Lomas de Zamora, octubre 07 (AUNO).- Vecinos Autoconvocados de Villa Independencia pidieron al Ejecutivo municipal de Lomas de Zamora una reunión con el intendente Martín Insaurralde para que les informe acerca de las obras de saneamiento en Cuartel IX e Ingeniero Budge, que fueron anunciadas pero aún no comenzaron.
El pedido fue hecho a través de una carta en que la organización, junto con el Foro Hídrico lomense, reclamó “de forma urgente” al jefe comunal un encuentro para analizar las obras que se ejecutarán en el Proyecto Integral de Saneamiento para esa zona.
Los vecinos habían mantenido una reunión con Insarurralde el 19 de febrero pasado, durante la cual habían analizado parte de las obras anunciadas, y acordado un nuevo encuentro para marzo, pero que hasta ahora no se concretó.
“Pasaron más de 200 días y la reunión aún no se hizo, a pesar de los reclamos insistentes ante el municipio y la provincia”, señala el texto.
El pasado sábado, el director de Recursos Hídricos, Jorge Busnelli, recorrió el barrio junto a representantes de los autoconvocados y se comprometió a comunicar al intendente la situación de Villa Independencia y a aprontar su respuesta, según informaron los vecinos.
Villa Independencia es una localidad ubicada entre Ingeniero Budge y Parque Barón, y está declarada desde el 2001 como zona de “emergencia hídrica y sanitaria” por sufrir inundaciones constantemente.
El reclamo de los habitantes del lugar consiste en que AySA inicie la construcción de plantas modulares de efluentes cloacales y de redes domiciliarias para más de 300 mil familias que sufren de las inundaciones.
Junto a la problemática de la falta de redes cloacales, exigen la construcción de una planta de bombeo propia que dé más presión al agua de red a fin de no quitarle presión al servicio que reciben los habitantes de Temperley.
El Plan Director de Saneamiento —cuya finalización está estipulada para 2013— prevé una primera etapa que se iniciará el primer trimestre del año próximo con obras de revestimiento de hormigón armado y la ampliación de las subcuencas del Matanza-Riachuelo, Santa Catalina, Del Rey y Unamuno.
El desecado y tratamiento de cada subcuenca y el servicio de agua potable evitarían la presencia de materiales pesados en el agua y la proliferación de enfermedades hídricas.
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