Presentaron una muestra chicos del barrio de La Boca

(AUNO-TERCER SECTOR*) “Se trata de resistir desde el Estado”, puntualiza decidida Graciela Soler, una de las responsables del programa Casa de los Niños y de los Adolescentes, que depende de la Dirección General de Niñez y Adolescencia del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El programa acaba de concluir su ciclo de actividades con su clásica muestra anual en la que se exponen los proyectos de cada uno de los grupos que integran la Casa. En esta oportunidad, le tocó el turno a la sede de La Boca.
“Sabemos que la política para los pibes siempre queda en el último lugar”, se lamenta la otra responsable de este proyecto, Mariana Monzani, y agrega: “Por eso nos propusimos resistir haciendo las cosas bien y siempre pensando en los chicos”. Desde esta idea se intenta construir eso. El programa cuenta con cinco Casas ubicadas en La Boca, Lugano, Barrio Illia y dos en Barracas: una correspondiente a la Niñez y otra a la Adolescencia, respectivamente.
Esta iniciativa surge a partir de la preocupación de un equipo de especialistas de pensar otras formas de trabajar en la infancia y la adolescencia”, explica Monzani. Desde 1992 se propusieron pensar a los chicos “como ciudadanos” y no desde el punto de vista de la “patologización y el control”. Ciertamente, este paradigma distaría de ser derribado. En contraposición, en las Casas se dividen el trabajo en grupos por edades y talleres. Puntualmente, en La Boca hay alrededor de 100 chicos vinculados con estas actividades, que incluyen la realización de audiovisuales, diapositivas, manualidades y viajes de encuentros e intercambio con otros grupos de pares.
Para que el trabajo sea realmente integral, en el organismo trabajan en red: “Nos vinculamos con otras instituciones, que implican también un abordaje a las familias, a los chicos y chicas que concurren a los lugares; así vamos haciendo un camino juntos”, señala la coordinadora de la sede boquense, Analía Vena. Es decir, se realizan actividades con los maestros de los jóvenes en las escuelas, se trabaja con los médicos de la zona, comedores, y hasta se realizan gestiones de subsidios para las familias que más lo necesiten.
Por lo que se puede ver en esta muestra en particular, se pone el acento en el hecho de compartir. ¿Cómo se vincula esto con una sociedad que parece cerrarle las puertas a los jóvenes?
Acá pueden conocer cosas nuevas, conocerse a sí mismos, compartir experiencias. Eso está muy devaluado hoy. Los jóvenes participan de muchos espacios y de otros están cercenados. La idea es articular estas actividades con esos lugares, para que puedan acceder a todo lo que les corresponde por derecho, y que puedan participar de ello.
Según Monzani, la tarea de las Casas abarca “desde acompañar a los chicos, hasta el nivel institucional de tender puentes con otros lugares”. En efecto, el acompañamiento que realizan también contempla a la familia de los jóvenes. Se realizan distintos talleres con los padres, organizan visitas a sus casas y hacen reuniones con ellos. “Uno piensa que porque viven en conventillos siempre les pasan cosas malas, pero en realidad tienen los mismos problemas que cualquier familia”. Aunque, aclara, “se trabaja cada caso puntualmente”. Más allá de esta cuestión, desde este lugar se intenta demostrar que los chicos son mucho más que eso y, sobretodo, tienen más que eso.
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Cómo comunicarse:
Casa de los Niños y Adolescentes de La Boca
Teléfono: 4300-7974/8675.
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*Agencia Universitaria de Noticias y Opinión
Revista Tercer Sector