Para Víctor Heredia, la opinión que tiene sobre la designación de Jorge Bergoglio como Papa “es muy controversial”. “No quiero abrir hoy un juicio concreto sobre lo que hará el ex Arzobispo de Buenos Aires en su rol de Papa, a raíz de las diversas opiniones que surgen sobre su desempeño como representante de la Iglesia Católica”, agregó.
“Si considero lo que dijo mi gran amigo y Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel (quien sostuvo que `Bergoglio no fue cómplice de la dictadura y que otros obispos sí lo han sido), diría que el Papa Francisco es un gran hombre. Si leo lo que escribe el periodista Horacio Verbitsky (quien denunció en su libro El Silencio que `Bergoglio como jefe de los Jesuitas en la época de la dictadura militar argentina, les quitó protección a dos sacerdotes que pertenecían a su orden y luego fueron torturados`), diría que el Papa ha traicionado incluso posturas muy específicas de lo que es la iglesia pastoral. En cambio, si me apoyo en el comunicado de Franz Jalics, (uno de los misioneros jesuitas secuestrado por las fuerzas militares en la década del 70 y quien declaró que `Bergoglio no lo denunció ante la junta militar`), tendría que asumir que el Papa Francisco no hizo nada malo. Por eso me refiero a que es controversial su figura”, comenta.
En consonancia con lo anterior, Heredia sostiene que “Bergoglio pertenece a una iglesia que en la etapa de la conquista y la posterior colonización tardó 50 años, en principio, para asumir que en el continente americano los habitantes tenían alma, y más de 500 años en pedir perdón por el genocidio que se había cometido a 55 millones de personas”.
“Creo en otro Dios, no en el que me planteó esta iglesia que en más de dos mil años de existencia nunca ha favorecido a las minorías”, añade.
No obstante, expresa su deseo de que “Bergoglio y no el Papa asuma sus claroscuros para que deje solamente los claros por delante y tape definitivamente los oscuros con gestos serios y concretos”. “En principio, es importante que tenga una mirada no sólo comprensiva sino de apoyo a las democracias del continente, hacia los humildes, como ha hecho en las villas de emergencia. Con esa actitud modificaría sustancialmente el paso de una iglesia por la Humanidad que no ha conformado a sus fieles”, agrega.
Las letras de Víctor Heredia siempre se caracterizaron por tener algo valioso que decir. Fue así como en 1986 su trabajo “Taki Ongoy” –obra compuesta por piezas musicales y narraciones que aporta una mirada diferente a la historia de los pueblos originarios de América y la conquista a la que fueron sometidos- lo llevó a tener serias disidencias con la Iglesia Católica . “En ese entonces monseñor (Desiderio) Collino, obispo de Lomas de Zamora, intentó prohibirla, dijo que `era una aberración anticristiana` y hasta prometió `excomulgarme`”, recuerda Heredia. En este sentido, el cantante describe que lo que hizo Taki Ongoy fue “denunciar la hipocresía de una Iglesia que debió haber sido cristiana y no lo fue”.
La obra –en la que participaron artistas como Juan Carlos Baglietto, Jorge Fandermole y Mercedes Sosa- fue limitada a la Argentina en los años `80, también recibió críticas de representantes políticos y eclesiásticos españoles y no contó con difusión en el resto del mundo. Fue reeditada 20 años después de su primera aparición.
AUNO 11-04-13 SA-LA/EV