(AUNO-Tercer Sector*)Unos de los reclamos de los movimientos defensores de los derechos de la mujer, la anticoncepción quirúrgica, se convirtió en ley anoche al ser aprobada la polémica iniciativa en la Cámara alta. De esta manera, cualquier persona mayor de edad que decida no tener más hijos podrá solicitar en los hospitales de todo el país, como en las empresas de medicina prepaga y obras sociales que les practiquen una ligadura de trompas de Falopio (para las mujeres) o una vasectomía (para los hombres) sin permiso judicial ni razones médicas.
A pesar de un fuerte debate que se extendió por más de cuatro horas, el proyecto fue sancionado un minuto antes de la medianoche sobre tablas con 35 votos a favor y nueve en contra. La ley, que contó con el respaldo de la bancada kirchnerista, el bloque radical y el socialismo, establece en el artículo 1º que “toda persona mayor de edad tiene derecho a acceder a la realización de las prácticas denominadas ‘ligadura de trompas de Falopio’ y ‘ligadura de conductos deferentes o vasectomía’ en los servicios del Sistema de Salud”.
De acuerdo a la norma, las personas mayores de 21 años podrán solicitar en los hospitales públicos que les efectúen gratis una ligadura tubaria. Y sólo deberán dar su “consentimiento informado” como “requisito previo inexcusable”, según explica la iniciativa. Es decir, no necesitarán un permiso judicial ni indicaciones terapéuticas. La ley, también, dispone que las empresas de medicina prepaga y obras “tienen la obligación de incorporar estas intervenciones a su cobertura de modo tal de que resulten totalmente gratuitas para el beneficiario”.
El proyecto, al que se opuso la fuertemente la Iglesia, aclara que las menores de edad y las personas “declaradas judicialmente incapaces” necesitarán como “requisito ineludible” un permiso judicial e indicaciones médicas.
De esta forma, se pone fin a la desigualdad que sufren las personas sin recursos, ya que en las clínicas las ligaduras tubarias se practican sin permiso judicial ni razones terapéuticas. Además, porque estos métodos habían sido dejados de lado en 2002 cuando se aprobó la ley que creo el ‘Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable’, que les permite acceder a las personas gratuitamente a métodos contraceptivos, como el DIU, las píldoras y los preservativos.
Con la sanción de está norma se modifica la Ley 17.132 de Ejercicio Profesional de la Medicina. De esta forma, los médicos están habilitados a efectuar cirugías que puedan ser esterilizantes. Sin embargo, la ligadura de trompas de Falopio , que produce esterilidad permanente en la mujer al impedir el paso de los óvulos al útero, y la vasectomía, que en los hombres liga los conductos deferentes que transportan los espermatozoides, pueden ser reversibles. No obstante, la normativa no dispone la gratuidad para revertir la infertilidad.
El texto aprobado fue resultado de seis proyectos presentados por las diputadas kirchneristas Juliana Marino (Capital), Graciela Gutiérrez (Santa Cruz) e Irene Bosch de Sartori (Misiones); por Maria del Carmen Rico (Peronismo Federal-Buenos Aires); por Marcela Rodríguez (ARI-Buenos Aires) y por la ex diputada socialista Maria Elena Barbagelata.
En la actualidad, estás intervenciones contraceptivas se efectúan en los centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires, y de las provincias de Santa Fe, La Pampa, Chaco, Neuquén, Chubut, Río Negro y Tierra del Fuego, entre otras 14 provincias. Aunque, siempre se exige que haya indicaciones terapéuticas.
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Revista Tercer Sector
