Mucho más que un partido

Sin el Boca-River, habitual plato principal de la 14ta fecha del campeonato de Primera División, el menú del domingo presentará a Banfield-Lanús como mayor atracción a degustar. El local intentará salir del último puesto mientras que el visitante buscará asegurarse su clasificación a la Copa Libertadores. Otro ingrediente será la presencia de Ezequiel Carboni, ex granate, hoy en «El Taladro». La previa de un duelo que los propios jugadores consideran «distinto».

Matías Quercia

Lomas de Zamora, noviembre 4 (AUNO).- Los caprichos del calendario futbolísticos, ya hace tiempo sin tanto azar y sí con mucho de muñeca y dedo a la hora de estipular cómo se diagraman, determinaban habitualmente que en la 14ta fecha se disputara el duelo entre River y Boca. Pero el descenso del elenco de Núñez trastocó los planes para esta temporada.

La responsabilidad recaló en el Clásico del Sur. Es que Banfield y Lanús se volverán a cruzar, en esta oportunidad en el estadio Florencio Sola, en busca de un triunfo que aliviane el peso que llevan ambos equipos de cara a la recta final del Torneo Apertura.

Pese a ser colista en el campeonato con diez puntos, a la par que Estudiantes, “El Taladro” mejoró sustancialmente su rendimiento con el arribo de Ricardo Lavolpe al banco de suplentes, pues cosechó todas sus unidades en las últimas siete fechas, ya que en las anteriores seis sólo había hilvanado derrotas sin goles de la mano de Sebastián Méndez.

En tanto, “El Granate”, que comenzó el certamen como uno de los candidatos al título luego del subcampeonato que obtuvo en el Apertura, se desinfló a medida que pasaron las fechas y, con 20 puntos en su haber, ya quedó lejos de Boca, el absoluto líder del torneo, que se encamina tranquilo a dar la vuelta olímpica.

Con ese panorama, el conjunto que conduce Gabriel Schurrer ya estipuló su meta: clasificar a la Copa Libertadores del próximo año. Por el momento, está clasificando, y la semana pasada, al vencer por 2-1 a Godoy Cruz, rival directo en esa contienda, dio un gran paso.

Sin embargo, así sea salir del fondo de la tabla de posiciones o quedar a un paso de rubricar su firma en una competencia internacional, los integrantes de los dos planteles saben que el partido del domingo adquiere condimentos en el que poco, y tal vez nada, interesen los datos precedentes. Cómo llegan y hacia dónde van, se convierte en algo secundario en función de la rivalidad y el honor barrial.

“No importa si se viene de un triunfo, un empate o una derrota. El clásico es un duelo distinto a los demás y ni a los hinchas ni a nosotros nos cambia esa sensación el hecho de llegar al partido ganando o perdieron la fecha pasada” sintetizó el defensor de Lanús Luciano Balbi.

En la vereda de enfrente hay consonancia. “No estamos pasando por un buen momento, pero estos partidos son una cuestión aparte. Uno trata de dejar todo como en cada partido, pero en este caso también intenta poner un plus y así darle una alegría mayor a la gente”, aseguró Marcelo Bustamante.

Sobre jugadores, camisetas y fidelidades
Mauro Camoranesi, suspendido por cinco fechas luego tras la expulsión que sufrió luego de agredir a Patricio Toranzo en el encuentro ante Racing, no tendrá la posibilidad de enfrentarse a su ex club.

Pero si en el torneo pasado las miradas rondaron atentas a lo que hiciera el campeón del mundo con Italia en 2006, en esta oportunidad, la vista recaerá ahora sobre Ezequiel Carboni.

El mediocampista, que debutó con la camiseta de Lanús y la vistió durante siete años antes de su paso por Europa, este semestre volvió del Viejo Continente para calzarse la de Banfield.

“Por mi pasado, este clásico se palpita distinto. Pero me tengo que abstraer de todo eso, pensar en mi equipo y tratar de jugar lo mejor posible para sumar tres puntos importantes. Habrá que afrontar los 90 minutos con la concentración al máximo para no cometer errores. Y eso es lo más trascendental. El contexto no hay que magnificarlo”, señaló.

El vértice opuesto lo ocupa Diego Valeri. Cuando inició su carrera allá por 2003, fue compañero de Carboni. Como el marcador central, también viajó a probar suerte al fútbol europeo y volvió. Si bien, tras su retorno ya disputó el compromiso del certamen pasado que terminó con victoria banfileña 2-1, como local, ahora, buscará revancha.

“Estamos teniendo un campeonato irregular, en el que cometimos muchos errores y lo pagamos caro. Por eso estamos lejos del puntero. Pero ahora tenemos la oportunidad de reivindicarnos, mejorar nuestro nivel y ganar un partido clave para acrecentar el ánimo del plantel”, consideró “El Conde”.

Todo está listo para vivir una gran pasión
En cuanto a las cuestiones tácticas, mientras el Tribunal de disciplina le solucionó un problema a Schurrer, pues ya tiene a disposición a Carlos Izquierdoz para completar la zaga central luego de cumplir la suspensión que en principio parecía más holgada –-pensaba reemplazarlo con Matías Friztler y ubicar a Diego González en el círculo central—, La Volpe repetirá el equipo que viene de caer 2-1 contra San Martín en San Juan.

Ya se puso en marcha la cuenta regresiva para una nueva edición del clásico. Por lo pronto, el duelo no será a las 14.00 como estaba estipulado sino dos horas más tarde a raíz de la decisión de las fuerzas de seguridad de que comience más temprano el partido entre Unión y Newell’s, para así evitar incidentes con la hinchada rosarina.

El reloj corre y ya se acerca una de las pocas rivalidades que quedan en Primera División. Sin Boca ni River; tampoco con la presencia de San Lorenzo-Huracán, Estudiantes-Gimnasia o Central-Newell’s, sólo Independiente-Racing y Unión-Colón completan el trinomio con Banfield-Lanús. Un enfrentamiento, este último, que por esos caprichos del calendario, puede tranquilamente considerarse como “El Superclásico del Sur”.

AUNO-04-11-11
MRQ-LDC

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