Argentina es uno de los países con más casos de cáncer de piel

La Argentina es uno de los países que presenta mayores casos de cáncer de piel, y los especialistas coinciden en afirmar que sus orígenes se hallan «en la influencia que ejerce el cambio climático sobre el tejido cutáneo por el adelgazamiento de la capa de ozono, y en los hábitos culturales que tienen las personas de exponerse a las radiaciones solares sin la protección necesaria, entre otros».

(AUNO/Ciencia) El cáncer de piel se ha transformado en una de las enfermedades dermatológicas más significativas, debido a la mayor cantidad de casos declarados en todas partes del mundo. “El aumento se debe a la gran influencia de los cambios climáticos sobre el comportamiento del tejido cutáneo, así como a ciertos hábitos culturales tales como la vida al aire libre, la concurrencia masiva a las playas y el uso de ropa que cada vez protege menos a la piel”, explicó el médico Ricardo Galimberti, presidente del Congreso de Dermatología que comienza el domingo en Buenos Aires.

“En la Argentina estamos más expuestos a las radiaciones solares debido a la alteración de la capa de ozono. Junto con los australianos, que tienen un fototipo de piel muy blanco y desarrollan una intensa vida junto al mar, somos los más expuestos a estos cambios climáticos”, indicó el médico, jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Italiano.

En ese sentido, el especialista señaló que la actividad humana y el uso de determinados gases en la industria “han ocasionado un debilitamiento en la capa gaseosa, llegando a producirse un verdadero agujero sobre el polo sur que se ha llegado a extender hasta la parte continental meridional de nuestro país. Esa perforación en la capa de ozono comienza en julio y se cierra cerca de diciembre, pero cada año es más extensa”, advirtió el dermatólogo.

Cabe recordar que la capa de ozono es una zona de la atmósfera que se halla entre 20 y 40 kilómetros por encima de la superficie de la tierra y que su misión es proteger a la vida del planeta de la radiación ultravioleta, que es cancerígena, por lo cual su importancia es inestimable.

Con respecto a qué tipos de pieles son más propensas a contraer el cáncer de piel, Galimberti afirmó que la predisposición a esta enfermedad “es, en parte, genética y depende del tipo de piel que se tenga. Las más expuestas son las personas de piel blanca con fototipo que favorece esta alteración. Pero a ello se suma el problema creciente de la falta de protección natural por el cambio climático, y el adelgazamiento de la capa de ozono, un fenómeno que afecta a la población, a los cultivos y también a la salud”, comentó el médico.

Si bien se reconoció que el sol no es la única causa de cáncer de piel, se indicó que “más del 90 por ciento de los casos que se registran aparecen en zonas que han estado expuestas al sol, como la cara y el cuello. Las radiaciones solares ultravioletas favorecen la aparición de cáncer cutáneo, en particular el melanoma”, que es una clase de tumor que se genera en la piel y se presenta en ambos sexos, en personas de entre 40 y 80 años, aproximadamente.

“Estas radiaciones varían en intensidad debido a varios factores —época del año, hora, latitud, longitud y otros— pero lo más importante es la capa de ozono de la atmósfera, que filtra los rayos carcinogénicos”, detalló el especialista.

En el tratamiento del cáncer de piel, en tumores cutáneos como el melanoma, “hay un gran avance en el diagnóstico precoz y, por eso, es fundamental generar una fotoeducación y fomentar la participación del médico dermatólogo para prevenir la aparición de tumores cutáneos. Lo más importante es la consulta precoz ante lunares que cambian de apariencia o de lastimaduras que no se curan”, aconsejó Galimberti.

Con respecto a la fotoeducación, el especialista indicó que la exposición al sol debe realizarse con protectores solares, con sombreros de ala ancha y con ropas livianas que cubran la piel. Una forma de contrarrestar la actividad lumínica es utilizando protectores en crema, factores 20 o 30. Estos productos evitan que las radiaciones excesivamente agresivas incidan sobre la piel, pero es necesario aprender cómo y cuándo aplicarlos, y cuándo es más conveniente exponerse al sol para evitar males más importantes.

Ante una consulta de AUNO/Ciencia sobre cuáles son los horarios apropiados para tomar sol, Galimberti respondió que en la actualidad existe “una regla que los dermatólogos están recomendando: las personas no pueden exponerse al sol, para broncear su piel o para realizar cualquier otro tipo de actividad, si es que la sombra que genera la silueta del cuerpo humano en la superficie terrestre es más corta que la altura de la persona. Si la sombra es más larga que el tamaño del cuerpo puede tomarse son con las precauciones mencionadas”.

NG – EV

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