Lomas de Zamora, mayo 11, (AUNO).- Miguel Ballícora, campeón mundial de la Selección de Básquetbol en 1950; Eduardo Guerrero, ganador de la medalla de oro en remo en los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952; Enriqueta Duarte, primera nadadora argentina en cruzar el canal de la mancha; y Osvaldo Roberto Suárez, múltiple campeón Panamericano en atletismo, fueron homenajeados por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Los deportistas, representantes de una generación de más de 500 atletas perseguidos y prohibidos por la autodenominada Revolución Libertadora, recibieron plaquetas de reconocimiento a su labor como “representantes del país”, según destacó el propio rector de la casa de estudios, Diego Molea, quien presidió el acto.
El objetivo central de la ceremonia desarrollada el último jueves por la tarde en la facultad de Derecho fue destacar “la dignidad” de los atletas, que bajo órdenes del régimen antidemocrático instaurado tras aquel 16 de septiembre de 1955 que derrocó al entonces presidente Juan Domingo Perón, resultaron proscriptos por su filiación al peronismo.
“Fue un acto de injusticia que Argentina aún no ha pagado. Recién en el 2006, 50 años después, se hizo la primera reivindicación histórica para estos deportistas. Por eso, tengo que felicitar a quienes impulsaron este reconocimiento”, subrayó Victor Lupo, periodista e historiador, que también participó de la ceremonia.
“Fue un genocidio deportivo. A estos deportistas les habían prohibido uno de los derechos básicos para un ser humano. El primero es el derecho a la vida, y el segundo, creo yo, es el derecho al juego. Ningún ser humano puede vivir sin eso”, agregó el ex director de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires, que recibió la distinción de visitante ilustre de la Universidad.
Lupo apuntó además que tras el golpe de estado del ’55 “hubo una debacle fenomenal” en el deporte argentino. “Se prohibía nombrar a los símbolos del peronismo, pero también estaba prohibido pensar. A Ballícora, por ejemplo, lo suspendieron porque había recibido una moto por parte de Perón, como premio al estímulo para la práctica deportiva”, recordó.
Por otra parte, y en referencia a los cientos de estudiantes que acudieron al acto, destacó la necesidad de “reflexionar” para poder entender que se no se puede “llegar a la justicia” sin tener “memoria”. “Creo que aún estamos a tiempo de hacer justicia”, sentenció.
“Sentimos mucho orgullo al realizar este más que merecido homenaje”, remarcó, por su parte, Molea. “Nos permite reflexionar y asumir que tenemos una deuda pendiente porque todavía no hemos terminado de encontrar la Justicia que nos merecemos como país”, añadió.
“Estela de Carlloto (presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo) me enseñó a que cuando algunos dicen que ‘hay que dar vuelta la página’, nosotros tenemos que entender que cuando una página se da vuelta, ésta tiene que estar escrita. Y hay cuestiones que todavía faltan escribirse”, relató.
Y agregó: “Hacerles un reconocimiento, un desagravio, es lo que no debemos como sociedad. Traer a estos deportistas de la memoria y convertirlos en nuestro presente habla de lo que estamos madurando como sociedad”.
Tras la proyección de videos alusivos en los que se recordó el primer título Mundial de básquet conseguido en 1950 en el Luna Park, y se expuso la persecución y censura sufrida por los atletas, los homenajeados mostraron su agradecimiento. La propia
Enriqueta Duarte, sobre el cierre, rememoró sus gestas deportivas de esos años, que incluyen el cruce del Canal de la Mancha, en Londres, y del Lago Nahuel Huapi, en Bariloche.
AUNO- 15-05-13
PMR-LDC
