Absolvieron a siete policías acusados de robar en un allanamiento

Así lo decidió el Juzgado en lo Correccional 7 al no haberse podido demostrar la materialidad del delito. La fiscalía denunció «irregularidades» durante el operativo policial, por lo cual los agentes serán investigados por la fuerza policial y posiblemente exonerados.

Marina Pandolfi

Lomas de Zamora, mayo 21 (AUNO).- “Yo te hubiese condenado sólo por la cara de hijo de puta que tenés”, le dijo entre risas el abogado Fabián Resta a su cliente Miguel Ángel Páez, uno de los acusados. Él y seis agentes más fueron absueltos hoy por el Juzgado en lo Correccional 7 de Lomas de Zamora, luego de haber enfrentado un juicio oral en el que se los acusó de “hurto simple” al haber allanado “por error” una casa en la localidad de Luis Guillón, en 2008. No obstante, aunque fueron sobreseídos por no haberse acreditado la materialidad del hecho, serán investigados y posiblemente exonerados de las Fuerzas de Seguridad debido a las “graves irregularidades” ocurridas durante la operación.

El episodio ocurrió el 19 de febrero de 2008. Bajo una orden de allanamiento penal por parte del Juzgado de Garantías 4 de La Plata, varios agentes policiales de la seccional 1º de San Vicente ingresaron a la vivienda de la familia Cirilo en busca de electrodomésticos por un robo ocurrido días antes.

Para llevar a cabo la pesquisa, como los dueños de la casa no estaban, fue necesario reclutar testigos. Según la causa, la vecina de la familia Cirilo, Débora Paradera, y otro vecino de la misma cuadra, José Medina, fueron quienes se prestaron para esa tarea. Como jefes de calle y responsables del operativo estaban los policías Carlos Alberto Paz y Edgardo Sánez. Los otros agentes son Miguel Páez, Lorena Alamán, Ramón Navarro, Damián Castro y Néstor Viaggiotti.

En su testimonio, Paradera recordó haberle dicho a uno de los agentes que la casa que debían haber allanado en realidad estaba a la vuelta, sobre la calle Paccinotti y no sobre Lima. Pero ellos le respondieron que “no” mientras le mostraban una foto de la fachada de la vivienda en la que se podía leer que el cartel de la calle decía “Paccinotti”.

Durante la pesquisa en la que debían buscarse electrodomésticos, a Paradera la llevaron a una habitación en desuso, mientras que al otro testigo, que era un hombre mayor, con poca capacidad auditiva y “poca lucidez”, según su testimonio, estaba en la habitación matrimonial con otros agentes. “El que dirigía todo me dijo que fuera a esa habitación que estaba en desuso. En el otro cuarto vi al otro testigo que estaba contando plata. Después fui yo con él y nos pusieron a contar a los dos. Había mucho cambio. Al final, juntaron toda la plata y la pusieron en una bolsa para llevarlo como prueba, junto con otros aparatos que vi, como una notebook vieja, un celular y un teléfono que, para mí, eran para jugar”, recordó la testigo.

Según el expediente, una vez terminado el allanamiento, Paradera recordó que le hicieron firmar un acta que “estaba en blanco porque no había ningún texto escrito”. En ese momento, llegó la hija del dueño de la casa, Cinthia Cirilo, y “comenzó a gritar” al ver todo el desorden producto del operativo policial. Mientras los agentes se retiraban, Cinthia recibió un llamado por celular de su madre, Zulema Urbinelli, quien le insistió varias veces para que fuera a la habitación a “fijarse la plata”, una suma que rondaba los 15 mil pesos y que estaba guardada en la mesa de luz de la habitación matrimonial.

Al no encontrar nada, Cirilo le preguntó a Paradera si ella había visto que alguien se llevó dinero. “Yo le contesté que lo que habíamos encontrado estaba en una bolsa con otras pruebas, y me dijo que no, que se trataba de otra plata”, contó Paradera durante el juicio.

Ante la Justicia, la familia Cirilo denunció como faltante la suma de 15 mil pesos y una cadena de oro. Además, sostuvieron que su casa fue allanada por error. El problema planteado desde el principio fue intentar determinar quién estuvo en la habitación matrimonial durante el allanamiento. El fiscal de la causa, Juan José González, sostuvo a AUNO que “no hay dudas de que (los policías) entraron a la casa y que estuvieron en la habitación principal, pero el problema fue determinar quién de todos ellos fue el que, digamos, aprovechó la oportunidad y se llevó el dinero”.

Durante los alegatos, la fiscalía desistió de la acusación a los agentes Páez, Alamán, Navarro, Castro y Viaggioti, ya que durante el transcurso del juicio no se pudieron reunir elementos suficientes para llevar adelante una acusación formal contra ellos.

Sin embargo, se solicitó condenas de un año y seis meses e inhabilitación para ejercer sus funciones a los Jefes de Calle Edgardo Sánez y Carlos Alberto Paz, ya que fueron los máximos responsables del operativo que se llevó a cabo, según el fiscal, con “muchas irregularidades”, tales como elegir un testigo que no reunía las aptitudes necesarias, allanar varias habitaciones al mismo tiempo y hacerles firmar un acta en blanco, sin texto alguno.

El Juzgado decidió absolver a los siete agentes por no estar acreditada la materialidad del hecho, es decir, que no se pudo probar quién de todos los acusados se “apoderó ilegítimamente” del dinero. Sin embargo, el Juzgado solicitará al Ministerio de Seguridad que los agentes sean investigados y exonerados por las “irregularidades” con las que llevaron a cabo el allanamiento.

MP-AFD
AUNO-21-05-13

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