Vendrá un nuevo amanecer

Todavía queda más de una semana para recorrer la muestra “Resiliencia”, que expone el drama de los trabajadores despedidos del Ministerio de Cultura durante los primeros meses del año. Se puede visitar hasta el 19 en el Centro Cultural Paco Urondo. (*)

Paul Bordis

Lomas de Zamora, noviembre 10 (AUNO) – Es difícil catalogar o simplemente definir qué es el arte. Es algo que nos excede, es cuestión de eruditos autorizados. O no. Porque también se siente. Y también se puede sufrir. El dramaturgo alemán Bertolt Brecht sostuvo que “el arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma”. Y vaya que “Resiliencia” se hace cargo de tomar esa posta. La “muestra temporaria en asamblea permanente”, como leitmotiv autónomo, explicita cómo el dolor puede mutar en arte. Y del drama, en nuevos caminos.

Los elementos de trabajo saltaban a la vista, quisieron ser protagonistas. Lapiceras, cuadernos, carpetas, materiales gráficos, libros, dvd’s, afiches, chalecos, remeras, camperas, platos, tazas, sillas. Lo cotidiano, lo que formaba parte de estos trabajadores del Ministerio de Cultura que fueron despedidos con el aterrizaje de nuevas autoridades. Trofeos de guerra en una batalla desigual. Su dolor, su incertidumbre hoy es testimonio de la crudeza de estos nuevos viejos tiempos que suman día a día más trabajadores en la calle. Los despidos retratados desde una manera artística, con una vuelta que supieron darle los que hoy no ocupan sus oficinas para denunciar su situación y exponer el accionar de los nuevos mandos.

Esos objetos enmarcan sus tareas diarias. Pero están los otros objetos. Aquellos que hablan por sí solos. Cadenas, “listas negras”, fajas con la leyenda “CLAUSURADO”, candados, pancartas con el “No a los despidos en Cultura” o “500 despedidos en Cultura” escritos a mano, autorizaciones para cerrar espacios, cartas clamando por la reapertura.

En el Centro Cultural Paco Urondo la angustia es la voz cantante. La única que guía la muestra. En primera persona, personificada por Andrea , el relato se aleja del imaginario y se hace realidad. El escalofrío es común frente a los relatos de esta mujer que trabajaba haciendo visitas guiadas dentro del ya extinto programa “Ronda Cultural”. Los días previos al cambio de mando, la llegada de las nuevas autoridades, la lista negra, la prohibición de entrar a su oficina, su nombre como indeseable. La calle como refugio, el abrazo de algún compañero para seguir, el llanto en común como catarsis. La lucha por la reincorporación, la pelea contra los funcionarios, las asambleas, los debates. La idea de la muestra, la resurrección, las reuniones para hacer realidad la exposición, la recolección de materiales, el curado de las obras, la disposición, el final del armado. La presentación, la novedad, la difusión, las visitas.

Andrea , otra de las organizadoras de esta exposición, remarcó que “lo importante es rescatar la historia personal de cada protagonista, de cada víctima de los despidos”. Y reforzó que la muestra se centra en demostrar el producto que estaban haciendo dentro del Ministerio de Cultura, aunque también es fundamental “seguir construyendo el futuro y denunciar el vaciamiento del Estado y del recorte en la inversión en el sector”.

“Resilencia” cuenta con la participación de otros artistas que sumaron sus obras con temática de despidos a lo aportado por los propios trabajadores del Ministerio. Las imágenes también son una cuestión fundamental. Se pueden ver fotos de despedidos en tamaño real, fotos de los trabajadores al momento de ser notificados de los despidos. Cada una ahorra la necesidad de explicar la situación. Fuertes imágenes de estas historias de vida que decidieron dejar la intimidad de la congoja y decidieron exponer sus realidades.

La resiliencia, capacidad psicológica de superar instancias y períodos de dolor, es el espíritu que continuará proyectándose hasta el cierre de todo este evento. Mientras tanto, el chaleco sigue sin uso, los cuadernos siguen sin planes, las lapiceras no gastan su tinta ni tampoco se proyectan ideas. Es por eso que sus dueños protegen la memoria exponiendo todo a ojos de quienes desear pasar y llevarse un poco de la realidad, con el distintivo de tener cara a cara a los despedidos y conocer el drama de manera directa.

(*) Nota realizada para Taller de Periodismo Gráfico
AUNO 10-11-2016
PB-AFG

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