Una nueva edición de las Escuelas Populares de Formación en Género y Diversidad ‘Macachas y Remedios’ se puso en marcha con el propósito de brindar apoyo económico y técnico a proyectos de formación que fueren desarrollados por organizaciones sociales y comunitarias en todo el país.
La iniciativa, que lleva adelante el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, “busca impulsar instancias de formación en las que las personas que participan puedan reconocer y ejercer sus derechos, identificar las desigualdades entre los géneros y construir estrategias de cambio de esas prácticas a nivel personal y comunitario, a través del trabajo articulado”, explicó la directora nacional de Formación y Capacitación en Género y Diversidad, Victoria Obregón.
Si bien está dirigido en primera instancia a organizaciones sociales, comunitarias y cooperativas de trabajo, también podrán participar organizaciones sindicales, universidades nacionales, instituciones educativas terciarias y gobiernos locales, siempre y cuando estén vinculados a organizaciones sociales y de la comunidad, aseguró la funcionaria, en diálogo con AUNO.
Señaló que los ejes que se abordarán en las propuestas son “la violencia por motivos de género y las políticas de cuidado que en este contexto de pandemia, de ASPO (Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio) y COVID-19 han quedado en primero plano”.
“Otros contenidos que queremos que sean parte de las propuestas son géneros, diversidad y feminismos, patriarcado y machismo”, contó Obregón. Aclaró que ello se suma “el enfoque desde la relación del género con otras condiciones de vulnerabilidad que lo cruzan, tales como la clase, la raza, ser migrante, pertenecer a comunidades indígenas u otras minorías”.
Obregón explicó que con esa iniciativa de las Escuelas Populares de Género y Diversidad Macachas y Remedios, cuyo nombre homenajea a dos luchadoras de la Patria Grande, se busca “fortalecer un vínculo del Ministerio; de espacios del Estado con los territorios”.
Precisó también que el objetivo “es poder facilitar un apoyo económico y un acompañamiento en el diseño de propuestas, que partan de una identificación de un aspecto territorial que necesite ser abordado”.
“Queremos que cada escuela contribuya a la apropiación de herramientas conceptuales y políticas como parte de un proceso más grande, de reconocimiento y de acceso a derechos. Que sean proyectos que logren aportar en el cuestionar y revisar los modelos que imperan, que son los que producen y reproducen la violencia por motivos de género”, enfatizó la funcionaria.
AUNO-05-08-20
RD-HRC-SAM
