Adrogué, noviembre 15 (AUNO).- El ritual comenzó temprano en el Estadio Lorenzo Arandilla, donde los hinchas de Brown se reunieron alrededor de las 17 para ver el partido que su equipo disputaría ante Deportivo Morón, por la última fecha del campeonato de la B Metropolitana.
Allí, por la iniciativa de una agrupación de hinchas, se colocó una pantalla gigante en el playón del estacionamiento del estadio, para que los socios y simpatizantes del ‘Tricolor’ tuvieran la posibilidad de seguir en vivo el encuentro decisivo por la definición del campeonato. Hasta ese momento, ni el más optimista podía imaginar el desenlace final.
Una vez que finalizó el partido, se desató la fiesta en Adrogué. Los fanáticos salieron del estadio y se desplazaron por el centro comercial, donde comenzaron a arengar por los guerreros que se trajeron el agite desde el Oeste.
Otros se acercaban al estadio, que una vez finalizado el encuentro, cerró sus puertas, para preguntar si el equipo del ‘Bigotón’ pasaría por el lugar a festejar con su gente. Más tarde, comenzó a correr la voz, que las celebraciones finalmente se realizarían en pleno corazón de Adrogué.
Así, la familia ‘Tricolor’ le dio rienda suelta a la emoción. El centro de la ciudad se transformó en una tribuna y la gente coreaba los cantitos de la cancha, saltaba y festejaba al compás de los bombos teñidos con los colores celestes, rojo y negro.
Alrededor de las 22 llegó el micro con el equipo campeón acompañado de sus familiares para saludar a los fanáticos eternamente agradecidos por la vuelta a la segunda categoría y el escenario se vistió de fiesta con fuegos artificiales y mucha euforia.
Enseguida, con el clásico “dale campeón, dale campeón…”, los simpatizantes de Adrogué recibían a los campeones del torneo. Todos querían treparse al micro, saludar y tomarse una foto con los protagonistas.
El festejo fue muy emotivo, un broche de oro para la nueva hazaña lograda por el ‘Tricolor’. Adrogué fue una fiesta.
AUNO 15-11-15
MC-MFV
