El largo camino para que la ex ESMA sea Patrimonio de la Humanidad

La postulación ante la Unesco puede volver a foja cero producto de la desidia que mantuvo el expediente cajoneado en la Secretaría de DDHH durante más de medio año. Mientras los organismos de DDHH pujan por la efectiva postulación de la candidatura, el Ente que administra el espacio afronta un recorte presupuestario para 2017 que hace peligrar la conservación del lugar.

Gabriela Naso

Lomas de Zamora, 23 de diciembre (AUNO). La ex ESMA no sólo representa el período más oscuro de la historia argentina, sino también la lucha de los organismos de derechos humanos y el pueblo en busca de Memoria, Verdad y Justicia, para que jamás se repitan las atrocidades de la última dictadura. La conservación del edificio y del predio que lo rodea se convierte en un compromiso del Estado para con la sociedad y las futuras generaciones, un compromiso de lucha contra el olvido.

El 20 de octubre pasado el Directorio de Organismos de Derechos Humanos anunció la postulación del Espacio Memoria y Derechos Humanos (ex ESMA) para ser incluido en la lista de sitios declarados “Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más”, bajo la protección de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

La candidatura busca establecer como parte del patrimonio histórico y mundial a la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), ubicada en el barrio porteño de Núñez, que llegó a ser uno de los mayores centros clandestinos de detención, tortura y exterminio del país durante la última dictadura. Se estima que unas 5 mil personas pasaron por el predio de 17 hectáreas en calidad de detenidos-desaparecidos entre 1976 y 1983. Hoy, el espacio se propone como un lugar de homenaje a las víctimas y de condena a los crímenes de lesa humanidad.

El 30 de noviembre de 2015, antes del cambio de Gobierno, la propuesta de la candidatura fue presentada con la firma del entonces secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, ante la Comisión Nacional de Argentina para la Unesco (Conaplu), que depende del Ministerio de Educación y es el organismo encargado de evaluar las postulaciones de los sitios que pretenden integrar el listado de Patrimonio de la Humanidad. La directora del Sitio de Memoria ESMA y coordinadora técnica de la candidatura, Alejandra Naftal, señaló que el proyecto fue elevado “de acuerdo a todas las especificaciones técnicas correspondientes”.

Por su parte, el coordinador del Centro de Prácticas que depende de la Dirección de Promoción e Investigación en DDHH del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (Cipdh), Guillermo Gatti, quien participó en el proceso de presentación de la candidatura, especificó que “el predio cumple con los requisitos de integridad y autenticidad” que exige la Unesco.

En tal sentido, Gatti detalló que “la ex ESMA fue inscripta en el criterio 3 y 6 de los 10 previstos por la Unesco” y especificó: “El primero, por ser y aportar un testimonio único o excepcional, de una tradición cultural o de una civilización que siga viva o que haya desaparecido. El segundo, por ser un aporte tangiblemente de acontecimientos, tradiciones, ideas o creencias que se traduzcan en un significado universal, es decir, que represente a toda la Humanidad ese lugar que se quiere declarar como Patrimonio Mundial”.

En febrero, la Conaplu aceptó que la ex ESMA fuera presentada a la Unesco para integrar la lista tentativa de sitios declarados “Patrimonio de la Humanidad por el Nunca Más”.

“Luego, el expediente volvió a su origen para que el secretario de Derechos Humanos lo eleve, pase por todos los ministerios respectivos y el Gobierno realice la presentación formal de la candidatura ante la Unesco en el transcurso de un año”, explicó Naftal, quien manifestó su preocupación ante el estado del expediente, ya que el 30 de noviembre pasado se cumplió un año de su presentación ante la Conaplu. Según la directora del Sitio de Memoria ESMA, la única posibilidad de continuar con la postulación y no volver a foja cero es obtener una prórroga por parte de Conaplu o que la Comisión tome como límite la fecha en que aceptó la candidatura del sitio.

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Tras el acto de anuncio del 20 de octubre pasado, al que asistieron la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto; el integrante de la Asociación Buena Memoria y del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria Daniel Tarnopolsky; el presidente del Archivo Nacional de la Memoria y representante de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en el Espacio Memoria, Gustavo Peters Castro; la directora del Sitio de Memoria ESMA; y diversos representantes de organismos de DDHH, el proyecto, que permanecía en la Secretaría de Derechos Humanos desde febrero, comenzó a moverse.

Un mes más tarde, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, se reunió en París con el embajador argentino ante la Unesco, Rodolfo Terragno, y le presentó una copia del estado de situación del trámite, con el objetivo de impulsar la candidatura una vez presentada. Desde prensa de la Secretaría de Derechos Humanos informaron que “ya se inició el trámite en el área jurídica del Ministerio de Justicia y queda pendiente que Cancillería lo envíe a Unesco”.

La representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria Amy Rice Cabrera remarcó que, aunque en un principio las autoridades del nuevo Gobierno “manifestaron su apoyo a la candidatura, el trámite no salió en los tiempos que debería haber salido”. Asimismo, el presidente del Comité Argentino del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), Pedro Delheye, afirmó que “una vez que el expediente está conforme a lo que la Conaplu sugiere, según la Convención del Patrimonio Mundial, va directamente la Unesco en París, que lo deriva al Comité de Patrimonio Mundial, donde se inicia una etapa de investigación sobre el bien, pero mientras el expediente está en la Argentina, se encuentra sujeto a la lógica de la política argentina”.

En noviembre pasado, el Directorio de Organismos de Derechos Humanos lanzó una campaña de firmas para impulsar y mostrar la adhesión a la postulación de la ex ESMA, que ya recogió más de 15 mil adhesiones.

PRESUPUESTO 2017

Mientras los organismos de DDHH aguardan la efectiva presentación del proyecto por parte del Gobierno, el Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (Empddh) —encargado de administrar el predio e integrado por representantes del Estado Nacional, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los organismos— se enfrenta a un recorte presupuestario.

Rice Cabrera expuso que, ante un pedido presupuestario de 174.821.222,63 pesos realizado por el Empddh y presentado por nota del órgano Ejecutivo (Nación, Ciudad y Organismos) en junio a la Secretaría de Derechos Humanos nacional y a la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural porteña, Nación prevé un monto de 95.000.000 pesos —bajo el rubro “Transferencias a otras entidades del Sector Público Nacional”— y la Ciudad, luego de un par de años sin aportar, vuelve a incluir un monto en su presupuesto, generando un inciso específico para el Ente de 12.547.051 pesos.

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“De acuerdo a los aportes informados a la fecha por ambos Ejecutivos, el sostenimiento de las acciones y obras del Espacio Memoria se encontraría comprometido”, evaluó la representante del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria y recordó que, en relación a la distinción como Patrimonio de la Humanidad, “hay determinados compromisos que el espacio debe de asumir para garantizar la preservación material del lugar que se propone”. En ese sentido, “al tratarse de un predio tan extenso, cuyos edificios en su mayoría datan de la década del 20, hay cuestiones edilicias y de infraestructura que deben atenderse de inmediato para garantizar la conservación histórica de los edificios”, remarcó Rice Cabrera.

Por ejemplo, el ex Casino de Oficiales, actual sede del Sitio de Memoria ESMA, no posee un presupuesto fijo, pero se encuentra bajo la custodia del juez federal Sergio Torres, ya que el edificio es “un testimonio de verdad y una prueba judicial sobre el horroroso y vergonzante pasado de nuestro país”.

“Este es un espacio que es de todos los argentinos, por eso es importante preservarlo y cuidarlo”, enfatizó Naftal. La directora del Sitio de Memoria ESMA remarcó que “todo este espacio narra una experiencia argentina, es una prueba material y una evidencia de lo que fue el terrorismo de Estado durante la última dictadura cívica militar”.

LA NOCHE MÁS LARGA

A partir del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, la ESMA se convirtió en uno de los centros de detención y torturas más emblemáticos de la última dictadura. Sin dejar de lado sus actividades principales, el predio –con sus 34 edificios– dio soporte al plan sistemático de represión, que tuvo como núcleo el edificio del Casino de Oficiales. Distintos edificios estuvieron vinculados con la actividad represiva, como el taller de automotores, donde se adaptaban vehículos, generalmente robados, para los distintos operativos, o la enfermería, que daba soporte médico y sanitario a secuestrados y brindaba asistencia a los partos.

Las instalaciones de la ESMA fueron utilizadas fundamentalmente por el Grupo de Tareas 3.3.2 (GT3.3.2), que llevó adelante diversas acciones terroristas que tenían por fin desarticular las organizaciones populares.

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Al momento del secuestro, a los detenidos se les ponía una capucha en la cabeza, esposas en las manos y grilletes en los pies, se los dejaba de llamar por su nombre y se les asignaba un número, en un acto total de deshumanización. La mayoría de los sobrevivientes del centro clandestino atestiguan que, antes de llegar a destino, el auto en el que se los trasladaba giraba a la izquierda y, a los pocos metros, frenaba para que alguien del interior descendiera a intercambiar una clave con una persona del exterior. Posteriormente, el auto pasaba una especie de loma de burro, escalón o cadena. El predio estaba dividido por una cadena, que comenzaba en de la torre de vigilancia, y que, debido al peso de los vehículos, dejó una marca en el asfalto, una cicatriz aún visible.

Una de las particularidades del centro fue el funcionamiento de una sala clandestina de maternidad, donde se estima que nacieron al menos 34 bebés de detenidas-desaparecidas. La mayoría de los niños fueron arrancados de los brazos de sus madres y, posteriormente, apropiados.

PREDIO RECUPERADO

En 1998, la Marina le solicitó al presidente Carlos Menem el traslado de las dependencias militares, ante el mal estado de los edificios. Menem no sólo accedió al cambio de sede, sino que también pretendió demoler las construcciones para crear el “Parque de la Reconciliación Nacional”, un proyecto que se enmarcaba con la política iniciada con los indultos a los militares detenidos por delitos de lesa humanidad. Gracias a la oposición de diversos organismos de DDHH, se evitó la demolición de las construcciones y comenzó una disputa política sobre el futuro de la ESMA.

La recuperación del predio fue asumida como política de Estado a partir de 2003, en el marco de la lucha de los organismos DDHH. El 24 de marzo del año siguiente, al cumplirse el 28° aniversario del golpe de Estado, el Gobierno anunció la creación del Espacio Memoria y DDHH (ex ESMA). Ante miles de personas, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, HIJOS y representantes de otros organismos, Néstor Kirchner manifestó: “Como Presidente de la Nación Argentina vengo a pedir perdón de parte del Estado nacional por la vergüenza de haber callado durante 20 años de democracia por tantas atrocidades”.

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Desde la recuperación del predio, el Espacio Memoria se propone como un ámbito de homenaje a las víctimas y de condena a los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura, que busca mantener viva la Memoria a través de visitas guiadas, actividades artísticas y exposiciones culturales. Pasaron 21 años desde el retorno de la democracia hasta que el predio adquirió su rol actual, tiempo suficiente para borrar cualquier prueba. No obstante, el ex Casino de Oficiales, complejo habitacional de las altas jerarquías de la Marina, donde se ubicó la base operativa de la represión, fue declarado Monumento Histórico Nacional el 19 de agosto de 2008, por constituir un testimonio material de los crímenes que se cometieron en él.

Ese mismo día, la Comisión Nacional de Museos y Lugares Históricos declaró al predio de la ex ESMA como Lugar Histórico Nacional. Los límites del predio están conformados por las calles Pico, La Cachila, Muratore y San Martín con frente hacia Avenida del Libertador y Comodoro Rivadavia en uno de sus lados.

En mayo de este año, la ex ESMA fue señalizada con el Escudo Azul de Naciones Unidas, que otorga una protección especial a aquellos bienes que jerárquicamente representan una identidad y una historia en común. Hoy, el Espacio es uno de los sitios de memoria más importantes de América latina. El edificio donde está ubicado el Sitio de Memoria ESMA es un testimonio material y físico de las violaciones a los derechos humanos y funciona como denuncia, prueba y evidencia de los actos de terrorismo perpetrados.

UN SÍMBOLO PARA LA REGIÓN

Hasta el momento, sólo cinco sitios fueron declarados Patrimonio del Nunca Más por la Unesco: Auschwitz-Birkenau (Polonia), campo de concentración y exterminio del nazismo; el Memorial de la Paz de Hiroshima (Japón); la Isla de Gorée (Senegal); Robben Island (Sudáfrica); y el Barrio del Puente Viejo en el centro histórico de Mostar (Bosnia y Herzegovina).

De sumarse a la lista, la ex ESMA sería el primer sitio en América latina con esta distinción. Tarnopolsky aseguró que el reconocimiento “abriría la puerta en América Latina para sitios de memoria por el Nunca Más, lugares donde se perpetuaron masacres, símbolo del horror humano”. Según el integrante de la Asociación Buena Memoria y del Directorio de Organismos de Derechos Humanos del Espacio Memoria, “se podría armar la red solidaria de sitios de memoria por el Nunca Más, incluyendo a todos los centros clandestinos en Argentina, y, luego, se podría ampliar, basándose en el Plan Cóndor, a Chile, Argentina, Perú, Paraguay, Uruguay y Brasil”.

En sintonía con Tarnopolsky, Naftal señaló que la distinción sería “una puerta para fortalecer los sitios de memoria de toda la región”. “Ahora la ex ESMA es una ventana pero, si se transforma en Patrimonio de la Humanidad es una puerta para fortalecer un nuevo modelo regional, porque no somos iguales a ninguna de los otros sitios, tenemos características diferentes a las otras experiencias”, manifestó la directora del Sitio de Memoria ESMA. Naftal sostuvo que obtener la distinción “es una manera de fortalecer la tarea de Memoria, Verdad y Justicia” y, al mismo tiempo, “prevenir la vulneración de los derechos humanos vinculados a la memoria del terrorismo de Estado”.

En ese sentido, el referente del Cipdh afirmó que “la ex ESMA es un emblema para Sudamérica, no sólo por lo que ocurrió en Argentina, sino por toda la coordinación represiva del Cono Sur”, que tuvo lugar en el marco de la Operación Cóndor. Por ello, la importancia a nivel nacional y regional de que ese lugar sea el primero de Latinoamérica en lograr el reconocimiento: “Una vez que un sitio es declarado Patrimonio de la Humanidad, la visita y el flujo de gente y, en este caso, la transmisión de la Memoria y de lo que ocurrió acá, se multiplica por millones y hace que se puedan lograr las garantías para que no vuelvan a ocurrir esas atrocidades”.

AUNO 23-12-16
GN-GDF

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