Por Leonardo Lencina
Un grupo de alumnos del Instituto Tecnológico San Bonifacio de Lomas de Zamora comenzó el armado de un auto eléctrico para competir en una carrera en diciembre y necesita alrededor de medio millón de pesos para terminarlo. “Queremos dejar una huella en el colegio”, expresó a AUNO Gerónimo Vilar (18), uno de los estudiantes de séptimo año que participa del proyecto.
En total son 25 los chicos y egresados de distintas modalidades que trabajan en el vehículo. “Buscamos llevarnos el logro de haber podido armar un auto eléctrico desde cero y sin ninguna experiencia. De esto se trata el equipo: de fusionar nuestro conocimiento para lograr el mejor auto posible”, reflexionó el joven.
Vilar reconoció que está “como obsesionado” con el desafío. “Me encanta la mecánica, el diseño y los autos en general y me gustaría tener mi propia empresa y producir”, agregó y definió a la iniciativa como “una prueba de vida”.
La idea surgió luego que el profesor Javier Pérez pidiera a los alumnos de su materia, Proyecto y Diseño Electromecánico, que realizaran un trabajo para fin de año en parejas. Uno de los estudiantes sugirió inscribirse al Desafío ECO de YPF, una carrera de autos de emisión cero en la que participan más de 100 escuelas técnicas del país y que se desarrollará en diciembre en la Ciudad de Buenos Aires.
Los alumnos diseñaron un chasis con metales de bancos viejos que usarán como modelo cuando puedan conseguir los materiales pertinentes, pero necesitan recolectar alrededor de 500 mil pesos tanto para la inscripción a la carrera como para fabricar el vehículo.
Pérez alertó que para los alumnos es “complicado lo de la plata”, pero se entusiasmó con la idea de que logren entrar: “Les va a salir bien y a lo mejor ganan”. La institución recibe donaciones de familiares y ex alumnos través de transferencias bancarias (para consultas: Instagram @auto_contacto22) y busca empresas que sponsoreen el proyecto.
“La idea es que el proyecto además quede para la posteridad para motivar a futuros alumnos. Es apostar al futuro de verdad”, añadió el profesor, ingeniero graduado de la Univesidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ).
En lo personal, contó que “es un desafío muy grande” dirigir un proyecto “interdisciplinario” en el que participan alumnos de todo el colegio y reconoció que lo hizo salir de su “zona de comfort”. “Estoy contento, todos los días aprendo de ellos”, agregó.
El profesor definió que “enseñar es una pasión” y aseguró que “hasta ahora era un docente común y corriente”. “El proyecto se nos fue de las manos en el buen sentido. Vamos a buscar la forma de que esto salga”, remarcó.
La iniciativa no solamente abarca a los alumnos del colegio, sino también a egresados, como Daniel Gagliardi, que expresó que “volver al colegio para ayudar es lindo” y sostuvo que es una forma de devolver esas “cosas buenas” que se llevó de su paso como estudiante.
Gagliardi, que se egresó en 2013, trabaja en un taller mecánico, donde uno de los clientes era Pérez, y se dedica al diseño y venta de autos de carrera.
Un equipo que irá por todo
El director del San Bonifacio, Gabriel Gaburro, aseguró que “los estudiantes tienen autonomía cuando se trata de proyectos” de esa índole y destacó que los estudiantes aprendan a ofrecer sus conocimientos técnicos «en solidaridad”.
De los 25 estudiantes, egresados y docentes que participan del proyecto, seis competirán en diciembre, entre ellos tres mecánicos y tres pilotos. Vilar quiere estar al volante y sueña con su primera competencia a nivel nacional.
Los estudiantes del colegio lomense planifican ingresar en la carrera de YPF, tanto en las categorías masculinas como femeninas y para las pruebas de endurance o prueba de resistencia, zigzag y velocidad.
LL/RM
AUNO- 21-07-22
