo escuchar y contener “a las compañeras que habían sufrido estas conductas de acoso sexual durante años”, ya que fueron ellas “las que marcaron el camino”, al animarse a hablar “después de tanto tiempo”.
El documento que recoge las denuncias se estructura con el año y escenario de cada situación de hostigamiento sexual, y, según Hayas, fue planteado de esta forma para “demostrar que se trata de una conducta sistemática y de una cultura del acoso”.
En ese sentido, Hayas señaló que siguen “recibiendo denuncias” y reuniéndose. “Seguimos en la tarea de contención y de abrazo y también decidiendo colectivamente qué vamos a hacer con todo eso”, sostuvo.
Cabe destacar que otras integrantes de Periodistas Argentinas, como Nancy Pazos y Cinthia García, indicaron que la decisión de llevar la denuncia por vía judicial depende de cada afectada en particular, ya que algunos casos los hechos prescribieron.
De igual manera, manifestaron que no avalan la “cancelación” o el “escrache”. Por el contrario, buscan “una reparación” que contemple “el pedido de disculpas públicas” de Pedro Brieger, “el reconocimiento de las complicidades” en los lugares donde trabajó y “la escucha” de colegas varones para no ejercer estas conductas abusivas.
Otro de los puntos que esgrimieron es el de la creación de una ley de acoso específica para el ámbito laboral, dado que sólo existe para casos de acoso callejero. “Hicimos la presentación en el Senado porque es donde están los funcionarios y los legisladores
que hacen las leyes y deben hacer que estas se cumplan”, recalcó Inés, a la vez que mencionó la existencia del Convenio 190 de la Organización del Internacional del Trabajo y la Ley de Equidad de Género.
“La denuncia en soledad siempre es más fácil de callar”
Micaela Polak, secretaria de Mujeres y Género del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), resaltó en conversación con AUNO que, a raíz de la primera denuncia que recibió el sindicato al calor del Ni Una Menos, implementaron un “protocolo de actuación ante casos de violencia de género”.
Aprobado en 2019 y en convenio con la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, la herramienta brinda asesoría legal y psicológica a las denunciantes mediante equipos interdisciplinarios. Sin embargo, Polak indicó que “se implementa con modificaciones o no, de acuerdo a la empresa” de medios.
Pese a su utilidad, Micaela aseguró que el problema no se reduce a una persona o caso específico, como lo fue Antonio Laje en su momento y ahora lo es Pedro Brieger. “El problema es que tenemos un sistema de vinculación dentro de la actividad periodística que promueve siempre el individualismo”, analizó sobre este mecanismo que premia con “ascensos”.
Y advirtió: “Tarde o temprano nos juega en contra y sucede esto: ninguna puede denunciar sola porque hay todo un sistema que garantiza la impunidad para el denunciado, porque es mejor no levantar la perdiz”, ponderó, en alusión al estigma que recae en la damnificada y luego le imposibilita conseguir empleo.
“Hay que repensar todo este sistema que genera que haya actos de acoso, de abuso y de maltrato, fomentados por el individualismo que prima en el oficio. Y la organización colectiva es la única herramienta que tenemos para enfrentar estos casos. La denuncia en soledad siempre es más fácil de callar que cuando se organiza”, concluyó.
Una denuncia que llegó hasta los Premios Gabo
La fotoperiodista argentina Anita Pouchard Serra, ganadora del premio Gabo en la categoría de “Fotografía”, no olvidó la lucha de sus colegas y durante su discurso en la ceremonia que realizó la Fundación Gabo en Bogotá, Colombia, dedicó su reconocimiento al colectivo feminista.
“Lo quiero compartir con las Periodistas Argentinas que estuvieron tomando las palabras para denunciar estos casos que estuvieron sufriendo durante muchos años”, subrayó delante de cientos de colegas periodistas de Iberoamérica.
9-7-2024
NR-MEM