La periodista Carla Perelló, egresada de la UNLZ, ganó el Premio Zarelia-Rompiendo Moldes 

Se trata de un reconocimiento a su contribución en el campo del género. «Hacer periodismo feminista es hacerlo desde una perspectiva de derechos humanos», sostuvo.

La periodista Carla Perelló, graduada de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y formada en AUNO, ganó el Premio Zarelia-Rompiendo Moldes “Transformemos los estereotipos de violencia y desigualdad” impulsado por Festival Zarelia, Wambra y Oxfam Latinoamérica. “Hacer periodismo feminista es hacerlo desde una perspectiva de derechos humanos”, expresó.

Perelló es una de las nueve ganadoras del premio dirigido a periodistas, comunicadorxs, diseñadoras, ilustradoras, productoras multimedia y creadoras de contenido. Este reconocimiento surgió de un estudio realizado por El Churo y Wambra-Medio Digital Comunitario de Ecuador en 2018 y resultó en un espacio para compartir e intercambiar experiencias de periodismo feminista: una red nacional y el fortalecimiento del tejido internacional entre periodistas y medios digitales feministas y que trabajan contenidos con enfoque de género, para generar proyectos periodísticos colaborativos.

En la quinta edición de esta convocatoria se presentaron más de 140 propuestas de 18 países de América Latina y el Caribe, de las cuales se seleccionaron 40 para participar de un curso intensivo virtual con tres módulos sobre narrativas antirracistas e interseccionales, estrategias digitales y narrativas para transformar la violencia de género y las desigualdades. Perelló fue reconocida por tres notas sobre la comunidad LGBTIQ+ de Argentina, publicadas en El Destape este año: “La comunidad invisibilizada: falta de datos y de representación política”; “Luchas, redes y conquistas: la comunidad LGBTIQ+ organizada”; y “En la calle y las instituciones: desafíos y acciones de la comunidad LGBTIQ+”.

En sus redes sociales Carla se presenta como una periodista feminista, antifa(cista), conurbana y latinoamericana que aporta “una mirada desde el Sur Global y los feminismos interseccionales”. Actualmente, además de escribir para El Destape, forma parte de la investigación de las organizaciones Vote LGBT y Caribe Afirmativo en un capítulo de Argentina sobre participación, representación y violencia política de y hacia la comunidad  LGBTIQ+.

Teniendo en cuenta el acceso cada vez más variado y amplio a la información por parte de la población, el aporte que le puede hacer el periodismo a la comunidad LGBTIQ+ es comunicar “desde las voces del pueblo, desde lo que está pasando en los barrios, desde lo que dicen, lo que piensan, lo que hacen quienes están en los márgenes, porque los sectores de poder siempre tienen la voz”, postula Perelló. Un ejemplo son las burbujas de información sesgadas que crean los algoritmos de las redes sociales; para ella el periodismo tiene el desafío de romperlas y se logra desde la calle: “No hay inteligencia artificial que le pueda hacer frente a la cámara de fotos de un fotoperiodista o un fotoreportero que está registrando una represión”.

En un contexto en que el Presidente reproduce discursos de odio como ocurrió en Davos, la periodista explica que no apuntan solo contra la comunidad LGBTIQ+, sino también contra los defensores de derechos humanos (en toda su amplitud) y los militantes políticos, que se convirtieron en sujetos “criminalizados y criminalizantes”, es decir, susceptibles de ser atacados por el solo hecho de tener una militancia política. Por eso, ella afirma que “hay que hacer un esfuerzo desde la comunicación y desde el periodismo para reivindicarla”.

En este contexto, ¿cuáles son los desafíos del periodismo feminista?
-Desde una organización popular, un medio comunitario, autogestivo el desafío es económico: al no poder estar en el lugar de los hechos hay que elaborar estrategias para comunicar, contactar y hablar con las personas, con las organizaciones populares y con las voces que se están manifestando desde los barrios, los pueblos y las comunidades. En cambio, en un medio más comercial los desafíos tienen que ver con cómo sortear las líneas editoriales, cómo insistir o no con determinados jefes, y cómo hacer para instalar un tema. Pero, lo principal está en el hacer red, el hacer comunidad, porque hacer periodismo feminista nunca es en soledad. Comunicar siempre es un acto colectivo: siempre requiere de la mirada de un otro, siempre hay un editor, una editora, que está leyendo tu nota, editando tu video, siempre hay una devolución o una mirada que aporta desde otro lado. El principal desafío es poder contar con compañeras, colegas que ayuden a construir lo que queremos decir. Porque los relatos y las miradas justamente que queremos dar a conocer tampoco son de un ser individual, sino que tienen que ver con una comunidad y con el hacer colectivo, como la transmisión de ciertos valores.

-¿Qué valor tiene el incentivo de la beca y reconocimiento del premio?
-Es un reconocimiento personal a un esfuerzo, a un recorrido y crecimiento que empecé en AUNO, en la Universidad de Lomas, mientras todavía estaba estudiando periodismo. Y de ahí en más pasé por un millón de cosas, por la precarización total del trabajo, por experiencias más copadas, que me llevaron a conocer compañeros y colegas, experiencias en medios autogestivos, populares, viajar… son experiencias súper valiosas. Insisto, ese recorrido no se puede hacer en soledad, siempre es de la mano. Estas notas en particular las firmé yo, pero hubo amigas y compañeras que me ayudaron cuando tuve dudas de cómo resolver una cabeza, a quién entrevistar, cuando me faltaron contactos, qué informe era mejor para incluir y qué datos de esos informes.  

¿Qué importancia tienen las organizaciones internacionales que promueven el periodismo feminista?
-Son importantes porque permiten conocer a otras compañeras, colegas, de otras latitudes de América Latina y el Caribe; otras formas de comunicar, qué formatos y estrategias usan, sus experiencias; cómo se están enfrentando a los discursos de odio que hay en sus lugares, qué está pasando ahí, cómo avanzan en la construcción de narrativas que permitan concientizar para ampliar derechos. Porque sobre todo, se trata de ampliar derechos para las mujeres que son la mitad de la población del mundo y para las diversidades también.

AUNO-19-03-2024
RCA-MDY

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