Una joven organización hace crecer una biblioteca online para ciegos

Tiflonexos construye a través de las nuevas tecnologías un puente hacia los libros para los no videntes. AUNO-Tercer Sector dialogó con el director de esta OSC que llegó a los 30 mil ejemplares en su archivo.

Pablo Lecuona tiene 35 años y es ciego. Desde hace diez años trabaja junto a un equipo de voluntarios y –sobre todo- amigos en lo que dieron a llamar Tiflonexos. Se trata de una asociación civil que a través de un biblioteca virtual ayuda a no videntes a poder disfrutar también de los libros.
Tiflonexos tiene su sede en el barrio porteño de Once. Su objetivo es brindar asistencia y capacitación, o simplemente entretenimiento, a través del uso, adaptación y desarrollo de nuevas tecnologías y la colaboración voluntaria.

  • ¿Cómo son incorporados los libros a Tiflolibros?*

Primero los textos son escaneados con un equipo especial, y un grupo de voluntarios se encarga de la corrección del material. Luego es “colgado” a la página mediante un “montacargas”, que es un programa nuestro que sirve para subir los textos a la web. Además, cualquier persona con discapacidad visual puede pasar un libro en la computadora y enviarlo. Luego se va a subir a la biblioteca: es decir, recibimos donaciones de cualquier tipo.

  • ¿Cualquier persona puede bajar los textos de este sitio?*

La biblioteca cuenta ya con casi 30 mil libros y uno se suscribe en forma gratuita. Acceden casi cuatro mil usuarios de más de 40 países. La biblioteca es una página en la que los usuarios tienen que estar registrados por una cuestión legal de derecho de autor. El usuario se inscribe con sus datos personales con un comprobante de nivel de discapacidad y en forma gratuita puede acceder desde cualquier parte del mundo a la biblioteca, a descargar un libro a su computadora o, como ya dije, aportar con un libro. Es como una gran red con la que se va construyendo la biblioteca.

  • ¿La organización recibe donaciones de parte del Gobierno?*

No, de parte del Gobierno nunca recibimos donaciones. Sin embargo, sí recibimos de organizaciones no gubernamentales y de personas anónimas que contribuyen con el proyecto de Tiflonexos.

  • ¿Cómo hacen para mantener la organización? ¿Cobran algún sueldo?*

La organización se mantiene de donaciones. Por ejemplo, del alquiler de las instalaciones donde nos encontramos se hace cargo Fundación Williams (organización sin fines de lucro con los propósitos de impulsar el desarrollo de la ciencia, la educación y la cultura, fomentar el intercambio científico-cultural y auspiciar el fortalecimiento comunitario), además que los usuarios de todo el mundo tienen la posibilidad de adquirir, en el caso que de forma gratuita no lo quieran o no puedan hacer online, los textos en formato Mp3 por un valor de cuatro pesos cada CD. La fundación además distribuye y ofrece mantenimiento oficial de impresoras Braille a empresas e instituciones. Con la plata que se recauda de todo esto pagamos los sueldos de 8 trabajadores, entre videntes y no videntes, y compramos los insumos necesarios para llevar a cabo la obra.

  • ¿Qué tipos de libro ofrece la biblioteca?*

La idea es un público amplio en todos los sentidos, en edades y en intereses, por lo que hay materiales de lectura liviana, libros de suspenso, ciencia ficción, terror…intentamos que queden abarcados todos los géneros. Hay mucho material para los chicos, también para estudiantes. En estos últimos dos años venimos poniendo mucho enfoque en materiales técnicos, materiales para estudiantes y cubrir esa necesidad ya que es un tema bastante fuerte el de la deserción en la educación media y en la superior. Según estadísticas, en el caso de las personas con discapacidades visuales es un 30% mayor que en el caso de la población en general. La tecnología es fantástica: a través de programas especiales que permiten copiar los archivos en formato de audio Mp3 queda el libro grabado con la misma voz de la computadora pero en un archivo de audio, que es lo que permite que ese libro llegue mucho mas fácil a un montón de gente que aún no usa la computadora, como las personas mayores.

  • ¿Cómo comienza la formación escolar de una persona con discapacidad visual?*

Eventualmente los chicos cuyos padres envían a una escuela, porque muchos chicos con esta clase de discapacidad sufren la ignorancia de sus padres y no son enviados a ninguna escuela. Crecen creyendo que no sirven o que no pueden integrarse al mundo, son enviados a un colegio de enseñanza normal con el apoyo de la escuela de ciegos.

  • ¿Cómo funciona ese mecanismo?*

Se le pone una docente integradora, que es una maestra que va entre 2 o 3 veces en la semana a la escuela “común”, dependiendo del nivel y la discapacidad del alumno, quien le aporta material. Ambas docentes trabajan en conjunto en cuanto al desarrollo de los contenidos. En la escuela primaria generalmente es así como funciona, en la escuela secundaria ya pasa a depender de cada provincia. En algunos países hay solamente escuelas para ciegos: esto trae sus consecuencias porque al salir los pibes sólo están acostumbrados a tratar con personas con discapacidades visuales y les cuesta muchísimo integrarse al mundo del que son parte. Con la asociación actualmente estamos trabajando mucho para tener los materiales necesarios para chicos en edad escolar, escuela secundaria y textos universitarios. Capacitamos en el uso de las herramientas informáticas específicas, como por ejemplo el sistema Jaws.

* ¿En qué consiste este sistema y cómo ayuda al no vidente?*
Jaws es un lector de pantalla. Es el responsable de convertir toda la información de los programas ejecutados en la computadora para su reproducción en voz sintetizada, de manera que una persona ciega para navegar la pantalla utiliza el teclado de su computadora.

  • ¿Ustedes mantienen contacto con otras organizaciones relacionadas con esta discapacidad en el exterior?*

Sí, mantenemos contacto por el motivo de que se trabaja mucho en red por Internet con los mismos usuarios. La biblioteca fomenta mucho la comunicación entre usuarios. La comunicación se puede dar mediante una lista de correo donde circula mucha información, en la que si alguien tiene un problema otro lo va a saber resolver o va a ofrecer su ayuda. Se busca mucho el intercambio. Hoy acceden a la biblioteca muchas instituciones: más de 140 entre escuelas, bibliotecas, y organizaciones de ciegos.

  • Como encargado de llevar adelante este proyecto ha tenido que viajar por el mundo en varias ocasiones ¿Cómo ve a la Argentina en relación a otros países del mundo respecto a las políticas aplicadas por parte del gobierno o de organizaciones no gubernamentales en defensa de las personas con esta clase de discapacidad?*

En América Latina en general siempre la cuestión es que hay más necesidades que recursos, y no hay muchas políticas que en lo que a esta materia se refiera. En algunos países hay organismos de gobierno que trabajan en el tema de discapacidad visual, en Europa los recursos de más está decir que son mucho mayores porque tienen organizaciones mucho más fuertes que trabajan estos temas, que cuentan con personal mas capacitado. Por lo tanto pueden hacer más cosas, pero a la vez en América Latina somos mucho más prácticos. Nosotros como país estamos mucho más avanzados con respecto a países de Europa. Sin ir mas lejos, en un viaje del que llegué la semana pasada, me tocó ir a almorzar a un restaurante en Suiza con ingleses y gente de Estados Unidos, con quienes me interrogaba acerca de que no utilizan aún el menú escrito en Braille, el cual sí ya fue implementado en la Ciudad de Buenos Aires. En España, donde hay mucho más dinero para realizar un proyecto como éste nunca se hubiera podido iniciar por una cuestión de burocracia, entre otras cosas. Estoy absolutamente convencido de que todo es cuestión de animarse, de tener ganas de cambiar las cosas, de hacerlas más prácticas y de levantarse todos los días con ánimo. Yo creo que se puede y la verdad que no me arrepiento de formar parte de esto. Todavía falta mucho por hacer, y estableciendo comparaciones… no me arrepiento de estar en la Argentina.

Cómo contactarse:

Tiflolibros
http://www.tiflolibros.com.ar/
Adolfo Alsina 2604, Ciudad de Buenos Aires (1090)
(54) 11- 5918 – 4100 / 4951- 1039

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