Lomas de Zamora, octubre 5 (AUNO)-. “Entendemos que nosotros somos la herramienta para construir.” La premisa de Fernanda Bracca, estudiante de la escuela Naciones Unidas de Esteban Echeverría, develó la iniciativa con la que miles de estudiantes de escuelas públicas y privadas participaron del primer Encuentro Nacional de Centros de Estudiantes. Con más ganas que experiencia, coparon un lugar que agrupaciones de derechos humanos lograron, justamente, a causa de su militancia, el Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (ex ESMA). En tanto, también participó la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
Los estudiantes llegaron por la mañana en micros cargados con banderas, pecheras y remeras con insignias, sobre todo, peronistas. Allí, primero abrieron sus puertas integrantes de la agrupación Hijos en la Casa de la militancia. Agustín Cetrangolo, uno de sus representantes, comenzó incentivando a los jóvenes que aplaudieron y agitaron ante cada sentencia que los hacía responsables de lo que hoy es el país y de lo que está por venir.
“Son ustedes los que tienen la herramienta histórica para hacer todo lo que hace falta”, lanzó ante la multitud. De alguna manera, ese fue el eje del encuentro organizado por la Dirección Nacional de Juventud que depende del Ministerio de Desarrollo Social junto a la Dirección Nacional de Políticas Socio Educativas del Ministerio de Educación de la Nación: la responsabilidad que les cabe a los jóvenes.
Y que se puso en debate en las charlas que se dieron en distintos edificios, espacios abiertos, obras de teatro, talleres de pintura, de música, de cortos y tantas otras actividades más. Es que el propósito, también apuntó a “acompañar los procesos de organización popular hacia el interior de las instituciones educativas”, dijo Laura Brienza, titular de la dependencia a cargo de la organización.
Así, quedó demostrado que está lejos aquella frase “la juventud es apolítica” que reflejaba el poco interés sobre el devenir social, político y económico del país de ese sector de la sociedad. Tal vez, vestigios de las masacres sufridas por los militantes de la década de 1970 y de las políticas impuestas durante los 90 impregnados en el consciente colectivo…
¿Por qué conformar un espacio en el que los estudiantes puedan crecer desde el punto de vista político, cómo utilizarlos para realizar proyectos culturales? La respuesta estaba clara en cada uno de los rincones. En las rondas de mate en la que se escuchó el testimonio de integrantes de HIJOS, como en la voz de Hebe de Bonafini y en los problemas que cada alumno debe afrontar por no coincidir ideológicamente con un maestro. (Ver “Es mejor… ).
“Es el punto central: empezar en el colegio, generás conciencia. Y después se va a agrandando, creo que el barrio es siempre el lugar donde se quiere empezar”, determinó ante AUNO Bracca, alumna de la escuela Naciones Unidas, de Monte Grande. “Es una herramienta fundamental. No sólo dentro del colegio, sino para la comunidad. Básicamente, para tratar de construir nuevos conceptos en cuanto a la política”, expresó Gisela López, de la Escuela Técnica Nº 1, de Ituzaingó.
No obstante, el encuentro también sirvió para que cada quien expresara su problemática y pudiera hallarle una salida, dado que aún existen espacios en los que la militancia juvenil no es bienvenida. Tal es el caso de la escuela a la que Bracca representa junto con compañeros que participan activamente del proyecto Jóvenes y Memoria. Asistieron, adujeron, porque “hubo varios intentos” de armar un Centro de Estudiantes pero no contaron con el apoyo institucional suficiente.
“Si vos demostrás en el colegio tu idea política, se creen que vas para eso y se creen que está mal. Toman la política como algo malo. Si bien hay docentes que lo apoyan, cuesta”, graficó Bracca.
En ese sentido, su compañera, Florencia Moran, entendió que el hecho de poder construir un espacio en el que los estudiantes se encuentren, tiene también una responsabilidad de parte de los docentes, quienes deberían fomentar esas prácticas participativas: “Hace falta movilización desde los chicos, porque en el colegio falta esa información”, sostuvo.
Distinto, es el caso de la Escuela Técnica Nº 3, de Temperley. El 4 de octubre, por primera vez realizarán eligirán a los representantes del Centro de Estudiantes de la institución. Distinto, también, es el ejemplo que brindó la docente que acompañó a los delegados de las dos listas que se presentarán.
“Como docentes comprometidos creemos que esto es una situación educativa por excelencia, qué mejor que enseñar la democracia que viviéndola en la escuela”, aseveró Susana Friol, que además es Asesora docente de una de las listas. De ese modo, quedó más puesto en práctica el propósito que llevó a que unos tres mil estudiantes se encontraran en ese lugar: acompañar y consolidar espacios de participación y debate de los jóvenes, promoviendo la organización y el aprendizaje colectivo desde la escuela, uno de los primeros ámbitos de relación y construcción social, según reza la invitación.
Paula Policicho y Miliagros Ruiz Ruiz, alumnas de la escuela 391, de Llavallol, fueron un tanto más contundentes y aseguraron: “Nosotros somos los que siguen en la lista para ayudar a reconstruir las cosas malas que pasen, para que sirvan de enseñanza”.
Al cierre, estuvieron presentes la titular de la cartera de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner y el ministro de Economía, Amado Boudou. Claro, con diferentes perfiles. Kirchner se encargó de reivindicar el rol político de los presentes y exclamar que “los jóvenes del bicentenario tienen la posibilidad de organizarse y participar”. Boudou, por su parte, formó parte de los festejos, al presentarse con la banda La Mancha de Rolando.
CP-
AUNO-
