La adopción de animales domésticos aumentó de forma sostenida durante la cuarentena obligatoria por el brote de coronavirus en 2020, según organizaciones proteccionistas de animales de la región, y lo adjudicaron a la “mayor disponibilidad horaria» para el cuidado y para la adaptación de las mascotas en los hogares, con respecto a 2019.
Las ONGs consultadas de la región manifestaron que desde el comienzo del confinamiento obligatorio en marzo del año pasado, el número de adopciones osciló entre 50 y 150 en el año, lo que resultó “un logro importante” porque en 2019 e inclusive en años anteriores les costó mucho alcanzar esos números.
En diálogo para AUNO, la vocera del equipo de adopciones de la Asociación Protectora de Animales San Francisco de Asís, Paola Cuquetti, afirmó que el refugio oriundo de Lomas de Zamora recibió un “aluvión” de formularios de adopción entre marzo y septiembre, y consideró que el encierro a causa de la pandemia ocasionó que mucha gente decidiera adoptar para sentirse en compañía pero por sobre todo porque tenían más tiempo para encargarse de la adaptación de los nuevos integrantes.
Los animales domésticos más adoptados fueron los perros de tamaño pequeño y mediano, y los cachorros fueron más solicitados que los perros jóvenes, adultos y ancianos. El perfil de los adoptantes fue variado aunque sobresalió el de matrimonios con hijos menores de edad y el de adultos mayores solos.
De todas maneras, Cuquetti reconoció que en los últimos meses de 2020 evidenciaron un “parate” que continúa hasta hoy. “Después de septiembre, la gente empezó a salir más a causa de la eliminación del confinamiento tan restringido, y desde ahí se pararon prácticamente las adopciones”, señaló.
La voluntaria de Adopción Mascotera, Yoana González, expresó que a raíz de las medidas de restricción de la pandemia “se frenaron las campañas de concientización sobre la castración y adopción de animales” realizadas en los espacios públicos del partido bonaerense de La Matanza en los primeros meses del año pasado, pero ratificó el incremento de adopciones sobre todo de cachorros.
La contracara de las adopciones son los abandonos y en relación a esto, la presidenta de Callejeritos de Almirante Brown, Karina Ballesteros, recalcó que hubo un “incremento notable” de animales en las calles, y lo atribuyó a la situación económica de la gente por la crisis. “Obviamente que no lo justificamos porque no hay justificativo alguno para abandonar a un animal a la calle, porque es un integrante más de la familia”, explicó a AUNO.
A pesar de las restricciones gubernamentales por la pandemia, las asociaciones pudieron llevar adelante numerosos rescates en automóviles personales, y en cuanto a las adopciones, los requisitos para los adoptantes se mantuvieron inamovibles.
Por último, las organizaciones coincidieron en que las redes sociales fueron fundamentales para la difusión de casos tanto propios como externos (ajenos a la asociación) en época de aislamiento estricto en los hogares.
AUNO-26-4-21
DL-SAM