El grupo de música afroperuana Los Negros de Miércoles, conformada por doce artistas peruanos y argentinos, entre ellos el actor Juan Palomino. En sus espectáculos se revalorizan las costumbres y el folclore del mestizaje criollo y negro de la época colonial latinoamericana. Mientras los músicos en el escenario acompañaban con la percusión, Palomino, con su voz grave y firme recita las décimas y la poesía negra de escritores como Nicomedes Santa Cruz, que expresan la opresión de los pueblos afro en América Latina.
Fundado por el músico y percusionista Hubert Reyes, el grupo rescata los sonidos afroperuanos y también afroamericanos y así reivindica los orígenes de su cultura a través de ritmos tradicionales de esas tierras como el festejo, el landó y la zamacueca. Además recrea una danza y sienta sus sones con los toques del cajón peruano, las cuerdas de las guitarras y los sonidos de los tambores.
“Sumándome a ellos encontré un grupo de pertenencia. Me vinculé con la otra mitad de mi identidad. Y además encontré un espacio de militancia”, confesó a AUNO el actor que hace las veces de percusionista aunque su lugar está en la recitación de las décimas —-un género literario que surge de la necesidad de contar la historia del negro en América-— y la poesía negra, con las que interviene en cada show.
Palomino se sumó al colectivo musical hace tres años y desde ese momento el grupo se terminó de completar. “Buscamos rescatar esa mixtura de los africanos que se mezclaron con la cultura de América del Sur. Es un sonido peruano, donde la cuestión musical es tan importante como el concepto de integración. Por eso Los Negros… abarca desde el sonido hasta lo ideológico, una integración más cultural”“, explicó el actor.
—¿Cómo conociste a Los Negros de Miércoles y cómo te sumaste al grupo?
—Los conocí cuando los fui a ver tocar en San Telmo y a partir de esa experiencia los llamé y así empezamos a transitar el camino de la militancia. De alguna manera demostramos que la música de Perú tiene mucho que ver con lo afro. Mi lugar está en la poesía de Nicomedes Santa Cruz, que se incorpora a la música. Y también acompaño con el cajón peruano.
—¿Por qué crees que es importante la reivindicación de la cultura afroperuana en Argentina?
—No solo lo afroperuano, sino también lo peruano. Me parece que está bueno poder mostrar que Perú también tiene un componente cultural muy fuerte. Según los medios de comunicación, los inmigrantes peruanos están relacionados con el mundo del narcotráfico, del robo. Y el gran desafío de Los Negros de Miércoles es contrarrestar la balanza de lo que los medios de comunicación nos imponen. La gran mayoría de los peruanos que han decidido vivir en Argentina, que han decido construir un futuro en este país, vinieron a trabajar. Y los músicos del grupo, en el que hay también argentinos, viven de la música. Los Negros de Miércoles es un espacio de expresión para poder contrarrestar la información que trasmiten los medios.
—¿Creés que se sigue discriminando a esa comunidad?
—En la medida que los medios de comunicación impongan un punto de vista y eleven esa mirada, va a seguir habiendo discriminación. Pero creo que en estos últimos ocho años hay como un reconocimiento de la cultura latinoamericana. El porteño está mirando un poco más a América Latina y eso está muy bueno. En estos últimos años se ha impregnado una cuestión más latente con respecto al origen de nuestra cultura.
—¿Desde el baile, la poesía y los ritmos sentís que llegan a relacionarse con los sonidos de sus ancestros?
—No solo desde la música sino también desde las comidas típicas, los hechos culturales y la poesía. Son un conjunto de elementos que hacen que uno pueda ir incorporándose a la sociedad y mostrando las inquietudes de quienes la integran ya sean peruanos, bolivianos o chilenos.
—¿Cómo es tu militancia dentro del arte?
—Creo que ser actor no significa solamente ser un entretenedor. Tiene que ver con una mirada de la realidad. Y esa mirada también te da un punto de vista y una conducta. A pesar de que uno quizá esté teñido de lo que es la profesión, de alguna manera ese camino te permite poder desprenderte y ocupar otros espacios que tienen que ver con el ciudadano-actor. Te permite ocupar espacios que no son los “comunes” para los actores. El actor de televisión siempre está en un espacio que no es el del “ciudadano común”, y creo que el ciudadano de la televisión es el mismo que está en un bar o en un restaurante o en una fábrica porque también es un trabajador. Siempre parto de esa premisa porque si no me desprendo y me coloco en un lugar que no elegí. Yo escogí ser actor para contar historias que representan el tiempo que estoy viviendo. El teatro es un espacio que me permite más y la televisión menos.
—¿Aprovechás tu profesión para ser vocero de causas que no tienen voz?
—Sí. Tiene que ver con la responsabilidad. Cuando uno considera que eligió ser actor para de alguna manera interpretar la realidad, es natural que eso suceda. No lo elegí para ser famoso y firmar autógrafos, sino para leer la realidad y poder interpretarla en una obra. El teatro fue el primer espacio que me permitió expresarme, interpretar la realidad, y convivo con esos dos mundos: el vacío de la ficción de la televisión y la intensidad de lo que es el teatro, la poesía y la música.
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AUNO-15-06-10