La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación nombrará como Sitio de la Memoria el escenario de la Masacre de Monte Grande, un inmueble ubicado en Boulevard Buenos Aires 1151, en el límite de las localidades de Monte Grande y Luis Guillón, partido de Esteban Echeverría.
El pasado 24 de mayo se cumplieron 45 años del hecho, y tras una primera señalización en el cementerio municipal de Monte Grande, la cartera nacional de DDHH fijó fecha para el señalamiento del escenario del crimen el próximo sábado 25 de junio, a las 12 horas.
En diálogo con AUNO, la directora de Espacios y Sitios de la Memoria, Lorena Battistiol Colayago, recapituló acerca del proceso: “El pedido de señalización lo presentó el Colectivo de Educación por la Memoria, la Verdad y la Justicia de Esteban Echeverría, ante la Secretaría de DDHH de Nación, en mayo del año 2019, pero la pandemia nos llevó a postergar los encuentros, y por consiguiente la realización de estos actos”.
La iniciativa se enmarca en una serie de acciones en pos del ejercicio de la Memoria, como la colocación de baldosas en homenaje a las víctimas frente al chalet y a la necrópolis municipal, impulsadas desde el Colectivo.
Al respecto, Battistiol Colayago precisó: «Con el retorno de la presencialidad pudimos comenzar las diferentes reuniones para elaborar los textos que acompañan cada cartel de señalización», hecho que se hará efectivo este fin de semana.
Liliana Franchi pertenece a la Comisión Vesubio y Puente 12, fue pareja de Luis María Gemetro, víctima de los fusilamientos, y trabajó sobre el pedido elevado a Nación. Ante la noticia, ella se siente “orgullosa y conmovida”.
Gemetro era veterinario y fue secuestrado junto a Luis Fabbri, Catalina Oviedo, Daniel Ciuffo, Luis De Cristófaro, María Cristina y Julián Bernat, Claudio Giombini, Elisabeth Käsemann, Rodolfo Goldín, Mario Sgroi, Esteban Andreani, Miguel Harasymiw, Nelo Gasparini y dos mujeres aún sin identificar, entre febrero y mayo de 1977.
Un día antes de la Masacre, los represores les habían avisado que iban a ser trasladados y puestos a disposición del Poder Ejecutivo. Les cambiaron la ropa y curaron las heridas, y por la noche los reunieron y llevaron hacia la casa, donde fueron ejecutados. Días después, los diarios de época viralizaron la noticia con los nombres de los fusilados y fue allí donde algunas familias identificaron a sus seres queridos entre las víctimas y supieron de su muerte.
Recopilando el trabajo realizado a lo largo de los años por la Memoria, la Verdad y la Justicia, Liliana celebró la futura señalización y destacó que “sigue siendo producto de una lucha continua para construir memoria”.
En 2021 la propiedad, hoy casi irreconocible por las reformas hechas, fue puesta a la venta, suceso que desencadenó repudio y protestas para impedir la transacción. Tras la solicitud de las querellas para no innovar sobre el inmueble, el juez Daniel Rafecas resolvió pausar los negocios inmobiliarios a mediados del año pasado, hasta que este abril el intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, firmó un proyecto que declara de “utilidad pública” al chalet, impidiendo de esta forma cualquier transacción comercial.
Victoria Gonzalez, vecina de Esteban Echeverría, vivía a tres cuadras de la casa y recuerda los disparos de esa noche: “Era una niña, mi padre nos hizo tirar al suelo, luego escuché y vi pasar tanques por mi cuadra. En ese momento no tomaba real dimensión de lo sucedido”. Al mismo tiempo, valoró la marcación del escenario de los fusilamientos como algo importante porque “estos lugares remiten hechos que forman parte ineludible de nuestra historia”.
En ese sentido, Liliana aseguró que este acto permite “reconocer a Luis María y a lxs compañerxs en sus compromisos” como forma de “hacerlxs visible” y que “la masacre resume todos los procedimientos por parte de los genocidas, privación ilegítima de la libertad, desaparición, asesinato y como tal se seguirá trabajando por la memoria, verdad y justicia”.
LZ-NR-MEM
22-6-2022
