Lomas de Zamora, noviembre 13 (AUNO).- El auditorio Rodolfo Walsh de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) fue el lugar elegido para el festival de la revista El Cruce. Las tapas de la publicación decoraron las paredes. Esas portadas retrataron el esfuerzo de los cinco años que cumple la revista en diciembre. La música acompañó. La poesía hizo lo suyo. Fue una tarde distinta, para que alumnos y docentes se encuentren, como lo hacen cada mes en las páginas de El Cruce.
El periodista Daniel Miguez, director de El Cruce —revista que se edita desde 2009— abrió el festival y explicó lo que se hizo este año: “Revitalizamos la revista, tratamos de hermanarla con las generaciones más jóvenes”. Este trabajo se ve reflejado en dos secciones nuevas: “Dibuje maestro” y “Mambo”.
La organización del festival estuvo a cargo de Juan Relmucao, estudiante de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNLZ y redactor de la revista. La idea del evento era instalar a la institución como escenario de las manifestaciones estéticas que la rodean, según informaron.
El dúo “Hungría” sorprendió con sus raros sonidos de un rock eléctrico, donde por momentos, parecía que los instrumentos hablaban. Diego Manatrizio en guitarra y Facundo Semerena en batería conforman el grupo. Los temas interpretados fueron: “Noventa y siete por ciento”, “Magyares mágicos, los”, “Komondor”, Gokôtta”, “Uthafskarfa”, “Reykjavic”, “Rubik” y “House of Carroll”. El dúo, oriundo de Temperley, se presentará el 12 de diciembre en el espacio Monociclo, ubicado en Hipolito Yrigoyen 6926, en Banfield.
Luego de los acordes y golpes de batería, los escritores de la editorial de poesía “Zindo & Gafuri” leyeron algunos de sus trabajos. En primer lugar, Sofía Gómez Pisa leyó Quienes somos, Nunca, Entender, Las 12, El facho y Domingo. A continuación, Rubén Guerrero leyó Soñador, Decisión, Guitarra, Poema 9, Poema 11, El Gato, Canción y Once, un homenaje a las víctimas del accidente de trenes en la estación de Once.
Para finalizar el momento poético, Mauro Lococo, docente de la institución, se destacó con Las alegrías que todos cantan, una reflexión sobre la primavera, y Pool del regreso con el Tano en El Villano, un texto profundo pero terrenal, en la visión de un hombre que salió de la droga.
Para cerrar la jornada, la banda “Los Temper” tocó un rock sin voz con ribetes de ska. La formación tiene a Amilcar Amarante en guitarra, Nicolás Meléndez en bajo, Leo Lores en la batería, Leo Guillan con la flauta traversa y Fernando Citara en Trompeta. Los temas interpretados fueron “Malentendido”, “Shazom”, “O”, Elefantito”, “Tres”, “Volfraude”, “No entende” y “Sustitución”.
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