Un grito: justicia por Mariano Ferreyra

Militantes de organizaciones sociales y políticas de distintos puntos del Conurbano marcharon hasta Plaza de Mayo para reclamar el esclarecimiento del asesinato del militante Mariano Ferreyra. Un testigo de los hechos ratificó que fue una «patota» de la Unión Ferroviaria quien cometió el crimen.

Lomas de Zamora, octubre 21 (AUNO).- Decenas de organizaciones sociales y políticas se concentraron este mediodía en las estaciones de trenes de la línea Roca para participar de la movilización convocada hoy en repudio del asesinato del militante del Partido Obrero (PO) Mariano Ferreyra. Un testigo de los hechos que derivó en la muerte del joven ratificó que miembros de “patotas armadas” de la Unión Ferroviaria fueron los responsables del crimen.

“Los que tiraron no eran trabajadores ferroviarios, eran patotas pagas”, aseguró Eduardo Belliboni, un dirigente del Partido Obrero (PO) que fue testigo de los sucesos de ayer. En diálogo con esta agencia, el representante de esa fuerza política en la zona sur del Conurbano ratificó la versión de que “hubo zona liberada” para que los atacaran en Barracas y responsabilizó de los hechos a la dirección de la Unión Ferroviaria, encabezada por José Pedraza: “Nos mandaron a patotas armadas”.

Belliboni, ex trabajador ferroviario, explicó que “las empresas tercerizadas son un negocio de la conducción de la Unión Ferroviaria. Los trabajadores están super explotados y cobran la mitad de lo que deberían”.

“En esta oportunidad, estos hijos de puta van a tener que pagar con cárcel. Mataron a un joven idealista con toda la vida por delante”, descargó.

Mariano Ferreyra, militante del PO y de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA-Avellaneda) fue asesinado de un tiro en la tarde de ayer en un enfrentamiento que su agrupación política y otras afines tuvo con sectores ligados a la conducción de la Unión Ferroviaria. Tenía 23 años participaba de un reclamo por la reincorporación de trabajadores despedidos y el pase a planta permanente de empleados ferroviarios tercerizados, que incluyó el corte de las vías del ex ferrocarril Roca a la altura de la estación Yrigoyen.

Luego de enfrentarse a piedrazos en las vías con las personas enviadas por el gremio que lidera José Pedraza para evitar el corte, según asumió su conducción en un comunicado, el grupo de Ferreyra se movilizó para el lado de Barracas, donde habrían sido emboscados y —sin presencia policial que lo impidiera— atacados a tiros. El joven recibió un disparo en el tórax y murió al llegar al hospital Argerich de la Ciudad de Buenos Aires.

Además de Ferreyra, quedó herida de gravedad con un balazo en la cabeza Elsa Rodríguez, de 56 años, y su pronóstico de salud es reservado. Mientras que Nelson Aguirre, de 31 años, que fue herido de bala en el muslo y la rodilla, está fuera de peligro. Ambos están en el Argerich.

REPUDIO Y MOVLIZACIÓN
Luego del los sucesos en Barracas comenzaron distintos actos de repudio a la violencia de la denominada “burocracia sindical”. Políticos, dirigentes sociales y estudiantiles expresaron su dolor por la muerte de Ferreyra y anticiparon su participación en la marcha que se realizó hasta Plaza de Mayo para reclamarle al Gobierno nacional una intervención ante lo sucedido.

El secretario general de la Central de Trabajadores Argentina (CTA) provincia de Buenos Aires, Roberto Baradel, expresó a través de un comunicado su “más enérgico repudio al accionar de una patota que nada tiene que ver con el interés de los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca”.

Baradel instó al Gobierno a realizar “una profunda investigación que individualice a los responsables de esta brutal agresión y que sean juzgados y condenados por la Justicia”. Y remarcó que hay una “urgente necesidad de lograr la libertad y democracia sindical para que los trabajadores puedan asumir la organización sindical que crean conveniente”.

Por su parte, el presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), Itaí Hagman, declaró: “Este hecho es indignante y aberrante. La burocracia actuó con total impunidad y con el visto bueno de la policía”. Hagman desmintió la versión de que hubo un enfrentamiento, “fue una persecución” y también exigió al Gobierno “el esclarecimiento del caso”.

Además de las movilizaciones la CTA convocó a un paro de 24 horas a nivel nacional enmarcado en una “jornada de luto y movilización”.

La Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop) realizó un paro general y a una movilización junto con la CTA para repudiar el asesinato Ferreyra.

De esta manera, los agremiados no prestaron sevicios en los hospitales públicos bonaerenses, salvo para las guardias y las urgencias.

Según la Cicop, los agresores que cometieron el crimen forman parte de “las patotas de la burocracia sindical” que son la “fuerza de choque” que “llega al extremo de asesinar compañeros”.

En este sentido, relacionaron el hecho con la violencia de otras décadas en que parte del sindicalismo “actuaba en complicidad con la Triple A y luego con la dictadura terrorista”.

Por eso, “exigimos a las autoridades nacionales y provinciales que se investigue a fondo los hechos” y que se castigue a “los autores materiales y a los responsables políticos de esta repudiable agresión”, concluyeron los miembros de la Cicop, que dejaron en claro que “no puede haber impunidad para estos asesinos”.

LR-MP-AFD
AUNO-21-10-10

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