Balsano se aleja por un tiempo del club

El director deportivo de la institución de Lomas de Zamora tomó la determinación de no trabajar en el día a día con el plantel que dirige Fabián Nardozza. «Voy a seguir trabajando desde otro lugar con la misma función, no específica, pero sí para el bien del equipo”, afirmó.

Sebastián Migueli

Lomas de Zamora, mayo 8 (AUNO).- Luego de tomar la decisión de alejarse de forma momentánea de su puesto de director deportivo de Los Andes, Claudio Balsano confesó que esa fue la “mejor” decisión que tomó para el bien del club, y señaló que él, como los dirigentes, tiene muy en claro la situación “interna” que hay en el grupo.

“Los motivos no los voy a exponer públicamente. Tengo muy clara cuál es la situación interna, y la dirigencia también la tiene muy clara. Son ellos los que toman las decisiones. Yo tengo que actuar para el bien de todos, para eso me contrataron”, sostuvo Balsano.

El ex director técnico de Unión de Mar del Plata indicó que va a continuar a la distancia con su tarea como manager de la institución de Lomas de Zamora, y remarcó que desde otro lugar va a buscar lo mejor para que el club crezca “genuinamente”.

“Hoy lo mejor para Los Andes es que esté un poco más alejado del ámbito, deseándole lo mejor para el club y para el equipo. Voy a seguir trabajando desde otro lugar con la misma función, no específica, pero sí para el bien del equipo”, afirmó en diálogo con AUNO.

-¿Por qué decidió alejarse del equipo?
-Los motivos no los voy a exponer públicamente. Sí expuse la decisión que tomaron los dirigentes, que ellos ya lo habían hecho público hace unas semanas. Elegí hacerlo público porque no tenía otra manera de que la gente se entere. Pero los medios y la gente me preguntaban, en algún momento iba a tener que salir a hablar.

-¿Hubo diferencias con alguien del entorno?
-Las diferencias son lógicas como en cualquier grupo de trabajo. Lo que pasa es que, cuando uno convive día a día, en algún momento uno tiene que tomar una decisión por el bien del club. Yo tengo muy clara cuál es la situación interna, y la dirigencia también la tiene muy clara. Son ellos los que toman las decisiones. Yo tengo que actuar para el bien de todos, para eso me contrataron.

-¿Intentó superar esas diferencias o era algo insalvable?
-Cualquier situación de desgaste no es de un día para otro. Nosotros hace ya un año que estamos trabajando. En un año pasan un montón de cosas, son relaciones personales como en cualquier casa de familia. Hoy lo mejor para Los Andes es que esté un poco más alejado del ámbito, deseándole lo mejor para el club y para el equipo. Voy a seguir trabajando desde otro lugar con la misma función, no específica, pero sí para el bien del equipo.

-¿Cómo se hace para trabajar a distancia al no estar en el día a día?
-Ahora voy a empezar a ver el fútbol en el interior, donde he trabajado bastante. Voy a estar un tiempo en Mar del Plata haciendo base. Voy a viajar cuando los dirigentes me necesiten para hablar un poco. Nosotros tenemos que apostar siempre para el futuro. Ahora vamos a trabajar para realizar dos incorporaciones en junio, ya vamos a estar trabajando sobre eso también. En ese mes, ya tenemos que ir pensando en lo que viene. No solamente fútbol de Primera, sino también hay que mirar un poco de juveniles, siempre tratar de hacer cosas para que Los Andes crezca genuinamente en esos sectores.

-¿Cómo evalúa su trabajo en el club?
– A mí no me gusta evaluar los procesos por resultados. Yo soy un convencido de que cuando se gana no está todo bien y cuando se pierde no está todo mal. Eso hay que dejarlo para el hincha, o para otro tipo de análisis. Yo creo que hubo aciertos y errores como en todas las tareas en las que uno aprende. Lógicamente que nosotros nos trazamos una meta que era que Los Andes ascendiera en diciembre y la hemos conseguido. En ese lado, es sumamente exitoso y estoy orgulloso del trabajo que hicimos con mucho respaldo de la dirigencia, por traer los refuerzos y por mantener algunos jugadores.

-¿En un futuro le gustaría volver a dirigir un equipo?
-Sí, de hecho yo soy entrenador. La pasión por entrenar no se pierde nunca. Las funciones están bien claras: cuando a uno lo contratan, sabe para qué lo contratan. En el club, el problema no fue ese porque yo tenía bien clara que la función no era dirigir ni armar el equipo.

-¿Por qué piensa que la tarea de manager no está tan desarrollada en el país?
-Porque hay una desesperación por el éxito inmediato. Cuando uno apunta a ganar de cualquier manera, a la larga no termina permitiendo los procesos, que son los que llevan a los clubes al éxito. Hay que hacer las cosas de forma ordenada, a tener paciencia, a saber que los armados de los equipos no son fáciles para los entrenadores. Si nosotros armamos un equipo en cuatro o cinco partidos, no va a tener un buen funcionamiento.

-¿Es difícil conseguir cosas importantes en el fútbol argentino?
-Los campeonatos se ganan, desde el lado de la dirigencia, apoyando los procesos y, desde el lado de los hinchas, teniendo paciencia y alentando como lo hacen siempre. Uno no tiene que ser en ese sentido crítico. Estamos en el mundo donde el que pierde es un inútil y el que gana es el mejor.

AUNO 08-05-15
SM-MFV

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