Lomas de Zamora, mayo 17 (AUNO).- “Nos quedamos sin el título. Es un golpe muy duro, pero no podemos pensar que estamos con las manos vacías. Este plantel hizo una campaña bárbara”. Esas fueron las palabras que utilizó el entrenador del equipo de básquet de Lanús, Silvio Santander, quien intentó explicar las sensaciones encontradas que rodean al plantel de “El Granate” tras la categórica derrota con Regatas en la final de la Liga Nacional.
Para el técnico, fue meritoria la actuación de su elenco a lo largo de la temporada, pues mostró mucha fortaleza anímica en pos de conseguir el objetivo de llegar lo más alto posible. Sin embargo, en la serie decisiva, frente a los correntinos, el juego compacto y seguro no apareció en su esplendor cuando más lo necesitaba. Por eso el rival se alzó con la corona en el certamen.
“Es una pena que hayamos arribado a esta instancia sin las energías mentales y físicas que sean capaces de concretar el sueño de la vuelta olímpica. El adversario fue superior en cada uno de los partidos y por eso se llevó el trofeo. Nosotros tenemos que quedarnos con el esfuerzo que hicimos durante todo el año”, sostuvo la cabeza del grupo.
Y agregó: “Regatas es un merecido campeón. Fue el mejor en la temporada regular y lo demostró después en los Play-off. La clave pasó por la mente. Ellos estuvieron muy arriba, convencidos de lo que son, y nosotros veníamos de un desgaste muy importante para superar a Peñarol en las semifinales. Eso nos dejó flojos para los últimos compromisos”.
La referencia de Santander se especifica con los resultados de la llave final. El club norteño construyó una ventaja imposible de descontar por el conjunto de la zona Sur del Conurbano bonaerense. Tanto en el Litoral como en el gimnasio Rotili, el campeón ganó los duelos y estampó su nombre en la cima del deporte de la pelota naranja por primera vez en su historia.
En los dos cotejos iniciales, la diferencia fue sustancial. 90-64 y 65- 55 fueron los tanteadores a favor del dueño de casa. Allí, Lanús no supo cómo bloquear a un rival que insinuó su mejor versión. “Nos costó entrar en la serie y en el primer binomio de partidos se vio la jerarquía de Regatas, con individualidades muy fuertes y punzantes para golpear en los momentos justos y dejarnos sin respuestas”, indicó el entrenador.
Ya en casa, “El Granate” volvió a padecer. 78-76 y 69-65 fueron los triunfos sucesivos para el visitante, que pese a lo escueto de las victorias, pudo coronarse al “barrer” la llave, algo que sólo ocurrió en tres oportunidades en el campeonato doméstico. “La presión de descontar y emparejar el panorama nos complicó. Si bien estuvimos cerca en las dos ocasiones, el adversario terminó mejor y nos ganó”, aclaró.
Santander optó por dejar atrás lo que fue el traspié en la final para Lanús y se abocó a ponderar la performance de su plantilla a lo largo de la campaña que lo tuvo, no sólo en gran forma a nivel local sino también en la faceta internacional, pues arribó al cuadrangular decisivo en la Liga de las Américas, donde también se quedó con el segundo puesto tras caer con Pinheiros de Brasil, en Puerto Rico.
“La realidad es que este equipo tuvo un rendimiento excelente, con picos muy altos. Lamentablemente no se dio para ganar un título, y eso genera bronca, pero si se mira para atrás hay que aplaudir lo que consiguieron estos chicos. Dejaron en alto a este club, con un prestigio impresionante”, afirmó.
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