(AUNO-Educación *).- Para evitar la repitencia de chicos en las zonas más desfavorecidas de la ciudad, 52 escuelas del gobierno porteño cuentan en sus primeros grados con un segundo maestro con el fin de brindar un apoyo adicional a los alumnos.
El proyecto “Maestro más maestro” permite intensificar la tarea en el grado y posibilitar que los docentes hagan cursos de capacitación sin que los chicos se perjudiquen por la pérdida de clases.
La iniciativa surgió en el marco del programa ZAP (Zonas de Acción Prioritaria), implementado por la Secretaría de Educación del gobierno, que apunta a “la atención educativa de poblaciones socialmente vulnerables a través del desarrollo de acciones que desde la escuela y de espacios comunitarios tiendan a la diversificación y el mejoramiento de las oportunidades educativas de los alumnos”.
La coordinadora del proyecto, Silvia Mendoza, explicó en declaraciones a la Agencia Universitaria de Noticias y Opinión que “en el aula hay un maestro más, de ahí el nombre, que proviene del ZAP y trabaja con el docente en el mismo horario, en la enseñanza de la lectura y la escritura”.
“Hay una biblioteca por salón para que los chicos tengan un contacto más directo con los libros”, señaló Mendoza, quien manifestó que el docente que se agrega al aula también puede apoyar “al maestro de segundo grado porque hay chicos que terminan de alcanzar todo lo que se necesita para pasar en marzo o abril y en ese caso el maestro ayuda para que ese grupo pueda adaptarse rápidamente al ciclo”.
“Antes se pensaba que los chicos no podían y lo que se va logrando con este trabajo es que se entienda que sí pueden si desarrollamos una enseñanza más acorde a sus necesidades específicas”, agregó la coordinadora.
Por otra parte, sostuvo que “en términos generales la evaluación es buena”, ya que “hoy el hecho de que los chicos puedan repetir no tiene que ver necesariamente con que sea pobre porque hay un trabajo muy fuerte allí para compensar las desigualdades sociales y económicas”.
En la actualidad este programa se lleva a cabo en 52 escuelas, en las cuales se realiza, según Mendoza, “un contacto permanente y asiduo con los chicos”. El proyecto permite además la capacitación tanto de los maestros de grado como de los de apoyo sin que los chicos pierdan sus clases.
Otras de las características principales del proyecto son los espacios para la escritura entre maestros (Red de Maestros Escritores) y la asistencia a las escuelas para la realización de proyectos o acciones que tiendan a fortalecer las oportunidades educativas y ampliar el capital cultural de los alumnos. Los docentes que realizan capacitación en servicio a través del proyecto son 432.
- Agencia Universitaria de Noticias y Opinión.