Contra todos los males de este mundo

El tour, que desde marzo tiene a Pedro Aznar en gira por el país, hizo escala en Banfield el último sábado. Ante un Teatro Maipú colmado, el músico brilló con temas propios mezclados con covers de los Beatles, Luis Alberto Spinetta, Victor Jara, Eduardo Mateo y Nick Drake.

Juan Relmucao

Lomas de Zamora, junio 4 (AUNO).- Con un recital de dos horas, un reportorio de hits elegido por el público y una fusión de rock, folklore e incluso tango, Pedro Aznar se presentó el sábado ante un repleto Teatro Maipú, en Banfield. Pedazos de papel en los trenes y vísceras de diarios tiradas en el túnel de la estación: Banfield campeón. Maipú y Alsina copada, cuarenta metros de avenida verde y blanca. Tres cuadras más adelante, detrás de las puertas del teatro, las luces se apagan y Pedro no la esquiva: “¡Buenas noches! ¡Felicidades para todos!”.

Su contorno negro se impone contra la pantalla en HD –es esbelto, parece más alto, más joven, hasta más frágil. Suena una Gibson E-335, los Beatles empiezan correr por la campiña inglesa y entonces “Let me take you down ‘cause I’m going to….”

Con una apertura que mezcló “Strawberry Fields Forever” y el final de “She said she said”, el multi-instrumentalista (guitarra, bajo y teclados sonaron en la noche del Maipú) arrancó un set de más de 20 canciones elegidas por sus fans a principio del tour, cuando decidió “como una manera de devolver tanto cariño” abrir la confección de la lista hacia sus oyentes.

A las firmadas por Lennon/Mc Cartney le siguió otro cover, esta vez en homenaje al genio uruguayo Eduardo Mateo: “Cuerpo y Alma”, seleccionado del disco homónimo de 1998.

En línea con la creación del Barret rioplatense, durante el show hubo tributos al folklore sudamericano (“Zamba para olvidar”, “Manifiesto”, “Deja la vida volar”, “Como pájaros en el aire) además de versiones de Luis Alberto Spinetta (“Barro tal vez”) y Sui Generis (“Confesiones de Invierno”).

Así como hizo justicia con la obra de Mateo, Aznar homenajeó a otro brillante cantautor inglés sorteado por el éxito: Nick Drake (“Tiempo en respuesta”). Ya en el final del concierto y valiéndose de una loopera para tocar sobre sus propias bases (dos voces, una guitarra y un bajo), el último cover volvió a ser beatle: “Because”. En total, sumadas “I am the walrus” y “Blackbird”, las interpretaciones del cuarteto de Liverpool fueron cinco.

En cuanto al repertorio propio, “Rencor”, “Tema del Ángel”, “Asimetría” y un tango compuesto junto a Horacio Ferrer: “Crisis”, se destacaron por cómo Aznar cataliza el sentir a través de sus virtudes técnicas. Ya sea con su electroacústica de doce cuerdas y acordes en novena, su guitarra criolla de sonido recio y gusto tierra, los teclados profundos o su “viejo amigo” el bajo eléctrico, el músico levanta el estandarte de “las verdades verdaderas” y hace olvidar, durante dos horas, que esa noche estuvo solo, que no hubo banda, que el mundo continúa, puertas afuera, su giro indiferente.

AUNO 4-6-14
JR-SAM

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